Impacto de las sequías en Nuevo León
13 septiembre 2013
David Ortega-Gaucin
CIENCIA UANL / AÑO 16, No. 63,
JULIO-SEPTIEMBRE 2013
Desde tiempos inmemoriales, la sequía ha sido una amenaza para la supervivencia de la humanidad y, con frecuencia, la causa de migraciones masivas, hambrunas, conflictos sociales e, inclusive, se le atribuye la desaparición de civilizaciones antiguas completas. En México, el problema de la sequía ha sido una cuestión recurrente y persistente a lo largo de su historia, y aun cuando no se conocen con exactitud las fechas en que acontecieron las sequías en la antigüedad, se sabe que sus efectos fueron hambre, migración y muerte. A lo largo del siglo XX hubo una tendencia creciente a la ocurrencia de sequías en México y en el mundo, y desde finales del siglo pasado y principios del actual han sucedido varios años deficitarios de lluvias, principalmente en el norte del país. Los estados de la república mexicana que históricamente han sido más afectados por las sequías son, en orden de severidad de sus efectos desfavorables: Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, Baja California, Sonora, de las sequías en Nuevo León Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo y Tlaxcala. Nuevo León, al igual que los demás estados de la república mexicana, ha sido históricamente afectado por las sequías recurrentes, con el agravante de que, por ubicarse geográficamente en la zona norte del país –que se caracteriza por ser eminentemente árida–, su población es altamente vulnerable ante la escasez y la falta de agua, dado que en la mayor parte del territorio estatal predominan los climas secos y semisecos extremosos.

