SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis.- En los últimos años, el volumen y la capacidad de ríos, lagos, lagunas y pantanos del estado se ha reducido hasta cinco metros, como consecuencia de los desastres naturales, el deterioro ambiental (especialmente la deforestación) y el calentamiento global.

Autoridades de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y de la Comisión Nacional del Agua (CNA) advirtieron que dicho fenómeno es especialmente grave en los cuerpos de agua de la zona Costa, devastada por distintos fenómenos naturales, como el huracán "Stan", ocurrido en octubre del 2005.

En entrevistas por separado, indicaron que como consecuencia de dicho fenómeno natural, todos los ríos importantes de la región perdieron de uno a cinco metros de profundidad por los miles de metros cúbicos de lodo y piedras que bajaron desde la parte alta de los cerros.

Señalaron que, en muchos casos, el cauce de los ríos quedó totalmente azolvado, lo que ha representado un riesgo importante de inundaciones para la población que vive en las inmediaciones, y ha tenido que ser atendido por la CNA mediante la construcción de obras de protección, como bordos y espigones.

El físico César Triana, coordinador de Atención a Emergencias y Consejos de Cuenca del Organismo de Cuenca Frontera Sur de la CNA, indicó que en la zona costa hay 23 cuencas hidroeléctricas y todas presentan un nivel de deterioro importante, especialmente la de Pijijiapan.

Explicó que tal deterioro, caracterizado por la deforestación, la degradación de los suelos, la ampliación de la frontera agropecuaria y el azolvamiento, se ha traducido en una reducción de la capacidad hidráulica de los ríos, lagos, lagunas y pantanos, e incluso en una disminución del caudal de los mismos.

Si hay pérdida de cobertura forestal, detalló, hay menos infiltración y, por consiguiente, menos recarga de los mantos acuíferos, lo que podría traducirse en un menor nivel de agua en los ríos, especialmente durante el estiaje.

Lo anterior, precisó, en virtud de que durante la temporada de secas, los ríos se abastecen únicamente de los mantos acuíferos, y si hay menos recarga de los mismos, por el deterioro ambiental, el volumen de agua en los afluentes se reduce.

Sin embargo, aclaró, el principal problema de los ríos no es el menor volumen de agua durante el estiaje, sino la pérdida de su capacidad hidráulica como consecuencia del azolvamiento.

Por su parte, el director regional de la Conanp en la frontera sur, Francisco Javier Jiménez González, destacó que todos los ríos y sistemas lagunarios de la costa de Chiapas tienen grandes depósitos de sedimento, y señaló que la problemática se observa especialmente en los municipios de Tonalá, Pijijiapan, Mapastepec, Acapetahua, Villa Comaltitlán y Huixtla.

Indicó que el problema es tan grave que incluso los ríos, lagos, lagunas y pantanos ubicados dentro de las Áreas Naturales Protegidas, o en las zonas de acceso a las mismas, se han reducido.

"Donde nos hemos dado cuenta de esta reducción de caudales y cauces, es en los sitios de acceso a las áreas protegidas, particularmente del lado de la Vertiente del Golfo, en los caminos de acceso al Triunfo, que está en la parte alta de la sierra madre de Chiapas.

"Para llegar tenemos que atravesar muchos ríos y en el pasado a veces era riesgoso cruzarlos en camioneta o cuatrimoto, por el caudal que tenían, y actualmente muchos ya tienen un hilito de agua.

"Lo hemos visto particularmente en los municipios de La Concordia, Ángel Albino Corzo, Siltepec, Villaflores; algunos son riachuelos, pequeños tributarios, pero incluso algunos que son el cauce principal en el estiaje tienen solamente un pequeño hilo. Se vuelve normal, porque lo hemos visto tres o cinco años, pero hace 20 años, incluso durante la temporada de secas, nos costaba trabajo cruzarlos porque tenían un cauce muy grande", comentó.

El biólogo detalló que algunos de los ríos que presentan una reducción de volumen y capacidad hidráulica son Lagartero, Zanatenco, Urbinas y Coapa.

En riesgo
 
Algunos de los ríos que registran una reducción considerable en su caudal.

2,500 Hectáreas de pantanos y manglares que se han perdido en la Reserva de la Biosfera La Encrucijada
 
23 Cuencas hidrológicas en peligro
 
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