Sustentabilidad
Desarrollo sustentable
Desde finales de los 50s la economía mundial optó por un desarrollo modernizador basado únicamente en el crecimiento, es decir el aumento de la producción y el consumo con base en la implementación de nuevas tecnologías y en el uso indiscriminado de los recursos naturales; los parámetros que cuentan son los de producción y consumo.
Este modelo se ha promovido de manera generalizada y, a pesar de las cifras espectaculares de riqueza que puede arrojar en ciertas condiciones, pocos son los países que han logrado un nivel de vida satisfactorio para su población general. El costo ambiental que involucra ha superado al beneficio económico al no considerar que los recursos de los que depende se agotan o se deterioran.
El concepto de desarrollo sostenible, se acuñó por primera vez en 1987 y se refiere a un desarrollo socioeconómico que considera el carácter finito de los recursos naturales, su deterioro y considera también la equidad en el reparto del bienestar social.
Desarrollo que permite satisfacer las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
El desarrollo sustentable considera los factores de economía de recursos, protección ambiental y equidad para concebir e implantar modelos de producción y consumo que no degraden los recursos naturales de los que dependen y satisfagan las necesidades de la población general actual y futura.
Servicios ecosistémicos
México cuenta con una alta heterogeneidad ambiental que propicia una gran diversidad biológica y un capital natural destacado; sin embargo, en los últimos 80 años los ecosistemas en México y en el resto del mundo han sufrido una degradación creciente y acelerada.
La degradación ambiental tiene un impacto directo sobre la producción de servicios ecosistémicos, es decir, los beneficios que la sociedad obtiene del correcto funcionamiento de los ecosistemas. Los servicios ecosistémicos, servicios ambientales o contribuciones de la naturaleza, son las condiciones y los procesos por medio de los cuales los ecosistemas naturales sostienen la vida humana[1].
Existen cuatro categorías de servicios ecosistémicos[2] (Ver Ilustración 1):
- Servicios o bienes de provisión: son de consumo directo y son necesarios para la subsistencia y el bienestar de las personas (por ejemplo, agua y alimentos).
- Servicios de regulación: proveen a la sociedad de un ambiente habitable, incluyen servicios como la regulación del clima, de la calidad del aire, de eventos climáticos extremos y el control de plagas y enfermedades.
- Servicios culturales: beneficios no materiales (espirituales, estéticos, de recreación, educativos, salud física y mental, entre otros).
- Servicios de soporte: Conformado por los servicios ecológicos básicos que determinan el funcionamiento de los ecosistemas y el flujo adecuado de los primeros tres tipos de servicios, incluyen a la formación del suelo, ciclo de nutrientes y producción primaria.
Ilustración 1. Servicios Ecosistémicos. Obtenido de WWF México
Al degradar los ecosistemas, afectamos nuestro aprovisionamiento de servicios y comúnmente se tienen consecuencias directas en aspectos sociales y económicos, por ejemplo, en el aumento de pobreza, pérdida de oportunidades de desarrollo económico y el surgimiento de nuevas enfermedades.
Un buen ejemplo para comprender este vínculo ecológico-social-económico, es mediante el análisis del caso de los humedales costeros del país, de los cuales, más del 50% se encuentran afectados [3].
Los humedales costeros son ecosistemas muy productivos, su estado de conservación determina la presencia (o ausencia) de especies que tienen un alto impacto económico y que conforman una actividad de la cual dependen muchas personas, desde pescadores, hasta consumidores (Ver Ilustración 2). Al degradar el estado ecológico y la productividad de los humedales, por ejemplo, mediante el cambio de uso de suelo y la consecuente deforestación del territorio, se acaba también con la industria pesquera de las regiones y se incrementa la vulnerabilidad de las comunidades humanas ante eventos climáticos, como los huracanes[3].
Ilustración 2. Servicios ecosistémicos de los manglares. *Entre los humedales costeros, que incluyen marismas, esteros y lagunas, destacan los manglares por la importancia de los servicios ambientales que proveen. Fuente: Agua en México. Un prontuario para la correcta toma de decisiones
Con el objetivo de recuperar la funcionalidad de los ecosistemas y con ello, de los servicios ecosistémicos, diversas naciones en todo el mundo se han comprometido a incrementar los esfuerzos por la restauración ecológica. Durante el mes de junio de 2021 inició el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, estrategia que busca aumentar a gran escala la restauración como una medida para luchar contra el cambio climático y mejorar la seguridad alimentaria, el suministro de agua y la conservación de la biodiversidad[4].
