Van 22 ataques de FARC a petroleras

13 julio 2015

Foto: Especial

Miles de familias colombianas sufren las consecuencias de un diálogo de paz que hasta el momento ha resultado infructífero, las negociaciones que el Gobierno mantiene con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARCS) en La Habana no ha logrado un cese al fuego definitivo y los ataques rebeldes de las últimas dos semanas no sólo dañaron infraestructura petrolera sino que causaron graves daños ambientales, desabasto de agua y más de 200 mil damnificados.

Los guerrilleros perpetraron uno de los mayores daños ecológicos en la provincia de Putumayo luego de hicieran explotar un oleoducto y más de 9 mil barriles de crudo se derramaran en el Río Mira y fueran a para a las aguas del Océano Pacífico afectando a su paso a decenas de poblaciones ribereñas de los ríos Canaupí y Rosario; además de que los choferes de 24 pipas fueran obligados a verter el chapopote en la vía que conduce al Puerto de Asís, una zona protegida por su valor ecológico.

“ El derrame más alarmante en diez años” declaró el presidente de Colombia Juan Manuel Santos.

Los atentados contra oleoductos se intensificaron a pasar de las demandas que ambas delegaciones negociadoras han hecho sobre el cese al fuego.

Autoridades colombianas atribuyeron los ataques a combatientes rebeldes, lo cuales sólo se limitaron a decir que es el Gobierno el responsable del ecocidio que está afectando a las provincia sureñas de Colombia.

“No hay mayor degradación medioambiental que el ecocidio perpetrado de forma constante por las políticas económicas de este gobierno al que las FARC combaten a diario, por las prácticas desreguladoras neoliberales que impiden el control y sanción a trasnacionales y grupos empresariales” dijo Carlos Antonio Lozada en una declaración leída en La Habana el 27 de junio.

Los negociadores se pronunciaron luego de que el 25 de junio según autoridades rebeldes del frente 48 Bloque Sur dañaran el oleoducto en Nariño al sur de Colombia provocando un derrame de 1.9 millones de litros de crudo, y dos policías muertos.

Según fuentes de la policía Nacional, los agentes fueron atacados cuando cumplían sus labores de control de tránsito y movilidad.

El derrame afectó a más de 200 mil personas entre habitantes del poblado y pescadores cuyo sustento depende de la fauna del Río Mira.

“Una cosa es negociar en medio del conflicto y otra es matar a los colombianos, destruir el medio ambiente y vulnerar la infraestructura” advirtió Jaime Libreros, experto en seguridad y analista en seguridad, a el diario Semana.

Pese a los ataques y estragos que el grupo guerrillero causó, el Gobierno anunció un acuerdo de cese al fuego que se pondrá en marcha a partir del próximo 20 de julio, el cual pretende frenar la reciente escalada de atentados perpetrados por las FARC.

Guerrilla pone trabas a Diálogos de Paz

El presidente Juan Manuel Santos, propuso un desarme bilateral a partir del 20 de julio en un acuerdo denominado “Acelerar en La Habana y Desescalar en Colombia”.

El gobierno:

Desarme tranquilo y transparente de las FARC
Aceptación de su papel como victimarios en la guerrilla
Cese al fuego
Dejar de sembrar minas en territorio colombiano

Las FARC:

Participación en la vida política del país
Reintegración a la vida civil de todos sus combatientes
Cese al fuego
Política de desarrollo agrario que impulse la producción del campo y de productos agrícolas en Colombia.

13 de julio del 2015

Fuente: La Razón