Temporada de lluvias en México 2025: Percepciones y realidades

12 septiembre 2025 Agua

Redacción: agua.org.mx / Karina Bautista-Fondo para la Comunicación y Educación Ambiental, A.C.

Investigación: Fernanda Muraira / Estudiante de la Licenciatura de Sustentabilidad Ambiental en la Universidad Iberoamericana

Foto: Canva

La temporada de lluvias de este año ha sido especialmente intensa. Tan solo con recordar los últimos meses, parece que las inundaciones se han vuelto parte de la rutina, sobre todo para quienes vivimos en el centro de México, pero ¿qué nos dicen los datos sobre la temporada de lluvia de este año?

En México, la temporada de lluvias inicia a finales de mayo y se prolonga hasta noviembre. Aunque en la última década se han observado cambios en la cantidad y en la distribución de las lluvias, este patrón sigue siendo el más común. En promedio, el país recibe 747.6 milímetros de precipitación al año, con estados como Tabasco, Campeche y algunas regiones de Oaxaca y Chiapas entre los más lluviosos.[1]

Antes de continuar es importante aclarar ¿Qué es un milímetro de lluvia (mm)? ¿Qué nos dice este concepto? Ésta es una medida refleja la cantidad de agua. Un milímetro de lluvia significa que, si toda el agua se quedara sobre el suelo sin escurrirse ni evaporarse, se formaría una capa de 1 milímetro de altura sobre cada metro cuadrado. Dicho de otra forma: 1 mm de lluvia equivale a 1 litro de agua en un metro cuadrado de superficie.[2] Así, con el promedio nacional de precipitación anual, cada metro cuadrado del país recibe alrededor de 748 litros de agua al año.

Ahora bien, más allá de entender cuánta agua cae, también resulta fundamental comprender cómo se mide y proyecta esa precipitación en el tiempo. Los modelos de pronóstico meteorológico suelen presentarnos escenarios de 24, 48, 72 o hasta 168 horas, lo cual es muy útil para la vida cotidiana. Sin embargo, cuando hablamos de planeaciones a mayor escala, por ejemplo, en la gestión de riesgos, no basta con saber si lloverá en los próximos días. En este punto entra en juego el concepto de periodo de retorno, que se refiere al promedio de años que transcurren entre un evento hidrológico extremo y otro. Como regla general, cuanto más intenso es un evento, menor es su frecuencia[3]. Esto significa que, a través de estadísticas, es posible estimar la probabilidad de que ocurran fenómenos como inundaciones.

Por ejemplo, si se dice que un evento tiene un periodo de retorno de 100 años, no quiere decir que sucederá exactamente cada siglo, sino que existe una probabilidad de que ocurra en cualquier año dentro de ese lapso o que no ocurra.

Esta información es clave para diseñar infraestructura y planificar ciudades con mayor seguridad frente a inundaciones y otros fenómenos extremos.[4]

En México, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) recomienda que los drenajes pluviales se diseñen considerando diferentes periodos de retorno según el tamaño de la población: entre 2 y 5 años en comunidades con menos de 10 mil habitantes; entre 5 y 10 años en poblaciones de 100 mil a un millón de habitantes; y entre 10 y 25 años en ciudades con más de un millón de habitantes.[5]

Retomando las cifras de este año, junio de 2025 se convirtió en el mes más lluvioso desde 1941, con un promedio nacional que superó los mil milímetros de precipitación. Los estados con mayores registros fueron Chiapas, Veracruz y Oaxaca. En particular, en la estación de Chalchihuit, Chiapas, cayó casi el triple de la lluvia que normalmente recibe en todo un año un estado como Nuevo León o la Península de Baja California [6].

Para consultar la lista completa de registros de precipitación por estación, haz clic aquí.

 

Mapa 1. Precipitación acumulada mensual (mm) junio 2025 Fuente: CONAGUA

 

Por otra parte, vale la pena detenerse en la anomalía mensual por estado. Es decir, en qué estados se superó la precipitación promedio y en cuál la precipitación estuvo por debajo de la norma. Tomando esto en consideración, los estados que superaron su precipitación promedio de manera más pronunciada fueron también Veracruz, Chiapas y Oaxaca, junto con Tamaulipas. Los estados que vieron una mayor disminución en su precipitación promedio fueron Quintana Roo, Yucatán, Campeche, unas regiones de Tabasco y Coahuila.

