Agua y minería: implicaciones y riesgos
27 febrero 2018La minería en México tuvo su mayor auge en el periodo colonial e históricamente ha sido una actividad económicamente importante en el país. En los últimos años ha cobrado nuevo impulso, particularmente en la modalidad de explotación de tajo a cielo abierto. En 2008, del total de concesiones mineras del país, el 94.92% correspondió a minas superficiales[i].
Cuando un yacimiento ofrece 0.3 gramos de oro por tonelada de mineral removido (y contaminado), se considera que la mina de tajo a cielo abierto es rentable[ii].
En 2015, la minería fue la sexta actividad económica del país con una captación de divisas de 14 579 millones de dólares. En junio de 2016 reportaba 353 635 empleos[iii].
Asimismo en el 2016, el Registro Público de Minería contaba con 25 467 títulos de concesión vigentes por 22.58 millones de hectáreas equivalentes al 11.5% del territorio nacional. La mitad del área concesionada se concentra en Sonora, Coahuila, Durango, Chihuahua y Zacatecas[iv].
El volumen de oro que se extrajo en 2015 se incrementó un 25% con respecto al año anterior y llegó a 123.3 kilogramos. La extracción de plata fue de 4 959 kilogramos, y la de cobre de 485 529 toneladas. En el 64.19% de los proyectos mineros participa capital extranjero, principalmente de Canadá[v].
El consumo de agua para la actividad minera se contabiliza bajo el uso agrupado de industria autoabastecida, que en 2015 fue de 3 680 millones de metros cúbicos[vi] de ese total, la industria minera extrajo casi 437 millones de metros cúbicos en 2014, es decir, el 12.2%[vii]). De 2006 a 2015, el volumen de agua concesionado al uso de industria autoabastecida, proveniente de aguas subterráneas, se incrementó en un 51.4%[viii].
La minería es una actividad que se caracteriza por el alto volumen de generación de residuos, algunos de ellos potencialmente tóxicos y peligrosos para la población y los ecosistemas. De los residuos mineros (jales) calculados en cerca de 5 000 millones de toneladas al año, se reportan como peligrosos 253.54 toneladas[ix]. Según la ley minera mexicana, la contaminación del ambiente derivada de estos amerita sanciones administrativas, mas no la cancelación de las actividades de la mina.
El Inegi calcula que los costos por agotamiento y degradación ambiental, que causó la minería en 2014 fueron de 106 812 millones de pesos[x].
A fin de enfrentar la problemática ambiental y social del sector, distintos órganos internacionales han desarrollado lineamientos, iniciativas y convenciones con el fin de mejorar el desempeño ambiental y social de la minería.
Una industria responsable no debería poner en riesgo los recursos naturales de los cuales vive una región. No debería aceptar, como inevitables, riesgos que pueden ser fatalmente trágicos para la población. No debería poner en riesgo otras actividades económicas de las cuales vive y se sustenta en el largo plazo el desarrollo regional y la economía de las comunidades locales. No debería poner en entredicho las metas nacionales de reducción de emisiones[xi]
[i] Inegi (2009), La industria minera ampliada.
[ii] Citado en Tamayo, L. (2014), “La minería de tajo a cielo abierto en México: una nueva forma de colonialismo”.
[iii] Secretaría de Economía, Cuarto informe de labores 2015-2016, p. 119, 123.
[iv] Servicio Geológico Mexicano (2016), Anuario estadístico de la minería mexicana 2015, p. 15, 20, 27.
[v] Servicio Geológico Mexicano (2016), Anuario estadístico de la minería mexicana 2015, p. 15, 20, 27.
[vi] Conagua (2016), Estadísticas del agua en México, p. 71.
[vii]CartoCrítica (2016), “Concesiones de agua para las mineras”.
[viii] Conagua (2016), op. cit., p. 80.
[ix] INECC (2012), Diagnóstico básico para la gestión integral de los residuos, p. 99 y 107.
[x] Inegi, boletín de prensa 514/15, noviembre de 2015.
[xi] Exequiel Ezcurra, disponible en defiendelasierra.org/wp-content/uploads/Carta-a-DGIRA-vs-proyecto-Los-Cardones-E-Ezcurra-Ene-2014.pdf