Educación Ambiental para transformar realidades: una gestión sostenible del agua
21 enero 2022Redacción: Karla Rivera/ Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental-agua.org.mx
Foto: Canva
El próximo 26 de enero se conmemora el Día Mundial de la Educación Ambiental, establecido desde 1975 en el Seminario Internacional de Educación Ambiental (EA) en Belgrado, en la entonces Yugoslavia, donde expertos de más de 70 naciones plasmaron en la Carta de Belgrado los objetivos de la Educación Ambiental (EA)[1]:
- Apoyar a la toma de conciencia que propicie adquirir mayor sensibilidad y conciencia del ambiente.
- Aportar conocimientos para adquirir una comprensión del ambiente, de los problemas conexos y de la presencia y función de la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad crítica.
- Propiciar que individuos y colectivos asuman actitudes fundadas en valores, con un interés por el ambiente que los impulse a participar en su protección y mejoramiento.
- Apoyar a individuos y grupos para el desarrollo de aptitudes necesarias para resolver los problemas ambientales.
- Fomentar la adquisición de capacidades de evaluación sobre las medidas y programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, económicos, sociales, estéticos y educacionales.
- Incentivar la participación, de modo que las personas desarrollen su sentido de responsabilidad y tomen conciencia de la importancia de la acción en torno a los problemas ambientales.
En este sentido, la EA pretende formar conciencia individual y colectiva sobre los problemas socioambientales y contribuir a la construcción de una mirada integral de los mismos, de sus causas y posibles vías para su atención[2]. De manera que los ciudadanos se identifiquen como parte del ambiente, interioricen actitudes y desarrollen hábitos que propicien un beneficio para la sociedad y los ecosistemas[3].
La educadora ambiental Lucie Sauvé explica que “La Educación Ambiental tiene por objeto no tanto al ambiente, sino nuestra propia relación individual y colectiva con él, es decir, con el conjunto de las realidades socio-ecológicas en nuestro mundo” y que hoy más que nunca, debido a la pandemia por COVID-19, se hace evidente la importancia de tomar conciencia de la relación entre los sistemas sociales y ambientales, de la interdependencia entre la salud humana y la salud de los ecosistemas[4].
Esta educación es indispensable para lograr conductas que apoyen la integridad de los ecosistemas, el bienestar social, modos de vida sostenibles y el respeto por todas las formas de vida[2].
En la búsqueda de una gestión sostenible del agua, la EA es indispensable, ya que además de contribuir a cuestionar las actividades que han impactado negativamente a los ecosistemas en nuestras cuencas y brindar una visión para la adopción de soluciones, apoya la construcción de competencias y responsabilidades que favorezcan la participación de la población en la toma de decisiones.
Como lo menciona Teresa Gutiérrez, directora del Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental “Una sociedad que reconoce los valores múltiples del agua y es sensible a los problemas ambientales asociados a su uso; que es capaz de identificar los principales retos planteados para que ésta sea usada de una forma más sostenible; que adopta comportamientos responsables en su relación con el agua y que apoya las iniciativas colectivas orientadas a hacer un buen uso de los recursos hídricos, es la mejor garantía de la utilización racional del agua”[5].
Como habitantes de un mundo cada vez más desafiante con la vida, es indispensable que cada uno de nosotros comprendamos el impacto de nuestras acciones, estemos informados de lo que pasa en nuestro entorno y colaboremos en acciones para mejorarlo, por la vida actual y futura.
Referencias:
[1] Educación Ambiental. 05 de febrero de 2021. La Carta de Belgrado. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Gobierno de México, México. https://www.gob.mx/semarnat/educacionambiental/documentos/la-carta-de-belgrado
[2] Calixto, F.R. (2021). Editorial. Ecopedagógica, 4 (8). 06-10
[3] López-Reynoso, C,O. 2018. La educación para el desarrollo sostenible. Una solución de vida para el planeta. En: Navarro Zamora, L y Guerra Ruíz, J (Coords). 2018. Sustentabilidad. Educación, Comunicación, Medio Ambiente. México. https://issuu.com/fundacionmanuelbuendia/docs/libro_electronico-lyzy-2013-finalis
[4] Ramírez, I. (2021). Dialogando con… Dra. Lucie Suavé. Ecopedagógica,4 (8). 42-53
[5] Gutiérrez, M., Fonseca, A., León, M., Casanueva, M y Mena Gibrán. (2021). Educación y Comunicación Ambiental. En: Del Razo et al. 2021. Hacia el cumplimiento del Derecho Humano al Agua. Arsénico y fluoruro en agua: riesgos y perspectivas desde la sociedad civil y la academia en México. Instituto de Geofísica, Universidad Nacional Autónoma de México, México.