De manera individual, son diversas las acciones que podemos tomar para contribuir a detener la degradación ecológica y apoyar la restauración ¿Quieres saber más del tema? Visita nuestro texto del mes: Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas
Referencias:
[1] Daily, G. (1997). Nature´s services. Societal Dependence on Natural Ecosystems. Washington, DC, Island Press
[2] MEA. (2005). Ecosystems and human well-being: A framework for assessment, Washington, DC, Island Press.
[3] Warman, G.J. (2014). Beneficios socioeconómicos y de conservación derivados de la recuperación del capital natural. En: Ávila-Foucat (Coord) (2014).Pobreza y sustentabilidad. Capitales en comunidades rurales. Universidad Nacional Autónoma de México. Ciudad de México, México. 301 p.
[4] ONU. Programa para el medio ambiente (2021). Nueva década de la ONU para la Restauración de los Ecosistemas, una gran oportunidad para la seguridad alimentaria y la acción climática.
Consumo de agua
El mundo está cambiando a gran velocidad y la población mundial es cada vez más numerosa. Crece el desarrollo tecnológico, industrial y de servicios, y con ello se incrementa también la presión sobre los recursos naturales; la sustentabilidad de los sistemas y el desarrollo, se ha convertido en un objetivo de enorme importancia.
Para contribuir a alcanzarlo es necesario pensar distinto y relacionarnos con el entorno y sus recursos, de una forma diferente.
Seguramente conoces muchas formas en las que podemos usar el agua para reducir nuestro consumo: lavarse los dientes con un vasito, lavar el auto usando una cubeta, colectar el agua que cae de la regadera mientras adquiere la temperatura deseada, entre otras.
Sin embargo, hasta ahora este tipo de acciones no han impactado positivamente para resolver la problemática que enfrenta el agua en México y en el mundo.
En los últimos años se han desarrollado nuevos conceptos que modifican nuestra forma de ver el agua y llaman la atención al respecto.
Agua Virtual
Es muy probable que no nos hayamos preguntado cuánta agua se necesita para producir la carne que comemos, la ropa que nos viste y todos los artículos que utilizamos cotidianamente.
El agua que usamos en nuestras actividades diarias como bañarnos, lavar la ropa o preparar los alimentos representa sólo el 4% de la que en realidad utilizamos. El otro 96% se consume de forma indirecta a través de los productos y servicios que empleamos.
El agua virtual es toda el agua que se necesita para producir y empacar los bienes y servicios que consumimos. Se dice que es virtual porque no está presente como tal, en los productos finales.
Agua virtual en los productos que consumimos
Promedio global de contenido de agua virtual de algunos productos, por unidad de producto.
Huella Hídrica
La huella hídrica, es un concepto ligado al de agua virtual pero éste evalúa toda el agua que empleamos en nuestra vida diaria; es un indicador del agua total que utilizamos por nuestros hábitos de consumo.
Considera el agua que se requiere para producir, empacar y transportar lo que consumimos y limpiar lo que se contaminó en el proceso.
La forma en que se fabrica un producto, en dónde, en qué momento, y si el agua se usó eficientemente, son factores que impactan el cálculo de su huella hídrica.
Componentes de la huella hídrica
Huella hídrica azul; volumen de agua que se obtiene directamente de fuentes naturales como aguas superficiales o subterráneas, para producir los bienes y servicios consumidos por un individuo o comunidad.
Huella hídrica verde; volumen de agua que se obtiene de la lluvia almacenada en la tierra como humedad, para producir los bienes y servicios consumidos por el individuo o comunidad.
Huella hídrica gris; volumen de agua contaminada asociada a la producción de los bienes y servicios para el individuo o comunidad. Su calculo incluye el volumen de agua que se necesita para disolver los contaminantes que se generaron en el proceso, hasta recuperar una calidad de agua deseable.
