Alertan a México por crisis de agua

09 enero 2013

Ciudad de México  (9 enero 2013).- México registra un severo estrés hídrico, producto del crecimiento demográfico y el agotamiento de fuentes naturales de abasto de agua, y cuenta con una estructura jurídica e institucional que limita las posibilidades de adoptar políticas efectivas para enfrentarlo, advierte un reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentado ayer.

En los últimos 60 años, indica el informe “Hacer Posible la Reforma de la Gestión del Agua en México”, la cantidad de líquido disponible para cada persona ha disminuido drásticamente y más de tres cuartas partes de la población vive actualmente en regiones donde hay poco.

El país, alerta, deberá proporcionar servicios de agua potable a 36 millones de habitantes más en los próximos 20 años y servicios de saneamiento a otros 40 millones.

Los estados que afrontarán los mayores retos, apunta, son Baja California, Chiapas, México, Jalisco, Puebla y Veracruz.

“La cuestión del agua se convierte no en un asunto de prioridad sino de seguridad nacional… México no puede darse el lujo de continuar con la situación actual”, subrayó José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, en la presentación del reporte.

Actualmente, consideró, existen las condiciones avanzar hacia una reforma del agua y para promover los cambios regulatorios en uno de los temas que constituyen los “más graves y severos desafíos” que enfrenta el país.

En materia de gestión, señaló, uno de los principales retos consiste en reducir la fragmentación de los marcos institucionales para el suministro de los servicios de agua, porque, apesar de que ésta es de la nación, la distribución y el cobro se resuelven a nivel estatal, municipal e incluso submunicipal.

Al respecto, David Korenfeld, director general de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), coincidió en la necesidad de una reforma para la gestión del recurso.

“Se requiere con urgencia de una profunda remodelación institucional que nos impulse a transitar hacia un nuevo modelo de gestión y nos dé la posibilidad de sentar las bases para responder a desafíos futuros.

“Debemos redefinir las responsabilidades de cada orden y nivel de gobierno, pero también las responsabilidades de participación de la sociedad”, indicó.

Atomización

El reporte de la OCDE advierte que el sector hídrico en México carece de mecanismos de coordinación para solucionar la fragmentación territorial e institucional.

“Veinte años después de su creación, los consejos de cuenca no están funcionando del todo. El marco regulatorio para el agua potable y los servicios de saneamiento se ha atomizado entre múltiples actores”, diagnostica.

Por otra parte, señala, la experiencia del sector demuestra la dificultad de convertir los objetivos de políticas en acción.

“Por ejemplo, aunque el diagnóstico sobre la necesidad de mejorar la prestación de servicios ha sido bien conocido durante algún tiempo, la reforma se ha estancado debido al impedimento de alinear en la práctica los incentivos de las autoridades responsables (incluidos los municipios y los prestadores de servicios) para implementar el cambio”, detalla.

En tanto, alerta, las decisiones en otros sectores –en la agricultura y la energía– pueden resultar adversas para los objetivos de las políticas del agua, incrementar los costos y poner en riesgo la seguridad en diversas cuencas.


09 de enero de 2013
Fuente: El Norte

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