Apremios de contingencia en La Habana por recrudecimiento de la sequía

26 enero 2011

26 de enero de 2011
Fuente: Tribuna de La Habana
Nota de Irene Izquierdo

Cuando la lluvia se niega a caer la sequía es dueña, y la aridez del terreno comienza a dejar sus huellas. Según los expertos, ese término se aplica a un período de tiempo durante el cual la escasez de precipitaciones produce un desequilibrio hidrológico grave. Su seriedad depende del grado de humedad, la duración y la superficie del área afectada.

Este fenómeno natural puede dañar más, si los hombres no quieren ver cuánto es posible hacer en aras de minimizar los efectos de un mal que hoy afecta a gran parte de la humanidad.

La situación actual de La Habana es grave. La prolongada sequía provoca la depresión de varias fuentes de abasto, tanto de aguas superficiales como subterráneas, y sus niveles, en algunos casos, están totalmente agotados.

Es una especie de depresión sostenida, con la pérdida principal en los volúmenes. La cuenca Almendares-Vento, conocido como principal abastecedor de la ciudad, tenía su cota en 0, 6 2 metros al cierre de diciembre, con un aporte de solo 400 litros por segundo, para un déficit de 106 mil 613 metros cúbicos cada día, a lo que se suma la actual situación de Aguada del Cura, Meireles y Rincón, que eleva la carencia a un total de 174 mil 521 metros cúbicos por día. Esa cifra se pudiera elevar a 206 mil 552 metros cúbicos.

Hay dificultades a consecuencia de las bajas presiones, sobre todo en Centro Habana, La Habana Vieja y Cerro, pero los demás territorios -Diez de Octubre, Plaza de la Revolución, La Lisa, Marianao y Playa- también tienen afectaciones.

También está compleja la situación en el Sistema Oeste -Marianao, La Lisa y Playa-; Ariguanabo y Cosculluela, las dos principales fuentes de abasto, tienen un descenso tal en los niveles, que as autoridades se han visto obligadas a regular la extracción en más del 50 por ciento de los pozos o equipos que las conforman.

En el este preocupa mucho la Planta Potabilizadora Norte Habana, sistema que recibe el líquido desde las presas La Coca, La Zarza y Bacuranao; las dos primeras tienen sus volúmenes muertos, sin posibilidades de entrega. Solo es factible suministrar a través de la presa Bacuranao, pero con una capacidad inferior al 50 por ciento de la que puede procesar la planta -300 litros por segundo-, razón por la cual el trabajo es intermitente.

Los volúmenes de agua dejados de entregar cada día son de A 55 mil 296 metros cúbicos.

La Empresa del Sur, la fuente Paso Seco, que entrega a Arroyo Naranjo y la parte norte de Boyeros. En tiempos normales debe bombear mil 600 litros por segundo y ahora solo puede extraer el 50 por ciento. Por eso, desde el comienzo del actual período seco han buscado alternativas como la regulación de los equipos de gran caudal, reperforación de los pozos a más profundidad e instalación de equipos de menor caudal.

Una de las medidas puesta en práctica ha sido la de alargar el ciclo de suministro; en muchos lugares donde hasta ahora las entregas se llevan a cabo en días alternos, se hará cada tercer día, algo que, previamente, se discute con los pobladores de cada zona afectada.

Desde finales de 2009, para las autoridades de la provincia una de las soluciones ha estado en la entrega mediante carros cisterna de las entidades de recursos Hidráulicos, con el apoyo de diferentes organismos para satisfacer, en lo posible, la creciente demanda.