Aguas con el agua

06 agosto 2009

5 de agosto de 2009
Fuente: Rumbo de México
Por Miguel Hernández Labastida

El uso y abuso del agua potable en la Zona Metropolitana del Valle de México ha sido el “Talón de Aquiles” que nos podría llevar a enfrentar una severa crisis en el corto plazo, por lo que es urgente establecer medidas contingentes y campañas de difusión que posibiliten el ahorro y cuidado del vital líquido de manera urgente, para satisfacer las necesidades elementales de los casi 20 millones de de habitantes en la zona.

Es imperante que las autoridades de la ciudad de México y entidades vecinas tomen cartas en el asunto y enfrenten el desperdicio de agua mediante acciones urgentes y oportunas, alejadas de populismos, declaraciones y programas huecos que en nada permiten conservar el recurso natural.

Si bien, en días pasados el GDF presentó su Programa Emergente de Ahorro de Agua, consistente en sustituir tuberías en zonas de alta incidencia de fugas en la ciudad de México y tomas domiciliarias de agua; cambiar las regaderas y sapitos en inodoros por mobiliarios ahorradores, así como reducir el consumo de agua en la higiene personal y cambiar hábitos; la autoridad local no ha dado a conocer planes concretos de cómo lograr dichos propósitos, con lo que trata de cargar el costo exclusivamente en la ciudadanía.

El ahorro y disminución en las fugas de agua en el Distrito Federal no se lograrán por decreto del Jefe de Gobierno o mediante la presentación de planes mediáticos, sino con acciones concretas, realizables y contundentes, con apoyos de financiamiento gubernamental, en donde la participación comprometida de la ciudadanía es fundamental para alcanzar su fin: el ahorro y conservación del agua, en pocas palabras, la sustentabilidad hídrica de la Ciudad de México.

Un estudio reciente del investigador Pino Durán Escamilla, de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional, revela que en la zona metropolitana del Vale de México, el 30 por ciento del agua potable se pierde debido a fugas en la red de distribución.

De esta forma, el estudio señala que la mayor parte del desperdicio se da por parte de los usuarios, pues 73 por ciento corresponde a fugas en tomas domiciliarias, mientras que 27 por ciento se pierde por filtraciones en la red de distribución.

No es un secreto para nadie que la autoridad local ha desdeñado las campañas de difusión para fomentó entre la población una cultura del cuidado y utilización responsable del agua, lo que ayudaría enormemente a generar una “revolución social” para el mantenimiento de las tomas domiciliarias y recambio del mobiliario sanitario e hidráulico.

Asimismo, las acciones en el mantenimiento y reposición de la red primaria, la cual ha envejecido con las buenas intenciones del GDF de lograr la sustentabilidad hídrica en el DF, se pierden en el entramado burocrático y las redes de corrupción tejidas a lo largo de años de pasividad gubernamental, que sucumben ante la “pasividad de hacer sin hacer nada” por las viejas tuberías que desperdician el vital líquido día a día.

Estamos aún a tiempo de que juntos, gobiernos y ciudadanos de la Zona Metropolitana del Valle de México, pongamos manos a la obra para detener el desperdicio y uso desmesurado del agua, antes que el destino nos alcance y ninguna inversión sea suficiente para apagar la sed de millones de mexicanos en el centro del país.

*Coordinador del Grupo Parlamentario

del Partido Acción Nacional en la ALDF, IV Legislatura

 

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