La desalación y comprar agua a otras cuencas apenas cubre el 20% del déficit

18 enero 2016

Balsa de riego en una zona dependiente de los trasvases del Tajo al Segura – JUAN CARLOS SOLER

La desaladora de Torrevieja solo aporta 2,5 hectómetros al mes al Segura; varios regantes ya han consumido su parte.

La desalación, la medida estrella del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y su ministra Cristina Narbona, puede proporcionar en 11 meses solo 30 hectómetros cúbicos de agua, en la planta de Torrevieja. «Además, ya están consumidos en el caso de algunas comunidades de regantes, los que tienen cultivos de invierno, solo les queda agua a los que tienen arbolado», explica el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto del Tajo-Segura (SCRATS), José Manuel Claver.

Y las cuentas no salen. Con el decreto de sequía pueden recurrir a los pozos previstos para estas situaciones de emergencia, pero eso tiene un límite de 25 hectómetros, cantidad similar a la que les pueden proporcionar las denominadas cesiones de derechos de otras cuencas -compra de agua-, que en estos momentos negocian con otros regantes. En total, unos 80 hectómetros acumulados por las tres vías (desalación, pozos y compra) que representan apenas una quinta parte, un 20% de los 400 hectómetros del déficit para la cuenca del Segura reconocida por el Gobierno central.

Es más, esa cantidad contemplada en el plan hidrológico de cuenca recién aprobada ya preveía la desalación para reducir el déficit estructural en 80 hectómetros en el conjunto de la demarcación, lo que suscitó las protestas de los agricultores, ya que hasta 2014 este saldo negativo entre demanda y necesidad de agua era de 480 hectómetros.

Con estas perspectivas poco propicias, mientras no llueva lo suficiente para recargar los pantanos de Entrepeñas y Buendía, que se encuentran unos 15 hectómetros por debajo del umbral de los 336 que se aplican este año para autorizar trasvases, en el campo echan mano de cualquier idea, aunque no hay tiempo material para ponerlas en práctica a tiempo.

Conexiones entre cuencas

Si en el Foro del Agua –auspiciado por Asaja-Alicante e integrado por empresarios y las dos universidades de la provincia– se planteó la hipótesis debuscar el agua excedente en el Tajo Medio, en la Sierra de Gredos, Ángel Urbina, portavoz del SCRATS, sugiere otra posible conexión entre cuencas, en este caso desde Novillas, en la provincia de Zaragoza, municipio alejado de la desembocadura del Ebro, donde el frustrado trasvase suscitó tanto rechazo.

Otro planteamiento es el del director del Instituto Euromediterráneo del Agua, Francisco Cabezas, quien proyectó comunicar el Ebro y el Duero en una zona donde apenas separan ambos ríos 40 kilómetros, tal como publicó ABC.

«Cualquiera de estas conexiones se tendría que acometer dentro de un Plan Hidrológico Nacional, pero estaríamos hablando de obras a varios años vista, y el problema lo tenemos ahora a muy corto plazo», recuerda Claver. «Está claro que hay que buscar soluciones también para el déficit estructural, no podemos pasarnos toda la vida así», apostilla.

Mientras tanto, los regantes no excluyen iniciar algún tipo de medidas de presión en los próximos días, todavía sin concretar, con el fin de conseguir algún tipo de medida desde las administraciones que les saque de este clima de «incertidumbre». Otro argumento que tal vez pese a los dirigentes políticos es el elevado coste de la desalación, ahora a pleno rendimiento, 1,2 millones de euros al mes.


17 de enero del 2016

Fuente: ABC

Nota de: J.L. Fernández

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