Flotar o no flotar…
MANOS A LA OBRA
- Pon en el fondo del vaso dos centímetros de miel (mídelos con la regla).
- Vierte dos centímetros de agua sobre la miel, intercalando una cucharita para disminuir la fuerza de caída del líquido.
- Finalmente, vierte de la misma manera dos centímetros de aceite sobre el agua. ¿Qué sucede?
- Deja caer en el vaso la bolita, la tapa de plástico y el corcho. ¿Qué puedes observar?
¿POR QUÉ SUCEDE?
Todo esto sucede gracias a la densidad.
La densidad de un material es su peso por unidad de volumen; es decir, la densidad del agua es 1 porque un litro de agua pesa1 kg. y la densidad del hielo es 0,9 porque un litro de hielo pesa900 gramos.
Las diferencias en la densidad de los cuerpos se deben a la organización de la materia que los constituye. Así, por ejemplo, los sólidos son en general más densos que los líquidos, y éstos son más densos que los gases.
En esta actividad, el agua flota sobre la miel, pero se hunde en el aceite.
Los tres líquidos quedaron ordenados de arriba hacia abajo, de más a menos densos.
Por otro lado, los líquidos ejercen sobre los cuerpos sumergidos en ellos una fuerza en sentido contrario al peso, llamada empuje.
El empuje será mayor cuanto mayor sea la densidad del líquido. Por eso la tapa de plástico se hundió en el aceite, pero no en el agua.