Alerta mundial por la Antártida
27 marzo 2008Fuente: El Excelsior
27-Marzo-2008
Verónica Mondragón
Sólo seis kilómetros de hielo evitan que una enorme región de la Antártida, cuya área representa nueve veces el tamaño del Distrito Federal, flote libre en el mar y se derrita.
“La desintegración de este bloque (Wilkins) se había calculado dentro de los próximos 100 años, pero ya lo estamos viendo ahora,” dice vía telefónica José Araos, geógrafo del Centro de Estudios del Cuaternario Fuego Patagonia Antártida (Cecua). “Seis kilómetros de hielo mantienen ligado a Wilkins a la plataforma continental.”
Araos considera que esto es una prueba de que los cambios en el mundo a raíz del calentamiento global son más intensos y se presentan más pronto de lo previsto.
El martes por la tarde el Centro Nacional de la Nieve y el Hielo de la Universidad de Colorado, en Boulder, publicó imágenes satelitales que indican que una zona de la Antártida, llamada Wilkins y que comprende 13 mil 680 kilómetros, comenzó a destruirse rápidamente desde el pasado 28 de febrero.
En ese lapso, los científicos documentaron cómo se desintegraron 405 kilómetros cuadrados de hielo en el mar.
Wilkins tiene un área equivalente a nueve veces el Distrito Federal, mientras que la zona que se derritió en menos de un mes es similar a siete veces el tamaño de la isla de Manhattan, cuatro veces el área de París, o tres veces el área del Bosque de Chapultepec.
Araos, científico que monitorea vía satélite el desgaste del Polo Sur, advierte que el nivel del mar más alto afecta a la navegación, actividad económica de la que dependen la mayoría de los países con costa.
“Cuando se desprende un trozo de hielo se queda flotando alrededor del continente y se mueve por las corrientes marítimas, esto es un peligro para los barcos,” dice Araos.
Pero además de que el mar le robará espacio a la Tierra, el clima será más extremo y la actividad económica de este planeta se transformará, esas son algunas de las consecuencias a corto plazo que advierten científicos.
El primer efecto es el aumento del nivel del mar en todas las aguas del mundo, lo que provoca que las temperaturas sean más extremas, explicó Patricia Romero, miembro del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC).
“El clima será extremo, viviremos sequías, inundaciones y huracanes más intensos”, advierte en entrevista la también especialista del Centro Nacional de Investigación Atmosférica.
Wilkins es la zona de este planeta que ha experimentado el mayor incremento de temperatura en la tierra en los pasados 50 años, a un ritmo de 0.5 grados Celsius por década, informó en un comunicado el Centro Nacional de la Nieve y el Hielo de la Universidad de Colorado.
Araos recuerda que el Continente Blanco pasó por proceso similar en enero de 2002, con la desintegración de la plataforma de hielo Larsen B. Era una superficie de tres mil 250 kilómetros cuadrados que tardó 35 días en transformar su estado sólido en líquido.
Romero dice que los deshielos y el alza de los termómetros alteran los estilos de vida de todos los que habitan la Tierra.
“Vamos a vivir sequías, inundaciones y huracanes más intensos”, advierte.
Dice que la Ciudad de México, por ejemplo, sufrirá una mayor concentración de calor y contaminación por su situación geográfica.
“En las ciudades costeras se van a tener que construir diques y zonas para proteger a la población”, agrega.
El sector turístico en México, recuerda, se verá afectado directamente, por consiguiente, las fuentes de ingresos que actualmente reportan.
Araos, el chileno experto en geografía, explica que a escala mundial las zonas más afectadas por el cambio climático son la Antártida, luego Asia Occidental y después Groelandia.
La Antártida, recuerda, ha sufrido en los últimos 30 años modificaciones importantes por el deshielo y el crecimiento del mar. Oriente Medio resiente golpes de calor extremo cada vez más intensos. Mientras que Groelandia pierde también gigantescas islas de hielo.
Hoy es difícil determinar qué es lo que va a pasar con Wilkins, dice en entrevista Cheng-Chin Loui, del Centro de Investigación de Dinámica Terrestre, en Taiwán.
“Ahora es verano y la temporada de deshielo se terminó”, cuenta Cheng-Chin vía telefónica. “Pero una tormenta o la acción de las mareas puede terminar por completo con la plataforma.”
Lo que puede asegurar el especialista del Earth Dynamic Sytem Research Center, quien trabaja en conjunto con el National Snow and Ice Data Center y el British Antarctic Survey —los centros de investigación que revelaron el colapso de Wilkins el martes—, es que a finales de diciembre comenzará de nuevo el deshielo.
“El daño ya está hecho”, dice el investigador desde Taiwán.
“Es irreversible”, advierte Patricia Romero, desde Colorado.
“Pasarán 200 años antes de que la Tierra pueda recuperarse a sí misma”, considera José Araos, desde Chile, a unos mil 600 kilómetros del lugar del mundo que se derrite sin remedio.