Agua que se utiliza en una región
Las condiciones geográficas, el clima y el nivel de desarrollo tecnológico determinan la cantidad de agua que una región utiliza.
No todos los bienes que se consumen en una región se producen localmente. Cuando se importan, también se importa la cantidad de agua que se usó en otro lugar para producirlos y transportarlos. Cuando se exportan, también se exporta el agua. Es así que la huella hídrica de un país se compone del agua propia que utiliza para producir lo que consume, más el agua de lo que importa, menos el agua de lo que exporta.
La huella hídrica es un indicador de la demanda de agua necesaria para la producción respecto a los recursos hídricos del planeta, y desde la creación de este concepto en 2002, ha sido una herramienta útil, que permite comprender el impacto que causan los hábitos de consumo de la población en el medio ambiente.
La huella hídrica promedio de México es de 1,978 metros cúbicos por habitante al año, superior al promedio mundial, que es de 1,385 metros cúbicos por habitante al año.
En 2014, México exportó 9,136 millones de metros cúbicos de agua virtual e importó 31,395 millones, es decir, tuvo una importación neta de 22,259 millones de metros cúbicos, de la cual, el 50.9% estuvo compuesto por productos agrícolas, el 34.9% por productos animales y el 14.1% por productos industriales.
El mundo ahorra agua al exportar productos agrícolas de regiones con alta disponibilidad de agua hacia regiones con baja disponibilidad. Mediante el mercado de agua virtual, productos que consumen gran cantidad de agua se transfieren de países que la tienen a otros con escasez o problemas de distribución.
Con el uso indiscriminado de los recursos naturales –en especial el agua–, es común que el costo ambiental supere al costo económico de los productos procesados.
Calcula tu Huella Hídrica
Calculadora de AQUAE Fundación
Consumo responsable: Tips
El mundo dispone de 12 mil 500 a 14 mil millones de metros cúbicos de agua por año para uso humano. Esto representa unos 9 mil metros cúbicos por persona al año, según se estimó en 1989. Se calcula que para el año 2025 la disponibilidad global de agua dulce per cápita descenderá a 5 mil 100 metros cúbicos por persona al año, pues se sumarán otros 2 mil millones de habitantes a la población del mundo. Aun entonces, esta cantidad sería suficiente para satisfacer las necesidades humanas siempre y cuando el agua estuviera distribuida por igual entre todos los habitantes del mundo.
Ante este panorama, la necesidad de generar estrategias para fomentar la consciencia del uso y la conservación del agua se vuelve prioritaria y común a todos los seres humanos.
Consejos de ahorro de agua
Más consejos para ahorrar agua:
- Instala ahorradores de agua en las llaves del fregadero, regaderas y lavabos.
- Lava los platos justo después de la comida.
- No tires cáscaras o residuos en el fregadero.
- No dejes correr el agua mientras te lavas las manos o cara.
- Cierra la llave del agua mientras te cepillas los dientes, utiliza un vaso.
- No te rasures mientras te bañas.
- Procura tener un excusado con descarga ahorradora, si no lo tienes, coloca dos botellas de dos litros llenas, así por lo menos ahorrarás cuatro litros.
- Usa la lavadora sólo con cargas completas para no desperdiciar agua o elige una lavadora que permita utilizar menos agua.
- Si usas jabones biodegradables puedes aprovechar el agua que sale de la lavadora para regar tus plantas.
- Consume productos que no promuevan la deforestación.
- Usa jabones y champús biodegradables para el aseo personal y de la casa.
- Selecciona plantas nativas de la zona en donde vives, porque están mejor adaptadas al clima del lugar y requerirán menos agua.
- En época de secas corta el pasto, pero no lo barras para evitar la evaporación.
- No cortes muy al ras el pasto, la altura conveniente es entre 5 y 8 cm.
Bibliografía:
- Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental (2015): Agua y Medio Ambiente: Un prontuario para la correcta toma de decisiones. .
- (2017): ¿Qué es el desarrollo sustentable?. Información disponible en: http://www.desarrollosustentable.co/2013/04/que-es-el-desarrollo-sustentable.html
- (2013): Desarrollo Sustentable. Información disponible en: un modelo de desarrollo económico mundial compatible con la conservación del medio ambiente y con la equidad social.