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Adecuado uso del agua, esencial en un modelo de desarrollo económico y social responsable

14 junio 2012

14 de junio de 2012
Fuente: Portal

 

La gobernabilidad del agua es un eje central en el desarrollo sostenible, por su relevancia para la seguridad alimentaria, la protección del medio ambiente y su papel en la gestión integral de riesgos de desastres.

El adecuado uso del agua es parte esencial de un modelo de desarrollo económico y social responsable, que no debe comprometer la sustentabilidad de los ecosistemas ni perjudicar la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus necesidades del vital líquido, sostuvo Lilliana Arrieta Quesada, durante su participación en el Curso Regional Teórico-Práctico de Desarrollo de Capacidades “GIRH y Medio Ambiente”, que se lleva a cabo en el Centro Interamericano de Recursos del Agua (CIRA) de la Universidad Autónoma del Estado de México.

Al dictar la conferencia “Gobernabilidad e Instituciones para Gestión Integrada de Recursos del Agua con enfoque ambiental”, la investigadora de la Universidad de Costa Rica explicó que la gobernabilidad del agua es un eje central en el desarrollo sostenible, por su relevancia para la seguridad alimentaria, la protección del medio ambiente y su papel en la gestión integral de riesgos de desastres.

Si bien los problemas de gestión de recursos hídricos no son sólo de institucionalidad, afirmó, una buena gobernabilidad requiere de instituciones fuertes y adecuadamente organizadas, pero también de una sociedad civil participativa y democrática.

Ante alumnos de posgrado de este organismo de la UAEM, así como de especialistas e investigadores de diversas instituciones, habló sobre la importancia de la participación civil en la gestión integrada de los recursos hídricos, a través de acciones como comprender a los usuarios directos e indirectos e incluir no sólo a los usuarios sino también a los administradores de los recursos en las programas de conservación.

Éstos deben participar en todas las etapas de la GIRH, pues la participación de los actores claves locales es una condición esencial para la gestión efectiva, pero también la justa y equitativa distribución del agua.

Opinó que si las funciones de gestión son conferidas a instituciones con responsabilidades sectoriales, por usos específicos o por actividades económicas, la planificación y gestión de agua se complica, debido a que se pierde la integralidad del recurso como hábitat y asociado a los servicios ambientales; de ahí la importancia de motivar la participación de todos los sectores, concluyó Lilliana Arrieta Quesada.