Abren desfogue en el río Grijalva

03 diciembre 2007
Juan de Grijalva, Chiapas  (2 de diciembre de 2007).- Las obras para el desfogue del río Grijalva, obstruido desde el 4 de noviembre por un alud que arrasó con un pueblo en Chiapas, tienen, según la CFE, un avance de 92 por ciento.

Se trata de un estrecho canal abierto sobre el extenso alud, el cual comunicará los vasos de las presas Peñitas y Malpaso (ambas sobre el Grijalva).

El subdirector de Proyectos y Construcciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Benjamín Granados, calcula que será la tercera semana de diciembre, cuando los primeros escurrimientos del río Grijalva comiencen a fluir sobre lo que fue el tapón.

"Lo que tenemos que hacer es una excavación lo más profunda posible para que el agua pase de lado a lado", añadió Granados.

El problema hasta ahora es que el centro del tapón está saturado de roca.

La meta es remover un total de un millón de metros cúbicos del derrumbe para lograr la conexión segura entre las presas.

El deslave de la montaña, ubicado a 8 kilómetros antes de Peñitas, representa 15 millones de metros cúbicos de tierra y roca. Esto en una extensión de poco más de 800 metros por 250 de ancho.

La idea es remover la tierra hasta llegar a unos 96 metros sobre el nivel del mar. Ahora, por las excavaciones, existen zonas entre los 100 y los 110 metros.

De acuerdo con el subdirector de Proyectos y Construcciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ayer se removieron 44 mil metros cúbicos de material, lo que representa una cifra récord en los trabajos de esta zona desde que arribaron 104 máquinas para ayudar al cauce del río Grijalva.

Al deslave, es decir, al montón de tierra que hace el tapón, la CFE le denomina caído.

"Para poder restablecer el flujo de aguas arriba (Malpaso) a aguas abajo (Peñitas) se hace un canal en el caído, junto con unos cortes o bermas (escalones) para estabilizar la tierra y que no se nos vaya a venir y que se pueda evitar", detalló Alberto Sánchez, un ingeniero geólogo que participa en la obra.

Para ese trabajo el personal de la CFE, en convenio con otras compañías constructoras, también utiliza 3 helicópteros, 10 vehículos todoterreno Unimog, 17 lanchas con motor fuera de borda y 90 vehículos ligeros.

Para este domingo, los trabajos cumplieron 19 días y los pronósticos perfilan que aunque los escurrimientos de Malpaso pasen a Peñitas, las labores de remoción continuarán hasta enero de 2008.

Los geólogos han concluido que el desgaje de 15 millones de metros cúbicos se desplazó unos 500 metros hacía el río Grijalva y alertan que aún existe movimiento de esa montaña.

Al momento, ni Malpaso ni Peñitas están desfogando agua. Cuando el canal que se excava en el tapón esté listo, se abrirán las puertas de Malpaso para subir el nivel del agua de entre 88 y 90 hasta llegar entre 96 y 100 metros sobre el nivel del mar, para probar el comportamiento de la montaña.

Cuando sucedió el desgajamiento, la tierra llegó a medir los 140 metros sobre el nivel del mar. En otras palabras, se ha tenido que quitar poco más de 40 metros de tierra para liberar las presas.

Las obras van avanzadas, según los ingenieros encargados. Ayer, llovió casi dos horas de manera intensa. Eso detuvo las obras por precaución a nuevos desgajes. Ese es el factor en contra.

Por: Benito Jiménez / enviado
Fuente: Reforma
 
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