Mexicanos desarrollan sistema de bajo costo para producir tomate en zonas con escasez de agua
04 septiembre 201703 de Septiembre 2017
Fuente: Sin Embargo
Nota: Redacción
Para producir en México un kilogramo de tomate, se requieren 215 litros de agua en campo abierto o 36 litros en invernadero, con una huella hídrica de 13 litros por cada tomate —de aproximadamente 70 gramos.
Por Felipe Sánchez Banda
Saltillo, Coahuila, 3 de septiembre (Agencia Informativa Conacyt/SinEmbargo).- Científicos del Departamento de Horticultura de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) desarrollaron un sistema sustentable de recirculación de agua de bajo costo para la producción de tomate en zonas con escasez hídrica.
El objetivo del sistema es la producción de tomate, a bajo costo, mediante el uso sustentable de agua en el ciclo agrícola, para fomentar la seguridad alimentaria, particularmente, de poblaciones en zonas rurales aisladas con poca disponibilidad hídrica.
“Estamos utilizando poca cantidad de agua, las raíces están flotando en agua, utilizamos 150 litros en cada uno de los módulos (también conocidos como tratamientos), con 16 plantas cada uno. Durante el ciclo vamos a gastar 600 litros de agua por módulo, en esta agua cambiamos la concentración de elementos minerales para la planta de acuerdo con su etapa de vida”, precisó el doctor Marcelino Cabrera de la Fuente, profesor investigador del Departamento de Horticultura de la UAAAN y candidato al Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Para producir en México un kilogramo de tomate, se requieren 215 litros de agua en campo abierto o 36 litros en invernadero, con una huella hídrica de 13 litros por cada tomate —de aproximadamente 70 gramos.
El agua que deja de utilizarse en el sistema no se desperdicia, ya que después se agrega a un cultivo en campo abierto con riego por goteo.
UN CICLO VIRTUOSO Y DE BAJO COSTO
El científico explicó que el sistema está basado en tubos de policloruro de vinilo (PVC). Esos tubos están conectados a una bomba, semejante a la utilizada en las peceras, y requiere energía eléctrica mínima. El agua cae en un contenedor y de ahí la bomba la ingresa al tubo en flujo donde están las raíces. El tubo tiene una ligera pendiente de 10 por ciento para que, a la salida, la solución caiga en el contenedor receptor donde está la bomba que hace que reingrese al punto de entrada. El desgaste de agua es mínimo, aproximadamente, por semana, solo se pierde un litro de agua, en un ciclo a nivel invernadero con una duración de 150 a 180 días con un costo aproximado de 800 pesos por módulo.
“Reducimos el uso de agua y pesticidas, también damos un producto amigable para el consumo humano. El proyecto trata de hacer más sustentable el uso de recursos, sabemos que hay una fuerte problemática que es el cambio climático y siempre hemos inculcado en la formación de profesionistas el cuidado de los recursos: suelo, agua, atmósfera. En este caso, adicionamos otro factor importante: cuidar la calidad nutracéutica durante la producción”, detalló el investigador Cabrera de la Fuente.
El especialista agregó que desean hacer rentable todo el sistema e involucrar a todos los integrantes de la familia en la generación de ingresos, aunque, inicialmente, la producción debe ser destinada para el autoconsumo en el hogar.
“Queremos crear conciencia en la población y en el productor de que están generando alimentos saludables. La idea es involucrar a personas de las comunidades, que aprendan la técnica, que aprendan cómo hacerlo, hagan uso sustentable de los recursos y produzcan su propio alimento de acuerdo con sus posibilidades”.
El doctor Cabrera de la Fuente enfatizó que el sistema se puede aplicar en zonas rurales que tienen escasez de recursos pero potencial para desarrollar este tipo de proyectos. El científico desea llevar su innovación a productores y gente con intención de producir sus propios alimentos saludables en zonas aisladas y con escasez de agua.
“Me gustaría manejarlo a campo abierto, queremos que lo adopten los productores, algunos son de escasos recursos y no pueden hacerlo en invernadero o no cuentan con la experiencia en el cultivo de tomate. Buscamos inculcarles primero el método, el sistema productivo de tomate en campo abierto con variedades y costos económicos y, posteriormente, lo manejen a la perfección y no dependan del asesor técnico para la producción”.
Este proyecto contempla capacitar a los agricultores, que tengan independencia técnica y puedan hacer las gestiones necesarias para generar una empresa más grande y rentable en beneficio de su familia y comunidad.
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