Explorando la relación entre el ENOS y las sequías

25 febrero 2024 Agua

Redacción: agua.org.mx/Karina Bautista-Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental, A.C.

Investigación: Víctor Enrique González-Estudiante de Sustentabilidad Ambiental de la Universidad Iberoamericana

Para nadie es un secreto que México atraviesa por una grave sequía. ¿Pero qué origina una sequía? Entre muchos de los factores, no se puede dejar de mencionar las condiciones del clima. Tal como ocurre con los eventos de El Niño y La Niña, pues hay estudios que vinculan la relación entre sequías y este fenómeno[1].

Hay que resaltar cómo el conocimiento local es clave para entender los ciclos de la Tierra. El nombre nombre El Niño, fue otorgado por pescadores que notaban cómo, a veces, el agua del océano llegaba más caliente en época invernal a las costas de Perú. La temporada correspondía a la época de la Navidad, he ahí la relación con el Niño Jesús. Sin embargo, este fenómeno no tiene nada que ver con la religión (Ibidem).

El Niño/Niña-Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno climático intermitente (cada 2 o 7 años) que se originan en el océano pacífico ecuatorial, y puede tener efectos de gran alcance en el clima de todo el mundo. El ENOS agrupa a los dos fenómenos; El Niño y La Niña, pero son fases opuestas, por ello no pueden ocurrir de manera simultánea. Además, hay ocasiones en que ninguno de los dos ocurre.

Entonces, el ENOS describe las variaciones de dos elementos clave del océano Pacífico ecuatorial: la temperatura superficial del océano y la presión del aire sobre él. Por lo tanto, cuando las temperaturas están por debajo del promedio, se puede formar La Niña. Cuando las temperaturas de la superficie del mar superan el promedio por medio grado Celsius o más, se puede formar El Niño. Y cuando las temperaturas están dentro o cerca del promedio (ENOS-neutral), ninguno se desarrolla.[2] En otras palabras, la fase cálida corresponde a El Niño mientras que la fase fría, corresponde a La Niña.

Actualmente y con fecha del 20 de febrero de 2024, el Sistema Meteorológico Nacional de México, indica que estamos en un estatus de Advertencia de “El Niño”, y existe un 79% de probabilidad de que se presente una transición a una fase neutral. Sin embargo, hay un 55% de probabilidad que en junio-agosto de este año llegue La Niña.[3]

Ilustración 1. Estado actual del ENOS en México

Fuente: Sistema Meteorológico Nacional

Sabiendo esto ¿Cómo nos afecta la presencia del ENOS?

Cuando se presenta un fenómeno como El Niño, hay un exceso de calor en la atmósfera. Esto produce cambios en todo el mundo, especialmente sobre el Pacífico, por ejemplo, mayor frecuencia e intensidad de tormentas sobre el oeste de Estados Unidos. También se pueden presentar más lluvias en la costa oeste de América del Sur. ¿Recuerdas el huracán Otis? Pues probablemente fue consecuencia de El Niño, ya que cuanto más cálido el Pacífico, se prevé mayor presencia de huracanes.[4]

Entre otros efectos que se pueden percibir son las sequías o fuertes lluvias en algunas regiones, condiciones favorables para la incendios forestales, deshielo acelerado de los casquetes polares, blanqueamiento y aumento de mortalidad de los corales, y más. [5] Específicamente, El Niño impacta el clima de México provocando mayor precipitación en invierno y escasez de lluvia en verano, pero esto depende de su intensidad.[6] Para años con Niño leve o moderado, nuestro país suele recibir la misma cantidad de lluvia del promedio; mientras que para años extremos la precipitación nacional se desploma y solemos tener fuertes sequías[7]. Así, la presencia de El Niño está íntimamente ligada con la disponibilidad de agua.

Ilustración 2. Precipitaciones con El Niño

Fuente: BBC News

Cada manifestación de El Niño es única, lo que complica la delimitación de un escenario específico para México. En ocasiones, sus consecuencias son notablemente visibles, mientras que otras, resultan más sutiles. A pesar de lo anterior, se prevé una disminución de las precipitaciones en el centro y sur de México. Esto contrasta con las zonas noroeste y noreste del país, donde las precipitaciones en la temporada seca podrían aumentar debido a un posible incremento en la entrada de los frentes fríos del país.⁵

Frente a este panorama, el académico de la UNAM y experto del tema, Jaramillo Moreno, insta a las autoridades a adoptar medidas preventivas que permitan hacer una gestión adecuada de los recursos hídricos. Para aprovechar al máximo la temporada de lluvias, recopilar al máximo que se pueda del recurso hídrico y gestionarlo adecuadamente para afrontar un escenario desfavorable para el verano de 2024.⁵

Es importante que tengamos una reconexión con los ciclos de la Tierra tal como las comunidades que identificaban estos cambios y se prevenían con bordos u otro tipo de infraestructuras para retener lluvias. A ti te animamos a prevenir la temporada de lluvias y empezar a planear la captación de lluvia. En nuestra Biblioteca te invitamos a visitar nuestra sección de “Tecnologías Alternativas o Ecotecnias” para tener acceso a materiales que abordan cuestiones como la captación de agua de lluvia y mucho más.

Referencias:

[1] Gómez Reyes, E. & Medina Rivas, C. (2023). Mecanismo de acoplamiento de El Niño en el impacto de las sequías de México. En Fabiola Sosa & Roberto Constantino (Coordinadores), Sequía en México (p.p.123-148). Universidad Autónoma Metropolitana.

[2] Fountain, H. F. (2023, 11 julio). Los fenómenos de El Niño y La Niña, explicados. The New York Times.

[3] Servicio Meteorológico Nacional (20 de febrero de 2024). El Niño Oscilación del Sur (ENOS). Gobierno de México.

[4] Loaiza, M. V. (2024, 9 febrero). ¿Qué es el fenómeno El Niño, por qué ocurre y qué efectos puede producir? CNN.

[5] ICAyCC. (13 junio de 2023). “El Niño”: ¿qué efectos tendrá en México y el mundo? Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático

[6] Gutiérrez, S. L (s. f.). Cómo se presenta el fenómeno del Niño en México.

[7] Murray Tortarolo, G. N. (24 julio 2023). El regreso de El Niño y sus implicaciones para México. Nexos.