5 de junio “Día Mundial del Medio Ambiente”

17 junio 2019 Agua

Redacción/ Agua.org.mx

La sobrepoblación actual ha generado severos impactos en el planeta: hemos modificado los ecosistemas, los recursos naturales se han sobreexplotado, el agua limpia ha comenzado a escasear y la calidad del aire es cada vez es más tóxico y dañino para la salud.

Las Naciones Unidas, conscientes de que la protección y el mejoramiento del medio ambiente es una cuestión fundamental que afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico del mundo entero, designaron el 5 de junio “Día Mundial del Medio Ambiente” [1].

La conmemoración de este día nos brinda la oportunidad de ampliar el conocimiento respecto a temas ambientales generando así una opinión pública más informada y el cambio de hábitos de los individuos, de las empresas y de las colectividades con miras a la responsabilidad en cuanto a la conservación y la mejora del medio ambiente [1].

Éste año, la conmemoración oficial se llevará a cabo en China y se centrará en el tema “La contaminación del aire“ para invitarnos a considerar cambios en nuestro día a día para reducir de manera progresiva nuestro impacto y contribución al calentamiento global deteniendo así, sus perniciosos efectos en nuestra salud y la del planeta.

#SinContaminaciónDelAire

Todos los humanos tenemos necesidades que deben ser cubiertas; alimentación, vivienda, vestido y movilidad, son las principales. Sin embargo, cuando existe sobrepoblación y estas necesidades se multiplican, aumenta la demanda de servicios y productos para ser cubiertas, y se provoca un aumento en el consumo de materiales y bienes, así como de transporte y movilidad.

Esta demanda de recursos naturales, energía y transporte produce desechos a lo largo de la cadena productiva lo que genera un impacto en el medio ambiente como la generación de gases efecto invernadero y contaminación entre otros.

Existen distintos tipos de agentes contaminantes del aire provenientes de actividades específicas, los principales son:

a) Monóxido de carbono (MO): emitido durante la quema de combustibles fósiles; cuando se encuentra en altas concentraciones puede ser fatal para el ser humano.

b) Óxidos nitrosos (NOx): emitidos por los automóviles, chimeneas, estufas, etc. Los NOX  se pueden transformar en ácido nítrico, sustancia química presente en la llamada “lluvia ácida” [3]. Este tipo de lluvia causa un gran deterioro en el medio ambiente; al caer sobre mares, ríos y lagos las sustancias tóxicas que contiene, impiden la vida de muchos organismos acuáticos y, en el suelo, elimina gran parte de los minerales necesarios para el crecimiento de plantas y las hace más vulnerables a plagas [4].

c) Ozono (O3): se forma por la reacción entre los óxidos nitrosos emitidos por el uso de combustibles fósiles, en presencia de la luz solar. Es un gas incoloro y muy irritante que puede afectar a la salud en altas concentraciones.

d) Compuestos de benceno (BTEX): provienen de la evaporación de combustibles, del uso de solventes y pinturas, entre otros y contribuyen a la formación del smog.

e) Plomo (Pb): es un metal pesado y se puede encontrar en las emisiones de fundidoras, en algunos pigmentos y en el suelo.

f) Dióxido de azufre (SO2): se produce por la quema de sustancias que contienen azufre como los combustibles derivados del petróleo, el carbón y la madera; contribuye en la formación de la lluvia ácida [3].

Otro gas con gran relevancia en la contaminación del aire es el metano que se produce por la mala gestión de vertederos de basura y la ganadería intensiva [5]. Aunado a ello, los incendios en zonas forestales y cultivos, erupciones volcánicas, así como prácticas culturales, como la pirotecnia, también son factores que contribuyen en la contaminación.

La contaminación del aire causa aproximadamente 7 millones de muertes anualmente; contaminantes como el carbono, metano, ozono y partículas suspendidas son responsables de muertes por derrames cerebrales, enfermedades respiratorias crónicas, cáncer de pulmón e infarto cardíaco. Estos contaminantes también están contribuyendo al cambio climático que afecta a la producción agrícola, la seguridad alimentaria y productividad laboral. Por tanto, resulta de gran relevancia realizar monitoreos sobre la calidad del aire así como la implementación de programas de gestión para el mejoramiento de la misma [6].

En México, existe el SINAICA (Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire), el cual consiste en una serie de programas informáticos que permiten recabar, transmitir y publicar la información de calidad del aire que se genera en las estaciones de monitoreo ubicadas en las diversas entidades federativas [7].

Además, existen los Programas de Gestión para Mejorar la Calidad del Aire (ProAire) que responden a la necesidad de los estados de contar con un instrumento de carácter preventivo y/o correctivo en materia de calidad del aire y protección a la salud, así como para dar cumplimiento al marco jurídico aplicable en esta materia [8]. A través de estos programas se logra:

  • Fomentar la participación de los tres órdenes de gobierno (federal, estatal y municipal), así como de la industria, la academia y la sociedad civil organizada, en la atención de la problemática de contaminación del aire.
  • Generar un diagnóstico de las causas que influyen en la calidad del aire en la zona de estudio.
  • Identificar las principales fuentes de emisión de contaminantes del aire.
  • Definir medidas y acciones enfocadas en la reducción de emisiones, fortalecimiento institucional, protección a la salud, estrategias de comunicación y educación ambienta [8].

Para combatir la contaminación del aire, es necesario que analicemos nuestras conductas diarias y el cómo estas pueden ser perjudiciales para el medio ambiente, los seres vivos y nuestra salud. Hay que dejar a un lado la idea que nuestra seguridad y la del entorno es tarea de expertos en ciencia, funcionarios públicos y organizaciones mundiales o locales; el cuidado del planeta y de nuestra salud depende de las acciones de todos, no de unos cuantos.

REFERENCIAS

[1] ONU, 2019. Día Mundial del Medio Ambiente, 5 de junio. Electrónico. Disponible en: https://www.un.org/es/events/environmentday/

[2] ONU2, 2019. Población. Electrónico. Disponible en: https://www.un.org/es/sections/issues-depth/population/index.html

[3] SEDEMA, 2019. Calidad del aire. Electrónico. Disponible en: http://www.aire.cdmx.gob.mx/default.php?opc=%27Y6BhnmKkYQ==%27.

[4] Twenergy, 2012. Efectos de la lluvia ácida. Electrónico. Disponible en: https://twenergy.com/a/efectos-de-la-lluvia-acida-565

[5] OPS, n.d. Contaminación del Aire Ambiental. Electrónico. Disponible en: https://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=12918:ambient-air-pollution&Itemid=72243&lang=es

[6] ONU, 2019. Aire. Electrónico. Disponible en: https://web.unep.org/environmentassembly/es/aire.

[7] INECC, 2019. Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire. Electrónico. Disponible en: https://sinaica.inecc.gob.mx/index.php.

[8] SEMARNAT, 2019. Programas de Gestión para Mejorar la Calidad del Aire (ProAire). Electrónico. Disponible en: https://www.gob.mx/semarnat/acciones-y-programas/programas-de-gestion-para-mejorar-la-calidad-del-aire.

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