Primero fueron las lluvias inesperadas de marzo y ahora la ola de calor tiene en alerta a los trabajadores del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) que realizan reparaciones en el drenaje profundo, debido a que las altas temperaturas de los últimos días incrementan la cantidad de gases al interior de los túneles retrasando por momentos los trabajos.
Al respecto, el titular del SACM, Ramón Aguirre, informó que la presencia de gases también ha aumentado por descargas de desechos industriales que producen más metano y gases sulfhídricos provenientes de empresas ubicadas principalmente al poniente de la ciudad en Tlalnepantla y al oriente en Iztapalapa.
Por ello, en esta tercera semana de trabajos en el Emisor Central y con el objetivo de acelerar las obras y mantener las medidas de seguridad, se implementaron nuevos mecanismos como la instalación de un tubo de aire fresco que desde la superficie baja por las lumbreras a una profundidad de hasta 50 metros, con el fin de llevar aire limpio a los trabajadores que llegan a permanecer hasta 4 horas en los túneles.
Aguirre Díaz detalló que de la lumbrera 0 a la 3 se encontró la concentración más fuerte de gases además de ser las partes con más daños por lo que fue necesario instalar de último momento el respirador, aunque comentó que es un procedimiento normal en la construcción de túneles.
Incluso, los equipos de trabajo fueron divididos en tres turnos de 50 personas que son monitoreados permanentemente además de recibir atención médica antes y después de ingresar al corazón del drenaje que en ocasiones rebasa los 220 metros de profundidad.
Luego de 15 días de reparaciones e inspecciones continúas, también se instalaron plataformas móviles al interior del desagüe de la ciudad que permite a los trabajadores moverse sin tener que estar en contacto directo con las aguas negras que se han acumulado por las filtraciones.
Asimismo, personal del Sistema de Aguas instaló un elevador que facilita el ascenso y descenso por las lumbreras tanto de personas como de algunos materiales, pues antes era con una canastilla de varillas como bajaban los trabajadores lo que retrasaba por minutos las tareas.
En un recorrido realizado por Crónica se pudo observar que a 47 metros de profundidad, ya se colocaron los tubos que llevan el concreto que será lanzado a las paredes de los túneles en donde se encontraron los daños más graves.
Finalmente, el SACM indicó que de manera conjunta con los especialistas en ingeniería de túneles de la UNAM continuarán las tareas de inspección técnica del Emisor Central a lo largo de 50 kilómetros del drenaje de la ciudad.
Para ello, la maquinaria especializada como los dos camiones todo terreno Unimog recorrerán los colectores desde el portal de salida, ubicado en Tula, Hidalgo, hasta la lumbrera 0 a unos metros del Reclusorio Norte.

w Los trabajos en el drenaje profundo
A 17 días de haber iniciado los trabajos de rehabilitación en el drenaje profundo de la ciudad, los especialistas de la UNAM reportaron un avance del 35 por ciento en la reparación de los daños estructurales más graves.
Debido a la presencia de gases, el Sistema de Aguas instaló un tubo de aire fresco que desde la superficie lleva aire limpio a los trabajadores que llegan a permanecer hasta 4 horas en los túneles.
También se colocaron plataformas móviles al interior del desagüe que permite a los trabajadores moverse sin tener contacto directo con las aguas negras.
Para agilizar las tareas se instaló un elevador que facilita el ascenso y descenso por las lumbreras tanto de personas como de algunos materiales.

A detalle se revisarán reparaciones en paredes: especialistas
Las especificaciones, observaciones, tipos de materiales y revisiones finales sobre los trabajos que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México lleva a cabo en 11 puntos del drenaje profundo, están a cargo del Instituto de Ingeniería que reportó un avance del 35 por ciento en las obras de mantenimiento.
De acuerdo con los especialistas de la UNAM, las reparaciones más "urgentes" sí se terminarán en esta época de estiaje, sin embargo aseguraron que se necesitan como mínimo tres entradas más al Emisor Central para tener un diagnóstico completo de los daños estructurales.
Incluso aseguraron que de no haber entrado al drenaje profundo, en la próxima temporada de lluvias se habrían presentado inundaciones más fuertes que las que se vieron en 2007 en Santa María la Ribera, Periférico o Viaducto.
En entrevista, el experto en ingeniería estructural y de materiales, Roberto Melí, adelantó que se tiene contemplado realizar un muestreo final, para comprobar la calidad de las reparaciones y finalmente cubrir con una capa protectora el concreto nuevo, que se prevé tenga una duración de 30 años.
"Se hará un muestreo para comprobar la calidad en la rehabilitación, faltará una inspección más detallada de los daños que tendrá que hacerse en la próxima temporada de estiaje.
La ciudadanía puede estar tranquila porque no hay riesgo de inundaciones. Hasta el momento el Sistema de Aguas ha adoptado todas las recomendaciones que ha hecho el Instituto de Ingeniería y por nuestra parte hemos certificado que los materiales son de la más alta calidad", comentó el experto.
En el mismo tenor, el ingeniero hidráulico, Ramón Domínguez, señaló que actualmente se tiene un rezago acumulado en la capacidad de descarga, de tal forma que el riesgo de inundaciones catastróficas es ya muy alto.
En un informe publicado en la Revista Digital Universitaria, Domínguez explica que desde 1995 se debió realizar un programa intenso de obras de emergencia como la construcción de un dique en el Gran Canal y de una estructura de control entre las lumbreras 3 y 6 del Interceptor Oriente para permitir el drenaje de Ejército de Oriente, en Iztapalapa. (Nayeli Gómez C.)