¿Escasez de agua y combate a la pobreza?

28 septiembre 2016

De acuerdo con el estudio Las dimensiones sociales del cambio climático en México, publicado por el Banco Mundial en 2013, los esfuerzos de reducción de la pobreza en el país serán muy poco efectivos de no considerarse los impactos de los cambios en el clima. Según estimaciones del estudio, la pobreza disminuiría de 49.4 por ciento en 2005, a 17.68 por ciento en 2030, lo que es 2.4 por ciento mayor que las estimaciones sin tomar en cuenta los efectos del cambio climático. Si bien la diferencia parece poco significativa, ésta se traduce en casi 3 millones de personas que permanecerán en situación de pobreza, los cuales serán vulnerables ante contingencias climáticas. Quizá la relación entre el cambio climático y las afectaciones a los pobres no sea muy clara; sin embargo, la razón principal es que éstos no cuentan con los recursos necesarios para enfrentar una crisis de este tipo. Por ejemplo, un alza en el precio de los alimentos ocasionada por el cambio climático puede privarles de mantener una nutrición adecuada, asimismo, su salud y patrimonio están más expuesto a los riesgos asociados a olas de calor e inundaciones, entre otros.

Entre los efectos más serios del cambio climático se encuentra la agudización de la escasez de agua, que puede aumentar el número de conflictos violentos y migración forzada por un aumento de la competencia entre los usos del agua. En este sentido, de acuerdo con el Atlas de vulnerabilidad hídrica ante el cambio climático. Efectos del cambio climático en el recurso hídrico de México, publicado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), los sectores con mayor riesgo ante la escasez de agua son el productivo y la agricultura, los cuales también competirán con la demanda de líquido para consumo humano principalmente en áreas donde ya existe estrés hídrico. Según información de la Conagua y el IMTA, en el país hay aproximadamente mil 71 municipios considerados como vulnerables y la mayoría se ubican en los estados más pobres, donde un aumento en el desabasto de agua podría no sólo mermar su desarrollo económico, sino también arriesgar la vida de las personas que se encuentren en situación de pobreza. Sin embargo, esto también debería ser tomado en cuenta por los estados más prósperos ubicados en el noroeste y centro del país, que ya sufren de un estrés hídrico considerable y que para 2045, se espera que experimenten los mayores cambios en vulnerabilidad ante el cambio climático.

Como se puede apreciar el combate a la pobreza va más allá de incrementar el ingreso y de reducir la desigualdad, pues también se deben considerar las implicaciones del cambio climático en la materia. Las autoridades no pueden darse el lujo de omitir el nivel de vulnerabilidad de los diferentes sectores de la población en el diseño de la política social, si es que existe la voluntad de emprender el camino hacia un desarrollo sustentable, especialmente en una cuestión estratégica como el acceso y uso racional de los recursos hidráulicos.

Nota de : NTR Zacatecas