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Pérdidas de 20 mil mdp por sequía

21 septiembre 2009

21 de septiembre de 2009
Fuente: El Sol de México
Por José Luna

Ciudad de México.- Durante los meses de julio y agosto, México registró la sequía más severa de los últimos 60 años y principalmente ocho entidades federativas padecieron estragos severos por la ausencia de lluvia y el sobrecalentamiento global del planeta; tan sólo las pérdidas en la producción de maíz y frijol fueron de 20 mil millones de pesos.

El Gobierno federal, en coordinación con los gobiernos estatales, dispuso de un presupuesto de 900 millones de pesos para la adquisición de un seguro catastrófico para 6.6 millones de hectáreas y 4.1 millones de cabezas de ganado, mediante el cual se cubren primas por más de 9 mil millones de pesos.

Para las hectáreas que no alcanzan ser cubiertas con los seguros catastróficos, se dispuso de un presupuesto adicional de 574 millones de pesos, de los cuales 287 son recursos directos del Gobierno federal y una cantidad similar corresponde a la aportación de los estados.

A inicios de septiembre la información de que se disponía sobre el periodo irregular de lluvias en algunas regiones del país era de afectaciones severas en 312 mil 937 hectáreas de maíz, sorgo, trigo y frijol, principalmente.

El 90 por ciento de las hectáreas afectadas son de maíz, 5 por ciento de frijol y el resto de otros cultivos; es decir, que de los 17.8 millones de toneladas de producción de maíz, 20 por ciento se verá afectada por sequía (el doble de lo que se pierde en un año normal por merma).

Los principales estados con problemas de sequías fueron Aguascalientes, Campeche, Chiapas, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.

El senador Antonio Mejía Haro, presidente de la Comisiones de Recursos Hidráulicos y de Estudios Legislativos del Senado de la República, afirmó que a raíz de la sequía se han registrado pérdidas cercanas a los 20 mil millones de pesos en la producción de maíz y frijol.

Empero, los pronósticos dejan ver que el panorama mejorará, ya que la superficie sembrada a esa fecha era de 11.2 millones de hectáreas, lo que representa un 89.2 por ciento de la meta programada para el ciclo agrícola Primavera-Verano 2009.

Tal perspectiva está basada en gran parte en la llegada de las lluvias así como en niveles óptimos en las presas; sin embargo, falta ahora esperar hasta dónde las tormentas causan inundaciones que puedan perjudicar las siembras.

La incertidumbre tiene fundamentos en la explicación científica de que los fenómenos climáticos extremos se han vuelto cada vez más comunes no solamente en el país, sino también en varias partes del mundo, incluyendo períodos de lluvias intensas y más días de sequía consecutivos.

Lo confirman informes de distintas dependencias de gobierno como la   Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Según datos de la Conagua, el cambio climático y la escasez de agua podrían incrementar la sequía en el país alcanzando una situación crítica en el primer trimestre de 2010.

Estimaciones de la Semarnat indican que entre 93 y 97 por ciento del total de la superficie nacional con desertificación en las zonas secas, ya se encuentra en los niveles de afección ligera y moderada.

La Sagarpa reconoció que en caso necesario habrá de recurrirse a la reserva estratégica de granos y a la importación de un millón y medio de toneladas de maíz.

Por su parte, la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG) que preside por Oswaldo Cházaro Montalvo, estableció que debido a la sequía atípica que se presentó en todo el territorio nacional en esa actividad se registró la muerte de decenas de miles de cabezas, pero casi de inmediato fue corregido por la Sagarpa que reconoció que ascendió a cerca de 3 mil.

Las pérdidas impactaron los costos de producción, ya que al ganado hay que mantenerlo primero vivo y después produciendo; el problema de la sequía representa falta de forrajes y escasez de agua para abrevar.

* EL CICLO DE SEQUÍA PODRÍA DURAR DE CINCO A 10 AÑOS

En tanto, estudios del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) confirman que la onda de calor y sequía del presente año no es temporal. En 2007 el promedio de lluvia anual fue de mil 107 milímetros, en 2008 apenas se acumularon 664 mm, y en los primeros ocho meses del 2009 llovió 400 milímetros, cuando se había pronosticado sobre 460.

De mantenerse esa tendencia, según investigaciones del Cinvestav, calculando que llueva menos de 500 milímetros este año, significaría que se está entrando de lleno a un ciclo de sequía que podría durar de cinco a 10 años.