Mapa 2. Anomalía mensual (mm) junio 2025 Fuente: CONAGUA

 

Llegados a este punto, es posible que surja una duda: si los estados que más lluvia han recibido no están en el centro del país, ¿qué ha pasado con la Ciudad y Estado de México?

La Ciudad de México vivió fenómenos poco comunes durante los meses de junio, julio y agosto de esta temporada de lluvias. En varias estaciones se registraron precipitaciones diarias de entre 53 y 84 en lapsos de 24 horas. Para dimensionar la rareza de estos valores: de acuerdo con la Secretaría de Gestión Integral del Agua y con bases de datos climatológicas (CLICOM), el umbral de precipitación extrema en la capital se ubica entre 30 y 50 mm por día[7]. Es decir, lo que cayó estuvo por encima de lo que se considera extremo.

El pico de esta temporada llegó el 10 de agosto de 2025, cuando se precipitaron 24 millones de metros cúbicos de agua en un solo día. Para ponerlo en perspectiva, no se había registrado una jornada tan lluviosa desde 1952, es decir, hace 73 años [8].

Hay un factor vital que no puede pasarse por alto: las lluvias históricas tienen consecuencias graves en la vida de las personas, tanto en ciudades como en comunidades rurales. Estas afectaciones se traducen en pérdida de cultivos, daños parciales o totales en viviendas, bloqueo de vialidades, accidentes viales, cortes de energía y agua, incomunicación de poblados, desbordamiento de presas e incluso la pérdida de vidas humanas. Tan solo entre el 15 de mayo y julio de 2025 se estima que 36 personas han muerto directamente a causa de eventos meteorológicos relacionados con la temporada de lluvias.[9]

Estas lluvias más intensas y frecuentes no son hechos aislados: forman parte de las consecuencias del cambio climático, que está modificando los patrones de precipitación y aumentando la probabilidad de eventos extremos. Frente a este escenario, no basta con esperar a que pase la tormenta. Es necesario repensar la forma en que construimos y habitamos nuestras ciudades: necesitamos urbes más permeables, con suelos capaces de infiltrar el agua de lluvia, infraestructura verde, espacios abiertos y sistemas de drenaje que trabajen con la naturaleza y no contra ella.[10]

Aún falta por recorrer buena parte de la temporada. Sería alentador pensar que lo peor ya pasó, pero este año ha mostrado un alto grado de incertidumbre en cuanto a la intensidad y frecuencia de los fenómenos. Por eso, lo más recomendable es mantenerse atentos a los avisos de protección civil, los boletines de la Conagua y las alertas sobre tormentas tropicales y huracanes.

La prevención dependerá de la región en la que se viva. Lo que sí está claro es que, aunque las lluvias extremas no determinan por sí solas cómo será el resto de la temporada, sí nos recuerdan la urgencia de adaptarnos a un clima cambiante y de apostar por soluciones que hagan a nuestras comunidades más seguras y resilientes.

A lo largo de toda esta temporada, desde agua.org.mx se han estado reportando afectaciones en la República Mexicana dentro del marco de la temporada de lluvias 2025. Para consultar el acervo de noticias, haz clic aquí.

 

 

 

Referencias

[1] Conagua (2023) Estadísticas del agua en México 2023. Conagua

[2] Hermosilla, I. (2024) ¿Cuánto es 1 milímetro (mm) de lluvia y a qué equivale? Cómo se miden las precipitaciones. Biobio Chile

[3] Gutiérrez, J. et al. (2011). Periodo de retorno de lluvias torrenciales para el estado de Tamaulipas, México.

[4] Santafe, M. (2024). Inundaciones: descifrando el concepto del periodo de retorno. Iagua.

[5] Conagua. (s.f.) Manual de agua potable alcantarillado y saneamiento. Conagua

[6] CONAGUA. (s.f) Resúmenes Mensuales de Temperaturas y Lluvia.

[7] Olguín, M. (5 de junio de 2025). Lluvias extremas en CDMX el 2 de junio: no rompieron récord, pero superaron umbrales críticos.

[8] Redacción DW. (12 de agosto de 2025). Ciudad de México registró la lluvia más intensa de 1952

[9] De los corresponsales. (3 de julio de 2025). Por lluvias, 33 muertos y daños en 16 entidades.

[10] City Adapt (s.f.) Soluciones Basadas en la naturaleza para ciudades resilientes al cambio climático. City Adapt.

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