Tendrán industrias medidores de agua

07 diciembre 2015

El proyecto de Sapal contempla colocar medidores de descargas de aguas residuales en 800 tenerías. / Foto: Omar Ramírez

 

Son 800 tenerías y otros 500 establecimientos, entre hoteles, autolavados, restaurantes y otros, los que entrarían en este sistema.

Esto debido a que se surten de agua por medio de pipas u otras fuentes y descargan a las tuberías del Sapal el agua que utilizan sin pagar lo correspondiente por el saneamiento. Al no tener un control de la cantidad de agua que descargan las empresas, la inversión por el saneamiento debe hacerlo la paramunicipal.

Este gasto sin retribución es de aproximadamente 4.1 millones de pesos mensuales, pues sanear cada metro cúbico de agua cuesta alrededor de 10 pesos, informó el director del Sapal, Enrique Torres López.

“Es porque tenemos clientes que no le compran agua a Sapal. A un cliente doméstico, que es la mayor parte de nuestros clientes. Entonces, para establecer la tarifa de saneamiento en casa no tenemos problema porque sabemos cuánta agua damos y sabemos cuánto vamos a cobrar del saneamiento.

“Pero están los grandes consumidores de agua que no le compran a Sapal: las tenerías, los hoteles, los restaurantes, los autolavados… el agua que ellos utilizan nos llega a nosotros y hay un proceso de saneamiento que cuesta. Una toma doméstica tiene un costo, que se multiplica por 10 cuando se trata de descargas de la industria”, explicó el funcionario.

El proyecto

De acuerdo con estimaciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), por cada 100 litros de agua que se le suministran al usuario, 75 litros son devueltos como agua residual. Esta cantidad debe ser tratada por Sapal, y este servicio se le cobra solamente a las cuentas domésticas, que sí tienen medidor.

“Estamos partiendo de una base, que es la instalación de un medidor tipo el de agua potable, nada más que en un diámetro mayor donde de la fosa de decantación se le coloque una bomba y entonces el agua salga igual que en la bomba de las casas, pero en lugar de entrar ahora va a salir”, explicó.

El costo aproximado del proyecto es de 300 millones de pesos, por lo que autoridades del Sapal buscan un subsidio a fondo perdido del Fondo Nacional de Infraestructura y de la misma Comisión Nacional del Agua, de forma que la paramunicipal solo invierta unos 100 millones de pesos.

“Todo el proyecto cuesta como 300 millones de pesos, estamos pretendiendo que la mitad se vaya a fondo perdido con recursos del Fonadin, y tenemos la posibilidad de que Conagua se incorpore hasta llegar a dos terceras partes y tener ya a todo mundo medido y pague lo que tenga que pagar”, comentó Torres López.

Estos medidores funcionan a través de electromagnetismo. Actualmente, unos 30 negocios tienen instalados medidores ultrasónicos de aguas residuales, los cuales además de ser más caros, no son tan exactos como los electromagnéticos.

“Se pone un medidor arriba que es ultrasónico y que está mandando una señal para estar determinando cuál es la cantidad de agua que está saliendo en función de su velocidad, pero es muy caro. El medidor cuesta como 150 mil pesos y la caja para instalarlo 25 mil pesos más, se puede ir a lo mejor hasta 200 mil pesos.

“(Con los electromagnéticos) los negocios vacían su fosa cada vez que se les llena para que se esté midiendo, este flujo ya no es ultrasónico, es electromagnético. Es más barato, es más exacto y tiene mucho menos riesgos”, agregó.

Este proyecto se concesionaría, por lo que ya también hay pláticas para convocar a empresas interesadas en ejecutar el proyecto.

‘Hay mucho mercado negro’

Mientras evitó afirmar si los grandes consumidores de agua compran agua de pipa para evadir el pago de saneamiento al Sapal, el director de la paramunicipal, Enrique Torres López, señaló que la mayor parte de los proveedores de agua lo hacen de manera ilegal.

“No lo sé (si es con alevosía o no) y no me quiero meter en eso, prefiero tener números y no estar acusando a nadie. No sé si sea por brincarse la ley, por abusar o no sé por qué, el hecho es que el agua que nos llega de estas empresas a la planta, es mayor de la que nos están declarando.

“Hay mucho mercado negro, si no hubiera eso, Sapal no tendría problemas para competir porque transportar agua por tubo siempre va a ser más barato que transportarla por pipas, pero esa gente a pesar de que tiene una toma nuestra no la usa porque no lo puedo medir pero sí está descargando”, indicó.

De ahí la importancia de tener un control de las descargas que se reciben, pues independientemente de dónde obtengan el agua los hoteles, restaurantes y autolavados, lo importante para el Sapal es cobrar por el saneamiento.

“Para resolver eso necesitamos medir las descargas, si nosotros les medimos las descargas y nos pagan el saneamiento, ya no me importa de dónde se suministren el agua, al final van a venir conmigo porque lo que querían era que no se identificara cuánto estaban descargando.

“Si 10 pesos al mes (de saneamiento) de todos modos los tienen que pagar, entonces ya que se la compren a quien quieran”, mencionó.


7 diciembre 2015

Fuente: am

Nota de: Jorge Andrade Vázquez

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