¡Aguas con el agua!
20 febrero 2015El mayor crecimiento poblacional y económico se ha generado en las zonas con menor disponibilidad de agua. Así, en el centro y el norte del país, donde se tiene el 32% de la disponibilidad nacional, se concentra el 77% de la población y se genera el 79% del PIB; situación que contrasta con las zonas sur y sureste, donde existe el 68% de la disponibilidad y únicamente se ubica el 23% de la población con una aportación al PIB del 21 por ciento. Se estima que en unos veinte años la demanda llegará a 91 mil 200 millones de metros cúbicos debido al incremento en las actividades productivas y el crecimiento de la población, mientras que la oferta puede llegar a 68 mil 300 millones de metros cúbicos.
Por otro lado, México tiene un clima árido en el 52% del territorio y un clima semiárido en el 31 por ciento. México está expuesto regularmente a eventos climáticos severos como huracanes y precipitaciones intensas que, si bien incrementan la disponibilidad del agua, también provocan daños a la población, la infraestructura, los servicios y los sistemas productivos. Entre 1980 y 2010 las lluvias intensas afectaron a más de ocho millones de personas y ocasionaron daños económicos superiores a 214 mil millones de pesos.
Más del 60% del territorio nacional únicamente dispone del 31% del escurrimiento natural. Aunado a esto y como resultado de la problemática relacionada con las deficiencias en la administración del agua y con el manejo no sustentable del recurso, de las 731 cuencas hidrológicas definidas en el país 104 presentan problemas de disponibilidad.
La administración del agua ha sido incompleta al no aplicarse rigurosamente la Ley de Aguas Nacionales. La experiencia que ha dejado en el sector hídrico la creación, operación y reestructuración de los consejos de cuenca, demuestra que es necesario continuar los esfuerzos para romper paradigmas de paternalismo y buscar soluciones que privilegien el bienestar social. La falta de drenaje y de agua afecta a más de diez millones de personas. La carencia de agua es un factor de pobreza. En México hay pobreza donde se carece del servicio de agua potable y saneamiento. El suministro de agua potable y saneamiento es un factor significativo en la salud de la población, su acceso reduce la mortalidad y la morbilidad, especialmente la infantil. La falta de ella ocasiona, en gran medida, las enfermedades de transmisión hídrica.
Uno de los problemas más graves es la contaminación del agua. La disminución en su calidad daña a los ecosistemas y a la salud humana. La educación es pieza fundamental para cambiar actitudes en favor del manejo sustentable del agua y el medio ambiente. Un factor que ha limitado de manera significativa el desarrollo del sector hídrico ha sido la inversión insuficiente para ampliar, mantener y operar la infraestructura hidráulica del país. Para ello es urgente fortalecer a la Conagua y al Instituto Mexicano de Tecnología del Agua. Para el Estado mexicano el agua es un tema prioritario y un asunto de seguridad nacional que requiere un enfoque proactivo para contar con el abastecimiento de agua necesario y fortalecer la capacidad de respuesta ante el cambio climático. México necesita asegurar el abasto de agua para ésta y las generaciones futuras, de tal manera que el recurso se constituya en una fortaleza que propicie el desarrollo económico, social y sustentable del país.
20 de febrero de 2015
Fuente: Excélsior
Nota de Fausto Alzati