Alertan sobre posibles catástrofes por grietas en DF

31 julio 2009

Destaca experto de la UAM que los oquedades registradas en la ciudad responden a la extracción desmedida de agua del subsuelo. Recuerda que la capital se hundió siete metros en el siglo pasado

Fuente: El Universal
30 de julio de 2009

El hundimiento, la formación de grietas y las oquedades en la ciudad de México son producto de la extracción desmedida de agua del subsuelo, situación por la que se han formado cavernas que, en caso de sismo, pueden ocasionar importantes catástrofes, alertó Jorge Legorreta Gutiérrez.

El profesor e investigador del Departamento de Evaluación del Diseño en el Tiempo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) indicó que los riesgos incluyen fractura de los pilotes de los edificios, rotura de tubos de agua potable o residual, así como de ductos de recursos petrolíferos.

Tras señalar que la capital se hundió siete metros en el siglo pasado, explicó que las oquedades y grietas están a 30 ó 40 metros de profundidad, zona donde están fijados los pilotes que sostienen los edificios, cuyas estructuras podrían debilitarse con movimientos telúricos.

Además se tienen miles de kilómetros de tuberías que trasladan agua potable y residual, así como productos petrolíferos, por lo que si se rompieran se perdería el líquido, se contaminarían los mantos acuíferos y se produciría un daño de proporciones mayúsculas en cada caso.

El especialista detalló que la ciudad de México se encuentra asentada sobre dos mil kilómetros cuadrados, de ellos mil 100 corresponden al lecho de lo que fue el lago en la Gran Tenochtitlán, zona con el más alto riesgo de hundimientos por el tipo de terreno.

En un comunicado, agregó que el problema es complicado debido a que del agua que se consume en la urbe 70 por ciento se extrae del subsuelo y ante la caída en su captación en la cuenca del Cutzamala el dilema estriba en las medidas que deben tomarse para evitar el hundimiento.

Legorreta Gutiérrez planteó un estudio para ubicar las áreas de vulnerabilidad con el fin de tomar las acciones correctivas y preventivas. "Una de ellas es evitar la construcción de zonas habitacionales en sitios de alto riesgo" , dijo.

Indicó que con la finalidad de detener el hundimiento del suelo es inaplazable disminuir la extracción del recurso, pero también recargar el acuífero con agua pluvial, la cual debe almacenarse en las partes altas de la cuenca y usarla para limpieza, jardinería y en la industria.

El investigador destacó que puede almacenarse líquido en los 45 ríos que corren en esta cuenca, de los que 14 son perennes y 31 bajan agua en la temporada de precipitaciones.

Subrayó la importancia de que el ciudadano inicie el aprendizaje para captar la precipitación pluvial en las casas, acción que tendría beneficios directos en el ahorro del recurso.

 

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