En los retos a enfrentar por la crisis alimentaria y el cambio climático coinciden también el doctor Clive James, fundador y director general del Servicio Internacional para la Adquisición de las Aplicaciones Agro-biotecnológicas; el doctor Kevin Pixley, director Asociado del Programa Global de Maíz, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

El doctor Clive James destacó que las estimaciones de población y recursos renovables disponibles del 2010 al 2050 requerirán de innovadores desarrollos científico-tecnológicos para garantizar la seguridad alimentaria, y que el cambio climático es un importante factor de riesgo para la producción de alimentos y el desarrollo.

Pero aclara que ningún planteamiento agrícola por sí mismo permitirá duplicar la producción de alimentos, forraje y fibra que asegure la sustentabilidad. Una estrategia de mejora de cultivos exitosa debe integrar las mejores técnicas agrícolas convencionales y lo mejor de la biotecnología con el objetivo de optimizar la productividad, coinciden Clive James, José Luis Solleiro y Kevin Pixley.

Manifiestan además que aumentar la eficiencia del consumo de agua tendrá importantes repercusiones para la conservación y disponibilidad de este recurso en todo el mundo.

Simplemente, apuntan, la agricultura consume el 70 por ciento del agua dulce del mundo, y es evidente que esto no se podrá sostener en el futuro con el crecimiento demográfico estimado para mediados de siglo.

* MAÍZ TRANSGÉNICO

Destacan por ello la necesidad de que ante la crisis mundial alimentaria, países como México implementen la biotecnología en el campo. En próximos días la Sagarpa podrá dar a conocer el resultado de las primeras 25 solicitudes para la siembra experimental de maíz transgénico.

La biotecnología agrícola ofrece importantes beneficios para que los cultivos se adapten a las condiciones del cambio climático. La modificación de plantas con genes resistentes a la sequía, permiten que las plantas toleren estas condiciones adversas y estabilicen sus rendimientos en periodos de escaso suministro de agua.

Los organismos genéticamente modificados actuales resistentes a sequía requieren menores cantidades de recursos para producir de forma significativa, ahorrando con ello hasta un 25 por ciento de agua que se aplica normalmente para el riego de dichos cultivos; se estima que el aumento en la productividad del maíz tolerante a sequía pueda alcanzar entre el 20 y el 30 por ciento.

La principal fuente de alimento son los cultivos de arroz, soya, maíz y trigo, por lo que el principal reto global es duplicar la cantidad de alimentos en la misma extensión de tierra cultivable, que representa aproximadamente mil 500 millones de hectáreas.

La FAO estima que existen más de mil millones de personas desnutridas en el mundo y en su pronóstico más reciente apunta a una merma de 3.4 por ciento en la producción mundial de cereales en 2009, debido principalmente a plantaciones y rendimientos menores en los países desarrollados.

En América Latina se pronosticó inicialmente en 124.6 millones de toneladas la producción de cereales, aproximadamente un 14 por ciento menos que la producción máxima obtenida en 2008 y 4 millones de toneladas por debajo de la media de los últimos cinco años.

Asimismo, los altos precios de los alimentos continúan siendo un motivo de preocupación para la seguridad alimentaria de las poblaciones vulnerables de las zonas tanto urbanas como rurales, ya que estos grupos invierten una gran parte de sus ingresos en la compra de alimentos.

De acuerdo con el Informe del Banco Mundial (BM) sobre las respuestas latinoamericanas al desafío del cambio climático, el calentamiento del sistema climático ha incrementado en un grado centígrado las temperaturas de dicha región durante el siglo XXI.

* HASTA EN 50 POR CIENTO DISMINUIRÁ PRODUCCIÓN DE GRANOS

La Sagarpa anunció a fines de agosto que la producción de granos básicos como el frijol, sorgo, maíz y arroz que se tenía pronosticada para todo el año se verá reducida hasta en 50 por ciento, debido a la sequía.

El pasado 31 de agosto, el todavía titular de la Sagarpa, Alberto Cárdenas Jiménez, declaró previo a los primeros cambios anunciados por el presidente Felipe Calderón Hinojosa, luego de su mensaje con motivo del Tercer Año de Gobierno: "En este tiempo que llevamos de gobierno del presidente Calderón hemos visto, por ejemplo, los impactos fuertes que tuvo cuando en Oceanía hubo una sequía tremenda que fue lo que disparó el precio de la leche a precios nunca antes vistos por la humanidad. Prácticamente en cuestión de semanas se dobleteó el costo cuando hubo una sequía prolongadísima en una de las zonas más productoras de leche en el mundo".

"Ahora vemos ahí a Argentina como en sus prospectivas ya anuncian inclusive importaciones de carnes o bajar su consumo por también algún tipo de anomalía que traen, o la India como el año pasado en el tema de la caña de azúcar, pues también se impactó severamente", resumió así la gravedad de los efectos del cambio climático y la urgencia de adoptar estrategias efectivas para revertirlos.