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¿Se necesita un organismo especial que controle el drenaje en el Valle de México?

21 de julio de 2011
Fuente: Publimetro

Alejandra?Barrales
Diputada del PRD

La participación de órganos autónomos contribuye a mejorar diversos mecanismos de operación en la administración pública, pero antes de pensar en la creación de uno para mejorar el sistema de drenaje, es importante lograr una mayor coordinación entre los Gobiernos del Distrito Federal, el Estado de México y el federal a través de la Comisión Nacional del Agua para evitar las inundaciones.

Un ejemplo de estos problemas es el Circuito Mexiquense, donde un puente causa inundaciones en colonias de los municipios de Nezahualcóyotl y Ecatepec, además de generar un caos vial en los límites del Estado de México y el Distrito Federal. La obra es deficiente, pero el Gobierno mexiquense la defiende, pero no pueden ser razones políticas las que tengan a la población en medio del agua.

El Sistema General de Drenaje Pluvial en el DF lo integran 36 presas, 18 de ellas, las opera el Gobierno del Distrito Federal y las otras la Comisión Nacional del Agua y son 165 kilómetros de drenaje profun­do, entonces hay una responsabilidad compartida que no podemos evadir.

El hecho de ser tres diferentes instancias de Gobierno en lugar de ser un punto de conflicto, debiera ser benéfico para que cada uno alerte sobre incumplimientos y avances, pues son corresponsables y se comparte una obligación.

Aunado a ello es importante que la población haga conciencia, el 50% de las inundaciones son por culpa de la basura que se tira en las calles y obstruye el sistema de drenaje. Necesitamos un cambio de actitud, eso no se logra sólo con órganos autónomos. Las autoridades están obligadas a coordinarse y la población, a tener un comportamiento más cívico, porque el cambio climático es una realidad.

Alicia Téllez
Diputada del PRI

Es importante atender de manera urgente la infraestructura hidráulica y realizar acciones de mejoramiento y mantenimiento en el drenaje del Valle de México. Se deben crear políticas públicas que atiendan la problemática real del Valle de México, con una mayor coordinación entre las autoridades federales, estatales y del Distrito Federal.

Aunque sería viable un organismo responsable del drenaje y toda la gama de servicios en el valle metropolitano, tampoco es necesario engrosar la administración pública con nuevos organismos. Lo factible es que, principal­mente el Gobierno federal, asuma su responsabilidad y atienda, a través de los entes encargados para ello, el mantenimiento del drenaje del Valle de México, coordinadamente con el DF y el Estado de México.

Las autoridades deben de asumir su responsabilidad en sus justas dimensiones y competencias, ya que las inundaciones tienen que ver con diversos factores, como la falta de desazolve para la época de estiaje y de un programa permanente de atención y servicio a dicho drenaje. Elementos que, entre otras cosas, deben ser ponderados sin importar si es responsabilidad del Gobierno local o federal.

El tema metropolitano requiere de una mayor atención; las fronteras entre los estados necesitan ser definidas con relación al capítulo de servicios y, principalmente en la medición de presuntas catástrofes.

En este renglón es donde los acuerdos y políticas gubernamentales deben tener su efectividad para bien de las poblaciones. El PRI siempre buscará y velará los mecanismos adecuados para salvaguardar el patrimonio de las familias así como impulsaremos que la responsabilidad de los servidores públicos se haga al pie de la letra e impulsaremos obras que, aunque éstas no se vean por ser subterráneas, se ejecuten de manera eficiente para el beneficio de los habitantes de este país.

Mariana Gómez del Campo
Diputada del PAN

Año tras año, las inundaciones en la zona metropolitana afectan prácticamente los mismos sitios: pasos a desnivel, avenidas primarias o, como ocurre en Iztapalapa o los municipios conurbados, se sufren los desbordamientos del Canal de la Compañía o el Río de los Remedios.

Las causas ya las conocemos: grandes cantidades de basura que tapan coladeras o los canales, situación que se agrava al combinarse con una infraestructura de drenaje rebasada con 57 años de antigüedad. La obra más reciente era el Sistema de Drenaje Profundo que se comenzó a construir en 1967. Quiere decir que la red de drenaje que actualmente da servicio a 8.8 millones de personas se construyó cuando el DF sólo tenía tres millones de habitantes.

Lo que necesita la ciudad es inversión para modernizar la infraestructura. Las autoridades –por décadas– no han asumido su responsabilidad porque sencillamente no son obras de relumbrón ni visibles que puedan presumir. Crear un organismo dedicado al drenaje quizá contribuya poco si no hay voluntad política o terminará siendo más burocracia.

El Gobierno federal tomó una decisión dado el riesgo de colapso en que se encuentra la ciudad: la construcción del Túnel Emisor Oriente que es el proyecto de desplazamiento de agua de mayor envergadura del mundo. Hace unos días, se concluyó en su primera etapa de 10 kilómetros de un túnel con una longitud total de 64 kilómetros que van a aportar una capacidad de desfogue de 50 metros cúbicos por segundo. Esto, sin duda, es una decisión responsable que representa cuidar la seguridad y el patrimonio de nuestras familias.