Después de la mina, quedan los jales… y el problema
22 julio 2025
Redacción: agua.org.mx / Karina Bautista-Fondo para la Comunicación y Educación Ambiental, A.C.
Investigación: Miguel Calderón Giorguli
Foto: Mina Cananea de Marisa Mazari
Cuando una mina extrae oro, plata o cobre, no todo es brillo y riqueza. Lo que queda después del proceso de extracción son toneladas de residuos tóxicos conocidos como jales mineros. Estos residuos están formados por lodos finos y agua contaminada, que se almacenan en grandes represas llamadas presas de jales.
En México, hay cientos de estas presas activas. Aunque deberían contener los desechos de manera segura, muchas terminan siendo fuentes silenciosas de contaminación para el agua y los suelos agrícolas. Como se mencionó, estos residuos quedan después de separar los minerales valiosos del resto del material extraído. Aunque se ven como tierra o lodo, los jales pueden contener sustancias peligrosas como arsénico, plomo, mercurio y otros metales pesados.
Estas sustancias no desaparecen con el tiempo: pueden filtrarse al ambiente y contaminar el agua subterránea, los ríos, los suelos y los cultivos.
La forma en que ocurre esto es por medio de la lixiviación[1], un proceso donde los metales tóxicos se disuelven con el agua de lluvia y terminan en acuíferos o ríos. Esto puede suceder lentamente y sin señales visibles, pero los impactos duran años afectando a ecosistemas y comunidades humanas. De tal forma que los jales mineros son peligrosos no solo por su toxicidad inherente, sino por el impacto directo que tienen sobre los ecosistemas acuáticos y los recursos hídricos El impacto sobre los acuíferos es especialmente grave, ya que los jales mineros pueden contaminar los recursos hídricos subterráneos, que son esenciales para el abastecimiento de agua potable en muchas comunidades. Los metales pesados que se infiltran en estos acuíferos son difíciles de eliminar, lo que puede dejar a las comunidades sin acceso a agua segura durante años[2].
En 2014, por ejemplo, un derrame de una presa de jales en Sonora afectó a más de 22,000 personas, contaminando ríos y dejando consecuencias ecológicas y sociales muy graves. Éste se considera como el peor desastre ambiental de la minería en el país. [3]
De acuerdo con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), México cuenta con al menos 585 presas de jales activas en diversas regiones del país, especialmente en estados como Durango, Zacatecas y Chihuahua[4].
Revisa en este mapa las presas de jales activas en México. Sin embargo, de acuerdo con una investigación de CartoCrítica, el 23% de proyectos mineros no cuentan con información sobre el depósito de jales.
¿Y quién se hace cargo?
Por ley, las empresas mineras están obligadas a construir y operar las presas de jales de forma segura, además de cerrarlas y remediarlas cuando termina la actividad minera, este de acuerdo con la NOM-141-SEMARNAT-2003[5].. Pero en la práctica, muchas empresas se van y dejan el problema atrás. El caso de Grupo México es uno de los más conocidos: tras varios derrames, las comunidades siguen exigiendo justicia y reparación.
Y mientras tanto, el costo de limpiar y cuidar esos sitios muchas veces termina en manos del Estado lo cual resulta sumamente costoso y complejo… o simplemente nadie lo asume.
¿Qué se puede hacer?
Es urgente que las leyes ambientales se apliquen con más fuerza. Las empresas deben rendir cuentas, invertir en tecnologías limpias y garantizar que sus residuos no sigan dañando al ambiente y a las comunidades.
También es clave que exista más información pública y transparencia: saber dónde están las presas de jales, en qué condiciones se encuentran y qué riesgos representan. Solo así, con participación social y vigilancia activa, se podrá prevenir que estos residuos tóxicos sigan afectando nuestras fuentes de agua.
Solo con un enfoque integral y colaborativo se podrá mitigar el daño ambiental causado por los jales mineros y prevenir futuros desastres ecológicos[6],[7].
Referencias.
[1] La lixiviación es un proceso químico que consiste en tratar una sustancia compleja, como un mineral, con un disolvente adecuado para separar sus partes solubles de las insolubles (RAE, 2023).
[2] Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (2022). Hacia un Plan Nacional de Atención y Manejo de Presas de Jales en México. Gobierno de México
[3] Enciso, A. (2022) Derrame tóxico en el río Sonora: ocho años de simulaciones. La Jornada
[4] Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA). Presas de Jales. Gobierno de México
[5] Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). “Norma Oficial Mexicana NOM-141-SEMARNAT-2003″. Diario Oficial de la Federeación
[6] Servicio Geológico Mexicano (2019) Información ciudadana sobre jales. Gobierno de México
[7] Llano, M., & Flores Lot, C. (2023). Las minas en el territorio mexicano: un análisis del número, ubicación y condiciones ambientales. CartoCrítica.
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