Emergencia hídrica: un problema mediatizado del que se sabe poco
14 septiembre 2016Foto tomada de El Sol
¿Qué significa el concepto de emergencia hídrica? Podremos deducir, seguramente y con un dejo de verdad, que está relacionado con la escasez de agua. Si bien esto es correcto, el verdadero análisis de la situación y su impacto ambiental y económico es mucho más profundo.
La emergencia hídrica se decreta en el momento en que las precipitaciones permanecen durante períodos prolongados por debajo de las medias históricas del territorio. En el caso de Mendoza, se trata de una provincia de clima y suelo desértico, por lo cual las precipitaciones son de por sí escasas. Por otro lado, la provincia cuenta con la Cordillera de los Andes, la cual con sus altas cumbres, es un foco de precipitaciones, sobre todo de tipo níveo.
La nieve se acumula durante los meses de otoño e invierno y luego, con la llegada de temperaturas más altas, la nieve se derrite y escurre desde las laderas de las montañas hasta los ríos que forman parte del acuífero provincial.
Este acuífero es un sistema compuesto por ríos, lagos y todos los cauces subterráneos de los cuales nos valemos como mendocinos para contar con el agua necesaria para nuestras necesidades vitales (principalmente el agua para riego, usos industriales y consumo humano).
El hecho de que nos encontremos desde hace 5 años en emergencia hídrica implica entonces que, como sociedad, debemos ser particularmente cautos con el uso de este recurso natural tan importante, sobre todo a la hora de utilizarlo de forma cuidadosa y no derrocharlo.
El acuífero provincial se ha estado vaciando desde hace 5 años, ya que las precipitaciones y el deshielo no alcanzan a restablecer los niveles hídricos necesarios para abastecer al consumo interno de agua de la provincia.
En nuestra provincia, el invierno ha comenzado “cada vez más tarde” durante los últimos años, y las precipitaciones en alta montaña se han vuelto más irregulares.
El actual estado de emergencia hídrica hace que, como sociedad, se vuelva particularmente necesaria la realización de un esfuerzo conjunto de concientización sobre el recurso y su utilización responsable, empezando por el gobierno, y pasando por todos los demás ámbitos (industrial, agrícola, comercial y doméstico).
La economía de nuestra provincia depende fuertemente de la actividad agrícola como sabemos, y dentro de ella el cultivo de uva y las industrias subsiguientes asociadas (vino, mosto, jugo de uva, etc). Todas estas actividades requieren un sistema de irrigación y acceso a agua constante, por lo cual es comprensible entonces la necesidad que tenemos de que el recurso hídrico no se vea comprometido, ya que de él depende la economía y la salud de toda la provincia.
Un lugar importante dentro de este análisis es ocupado por la contaminación del agua. Los cauces de agua que atraviesan zonas urbanas sufren particularmente del impacto negativo provocado por el hombre, al contaminar los cursos de agua con residuos, desechos industriales y otros agentes polucionantes.
La toma de conciencia sobre la existencia de situaciones relacionadas con la emergencia hídrica, el cambio climático, la polución de los cauces y el vaciamiento del acuífero puede hacer que, poco a poco, evolucionemos como sociedad hacia un futuro más responsable en el uso del agua y todos los demás recursos naturales con los que cuenta nuestra provincia.
Desde este espacio esperamos sinceramente que así sea.
14 de septeimbre de 2016
Fuente: El Sol
Nota de Quique Fontán Balestra
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