Revolución hídrica es obligatoria

08 diciembre 2010

Sin financiamiento, muchos agricultores no pueden mejorar sus antiguos sistemas de riego, clave para que el agro de México soporte los efectos del cambio climático y reduzca su aporte de gases contaminantes

8 de diciembre de 2010

Fuente: Periódico Síntesis

Foto: Especial/Sìntesis

Irrigar por goteo o por presión son dos opciones modernas y de menor consumo de agua y electricidad, lo que a su vez reduce la quema de combustibles fósiles y la emisión de gases de efecto invernadero.

Pero estos “nuevos sistemas son caros. Con ellos podríamos sembrar todo el año y tener más empleos y más ingresos”, dijo el agricultor Oseas Espino, que planta sorgo en unas 30 hectáreas del municipio de Yecapixtla, Morelos.

Espino ilustra miles de casos de pequeños y medianos productores agrícolas que no pueden modernizar el riego.

El sistema más recurrido es por gravedad, mediante equipos electromecánicos, pero que “genera ineficiencia en el uso de agua y electricidad”, indicó el asesor del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, Nemecio Castillo.

Para la actividad agropecuaria funcionan 118 mil pozos en México, pero las autoridades han rehabilitado sólo 6 mil de ellos.

Un pozo ineficiente consume por año unos 200 mil metros cúbicos de agua y genera 350 toneladas de dióxido de carbono (CO²), uno de los gases responsables del calentamiento.

Uno operado con técnicas modernas requiere la mitad de agua y reduce la contaminación climática a 98 toneladas anuales de CO², estiman las organizaciones no gubernamentales El Barzón y Oxfam México, que impulsan un plan para modernizar el riego agrícola.

Según estas organizaciones, el desperdicio de agua en la agricultura determina que más de 80 por ciento de los 180 mayores acuíferos mexicanos estén sobreexplotados y que ya resulte difícil sostener el riego.

¿Agro en riesgo?

Las cosechas más abundantes en México son de maíz, frijol y sorgo, que consumen mucha agua.

El maíz –base de la tortilla, el alimento nacional– requiere mil 700 metros cúbicos de agua por tonelada producida, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación. Y una tonelada de sorgo, mil 200 metros cúbicos.

De las 630 mil unidades de producción agrícola registradas, sólo 16 por ciento tienen riego y apenas 12 por ciento aplican técnicas no convencionales, indican El Barzón y Oxfam.

Existen 85 distritos de riego que ocupan 3.5 millones de hectáreas en manos de 583 mil usuarios, sobre todo en el centro y el norte, según la Comisión Nacional del Agua.

Esos distritos demandan por año 30 mil millones de metros cúbicos de agua, 90 por ciento de ella procedente de presas y 10 por ciento de fuentes subterráneas.

Entre 2000 y 2009 el consumo eléctrico agrícola aumentó 17 por ciento. El subsidio estatal a la compra de energía con este fin, de casi 50 centavos de dólar por kilovatio, costó este año unos 640 millones de dólares de fondos públicos.

Mediante gravedad “se riega una hectárea en 24 horas, mientras que por goteo se hace en tres o cuatro horas”, dijo el ingeniero en irrigación José de Santos, egresado de la Universidad Autónoma Chapingo.

Según Oxfam, la combinación de un pozo eficiente y riego modernizado equivaldría a reducir en 36 por ciento en emisiones de CO² y a ahorrar 40 por ciento del consumo de energía y 50 por ciento del de agua.

Desde 2006, la Comisión Nacional del Agua modernizó la irrigación de 599 mil hectáreas, con un financiamiento de 240 millones de dólares. El objetivo es llegar a 2012 con 1.2 millones de hectáreas cubiertas.

Artículos relacionados
Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

El crecimiento de las ciudades sin planificación modifica por completo el ciclo del agua.  ¿Cómo podemos incorporar el agua en las dinámicas de la ciudad?  ¿Conoces a las ciudades esponja?   ¿Qué sabes sobre el tema?

¡Pon a prueba tus conocimientos en este tema! ¡Y diviértete!

 Ir a la trivia