Prevén escasez de agua por reducción de los glaciares en el Pico de Orizaba

15 enero 2013

Siete glaciares que hace dos décadas tenía, sólo dos sobreviven, pero entraron en una crisis aguda por la carencia de nieve.

Esta condición, visible desde el valle de Orizaba, pudiera ser producto de que el clima ha cambiado de manera drástica, “no se ha presentado el clima necesario para la generación de nevadas, considera Ricardo Rodríguez Demeneghi, jefe del proyecto Salvemos al Pico del Sistema Metropolitano de Agua (SAS).

Reconoce que entre la población de la zona centro del estado “hay inquietud, porque la ausencia de nieve en pleno invierno es algo muy notorio, vemos que la zona del Pecho de la Paloma apenas si tiene manchones de nieve y esto es producto de la ausencia de nevadas”.

Dijo que esto pudiera ser producto del cambio climático, “porque las nevadas que se esperaban en fin de año no se registraron, sólo se han registrado heladas intensas, pero no las nevadas que por lo regular suceden en esta época del año”. Incluso, admitió desconocer las causas reales de este fenómeno.

Agrega: “la llegada del frente frío 21, que se anuncia intensa, pudiera provocar que entre una corriente húmeda que a la vez genere un choque térmico y se logre que la montaña recupere su manto de nieve”.

Si esto sucede, dice, “se reiniciaría la recuperación del punto de equilibrio para los mantos freáticos así como de la cadena natural que depende del clima del Pico de Orizaba. Con ello, se recuperaría el material vegetativo muerto y se reiniciaría su florecimiento”.

Además, recuerda que la Conagua etiquetó al año 2013 como un año altamente seco. Dijo que entre los meses de noviembre a febrero, el Pico de Orizaba registraba nevadas importantes: “hoy no sucede eso y a la vez se agudiza la extinción de los glaciares, que alguna vez coronaron la cima de la montaña más alta de México”.

Los glaciares, refirió, están desapareciendo y aunque se realizan actividades para su recuperación, es un hecho que el volcán en su cara sureste está muy deteriorado. Las estadísticas “nos indican que hasta la década de los años 90 existían siete glaciares, hoy apenas si quedan dos que están amenazados de extinguirse por las condiciones climáticas en las que nos encontramos”.

El problema es crítico, admite, y sólo nos queda esperar a que en lo que resta del paso de los frentes fríos, se registren las nevadas necesarias para que el volcán además de tomar su atractivo turístico, retome su equilibrio ecológico; si no sucede habrá consecuencias en la generación de agua.

En su momento se dio a conocer que la desaparición de los glaciares del Pico de Orizaba afectarán a la generación de agua en el glaciar Jamapa, que es el que surte a la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, además de que habría problemas con la escasez de agua en la zona Córdoba-Orizaba y en la propia capital del estado.

15 de enero de 2013
Fuente: La Jornada Veracruz
Nota de Fernando Inés Carmona