Los suizos oran ahora para que un glaciar no se derrita
06 agosto 200906 DE AGOSTO DE 2009
Fuente: Yahoo Noticias (AP)
GINEBRA, Suiza (AP) – Los pobladores del sur de Suiza, una zona profundamente católica, durante siglos han renovado una promesa a Dios para que los proteja del avance del Glaciar Gran Aletsch.
Pero el calentamiento global les está haciendo pensar si es mejor revertir la promesa, para lo cual los fieles alpinos buscan la autorización papal.
Desde que se institucionalizó la promesa en 1678, el trato era sencillo: los ciudadanos de los aislados caseríos montañosos de Fiesch y Fieschertal se comprometían a vivir vidas virtuosas. A cambio, Dios protegería sus casas y propiedades de ser tragadas por el mayor glaciar de Europa que se iba extendiendo hacia el valle con cada intensa nevada invernal.
Los tiempos han cambiado y el Aletch, antes temible, se está derritiendo con temperaturas 0.7 grados centígrados (1.3 Fahrenheit) superiores a las del siglo XIX. El sacerdote de la capilla Ernerwald ha advertido a su grey que se cierne un peligro nuevo.
"Todos sabemos _y el Santo Padre nos lo recordó en su mensaje pascual_ que está ocurriendo un cambio sin precedente en el clima", dijo el religioso Pascal Venetz en su sermón a un centenar de personas en su capilla, donde hasta épocas modernas a las mujeres piadosas se les prohibía usar ropa interior de colores por temor a provocar el glaciar.
"El glaciar es hielo, el hielo es agua y el agua es vida", dijo el religioso a los aldeanos de la región de Valais, que ha enviado a sus hijos a proteger el Vaticano como efectivos de la Guardia Suiza desde el siglo XVI. "Sin el glaciar los manantiales se secan y los arroyuelos se evaporan. Los hombres y las mujeres enfrentan un gran peligro. Los alpes y las pasturas se esfuman y los pueblos se mueren".
El Aletsch fue considerado alguna vez una amenaza porque podía invadir zonas habitadas. En cambio hoy día la amenaza proviene del hielo que se va derritiendo y que amenaza empeorar las inundaciones en el valle y a la larga perder el suministro de agua. Los expertos dicen que el glaciar seguirá encogiéndose, aunque las temperaturas se mantengan en los niveles actuales, debido a que el calentamiento de las últimas décadas todavía no se ha hecho sentir en toda su magnitud.