Mujer camina maratón con un tambo de agua en la cabeza

15 mayo 2015

 

Thomas Samson/AFP/Getty Images

 

Ella caminó para llamar atención hacia la falta de agua para varias naciones del continente africano. Ella ha tenido que viajar cinco millas (ocho kilómetros) múltiples veces al día para proveerle agua limpia a su familia para que ellos puedan regar el jardín, lavar cosas y tomar agua potable desde que tenía apenas siete años de edad.

Su historia es similar a las de casi 240 millones de personas que residen en África al sur del Sahara y que no cuentan con acceso a agua potable, según la Organización Educacional, Científica y Cultural de las Naciones Unidas.

En aquellos países las mujeres y niñas reciben pedidos rutinarios de encontrar fuentes de agua potable para así traerla de regreso a su familia. Las niñas que van en busca del agua muchas veces no tienen tiempo para ir a la escuela, un hecho que limita sus oportunidades a futuro. Water For Africa (Agua para África), es una organización con fines caritativos basada en el Reino Unido que espera poder eliminar este problema al construir y mantener fuentes de agua por toda África.

Un estudio citado por UNICEF en Tanzania demostró que había un incremento del 12 por ciento en presencias en la escuela cuando el agua estaba al alcance de la gente a 15 minutos o menos de distancia, comparado con cuando esta se ubica a más de 30 minutos.

Sheryl Greentree, directora ejecutiva de ¨Agua Para África¨, y Sanneh habían detallado la historia de su travesía un par de semanas antes de el maratón junto a las imágenes que dieron la vuelta alrededor del mundo.

"El tiempo que me toma cubrir esa distancia es demasiado¨, Sanneh declaró con la ayuda de un traductor sobre sus caminatas para buscar agua. ¨No te puedo decir cuantas horas son ya que esto es parte del día a día de mi vida para mi. Lo hacemos durante todo el día¨.

El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas citó a una investigación que demuestra que las mujeres y chicas que viven en países africanos pobres ubicados al sur del Sahara se pasan 40 mil millones de horas por año buscando agua. Ese es el equivalente de un año entero de trabajo de toda Francia.

Greentree dijo que Sanneh nunca se había ido de su comunidad antes de visitar París y su viaje a Francia incluyó a su primera vez viajando en avión, bajando por una escalera mecánica y saboreando comida de McDonald´s. Aquella también fue la primera vez que Sanneh fue testigo de gente derramando agua sobre sus cabezas o tirándola al piso durante instancias de hidratación durante el maratón.

"Ellos estaban desperdiciando agua y yo no estaba muy contenta al respecto ya que donde yo vivo la gente necesita agua para todo. Así que yo pensaba que ellos contaban con lo suficiente y ahora la están desperdiciando¨, dijo Sanneh.

Debido a que la gente de ¨Agua para África¨ temía que Sanneh no termine hasta después del atardece, ella no completó la carrera.

Sin embargo, el puñado de horas durante el cual ella estuvo involucrada tuvieron su impacto. Sanneh fue recibida con aplausos, aliento y besos de los corredores que admiraban su mensaje. Sanneh caminaba hacia delante con una presencia real mientras ella jamás perdía el control de su jarrón de agua.

 

Siabatou Sanneh
Courtesy Water For Africa

 

¨Ella es una mujer tan increíble¨, dijo Greentree. "Ella irradia calma y nada la altera¨.

Mientras que la resistencia física de Sanneh para llevar agua por millas y millas es impresionante, el cuidado con el que ella manejaba al jarro también debería ser admirada. Durante sus décadas de caminar, ella jamás ha derramado su agua.

¨En mi vida, el agua es muy pero muy preciosa para mi¨, dijo Sanneh. ¨El agua lo es todo para nosotros. Yo siempre soy muy cuidadosa llevando agua¨.

Con la ayuda de ¨Agua para África¨ para recaudar fondos, la aldea de Sanneh ahora cuenta con una fuente sostenible de agua potable. Su maratón diaria ahora se ha visto acortada a unos pocos pasos de la puerta de su casa.

Cuando le preguntan a ella como el agua limpia y su viaje a París le cambiaron la vida, Sanneh se concentra en como eso le ha cambiado y mejorado la vida diaria a sus cohabitantes de la aldea.

¨Ellos están muy contentos por no tener que tomar más desde fuentes abiertas¨, ella dijo. ¨Y ellos ya no están caminando lejos para buscar agua¨.

 


15 de mayo de 2015
Fuente: ESPN

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