Los Yaquis y la guerra del agua

07 septiembre 2012

Pero como diría Jack, vamos por partes:

El grupo opositor de Cajeme al “Acueducto Independencia”, compuesto por políticos mayoritariamente del PRI, con menor participación de Panistas, por agricultores y una parte minoritaria de la etnia yaqui, asumió su postura de ir en contra del principal proyecto hidráulico en la historia de Sonora, alegando que les quitaban el agua.

Lo que ese mismo grupo no ha dicho es que los agricultores de Cajeme, le escamotean 500 millones de metros cúbicos de agua a la tribu yaqui quienes desde hace varias décadas mantienen un litigio para que el decreto, firmado durante la presidencia de Lázaro Cárdenas del Río, sea efectivo en la totalidad de la dotación que les otorga y no solamente en los 250 millones de metros cúbicos que les entregan.

Para la etnia yaqui esa dotación de agua implica estar en posibilidad de abrir cerca de 10 mil hectáreas de nuevas tierras de cultivo y eso significa para ellos generar no solamente alimentos, también mejorar las condiciones de vida de la etnia.

Apenas el año pasado, el todavía titular de Conagua, José Luis Luege Tamargo se reunió con las autoridades tradicionales de la Tribu y el principal reclamo fue precisamente ese: más agua para abrir más tierras de cultivo.

Ahora que el Gobierno del Estado pasó a la ofensiva en contra del grupo opositor no es de sorprender que una de las primeras acciones sea buscar a las autoridades de la Tribu y ofrecerles todo el apoyo jurídico para que puedan ganar la larga lucha legal que mantienen.

El secretario de Gobierno actual, Roberto Romero López ya inició con esa labor de acercamiento y como primero paso se reunió en Loma de Guamúchil con las autoridades de los ocho pueblos que conforman la etnia, llevándoles precisamente ese ofrecimiento.

Para el gobierno de Guillermo Padrés realizar un ofrecimiento como ese no representa mayor sacrificio, si los Yaquis no aceptan la ayuda el Estado no será afectado, pero si toman la palabra sí pudiera resultarle muy favorable por partida doble.

De entrada quitaría al grupo opositor la bandera que enarbola en el sentido de defender los derechos ancestrales de los Yaquis a tener agua y con ello también restaría impacto social a los líderes yaquis, no reconocidos por las autoridades tradicionales, como Tomás Rojo, que ahora los acompañan.

Esta arista, le permitiría a Padrés Elías presumir que la mayoría de la Etnia está de su lado porque su gobierno los ayuda y asesora para recuperar una dotación de agua que les pertenece y que los agricultores opositores al “Acueducto Independencia”, ahora les escamotean.

Una segunda victoria se podría inscribir en el plano del revanchismo si logran que la Etnia Yaqui gane el litigio.

Los agricultores de Cajeme alegan que el “Acueducto Independencia” les va a quitar 62 millones de metros cúbicos de agua para destinarla a Hermosillo; pero si la intervención estatal logra inclinar la balanza a favor de los Yaquis, los agricultores también estarían dejando de recibir otros 500 millones de metros cúbicos anuales, que es lo que actualmente no entregan a la Tribu.

Si bien la movida del Gobierno le puede resultar altamente productiva en un futuro, hay que esperar la forma como la operan; está claro que “El Nuevo Sonora” adolece de operadores que puedan manejar el arte de la política, se han distinguido por la capacidad de abrir frentes de lucha y la incapacidad de ganar batallas, algo que a la postre los podría llevar a perder esta guerra.

Habrá que darle seguimiento a las acciones que emprenda el Secretario de Gobierno, Roberto Romero López porque de su capacidad para convencer a la etnia, darles los apoyos necesarios y finalmente ganar el litigio, podría depender que puedan llegar a un acuerdo con el grupo opositor negociando en posición de fuerza y no de debilidad.