Ambientalistas de Puerto Vallarta esperan que se cumpla compromiso del director de Conagua

11 agosto 2014

Y es que tienen fundada desconfianza porque ante las denuncias que han hecho por años, tanto funcionarios municipales, estatales como federales han ignorado sus señalamientos.

Indalecio Sánchez Rodríguez, de la Alianza de la Costa Verde, ha acusado que Mayan Palace ha ocasionado una destrucción ambiental irreparable y del tejido social de la comunidad aledaña, Jarretaderas, de tal forma que las consecuencias económicas y socio-culturales de estas acciones son desastrosas.

Los propios habitantes del municipio de Bahía de Banderas advierten que los propietarios del hotel han destruido el ecosistema de la zona de Jarretaderas, con objeto de apropiarse de terreno que es propiedad de la nación.

“Están dañando todo el ecosistema, no sólo los manglares. Dragan y meten piedra para ampliar sus construcciones sin importarles que están destruyendo el entorno”, de acuerdo a Enrique Téllez López, miembro del Frente Ciudadano “Unidos por Bahía”, una de las organizaciones que se han sumado en la lucha contra estos abusos que aparentemente se han realizado en complicidad con las autoridades.

Refieren que durante años, el Grupo Vidanta ha operado en Bahía de Banderas sin impedimento de las autoridades municipales, estatales o federales, desapareciendo o privatizando calles, bloqueando accesos al mar, extrayendo material pétreo del río Ameca, alineando sus riberas con la destrucción del manglar y desplazando la fauna, invadiendo la zona federal, la cual privatizaron y donde construyeron ilegalmente, kilómetros de malla ciclónica para impedir el paso de los pescadores y de los habitantes locales a la playa.

El propio Sánchez Rodríguez agrega que además la empresa pretende apropiarse de la denominada Isla de Los Pájaros, ubicada en la desembocadura del río.

Recuerda que en cada momento se ha denunciado en tiempo y forma ante SEMARNAT, PROFEPA y la misma Conagua que los proyectos de Mayan Palace están violando las leyes ambientales en muchos renglones, sin que haya reacción, pues sigue prevaleciendo una completa falta de transparencia de sus proyectos en cuanto a cambios de uso de suelo, manifestaciones de impacto ambiental, concesiones de extracción de agua y de los volúmenes de agregados ligeros extraídos del río.

De hecho, precisó, de acuerdo a estimaciones conservadoras, se han extraído al lecho del río en aproximadamente 4 años, casi 3 millones de metros cúbicos de agregados ligeros, para rellenar terrenos que les concesionaron, subir, nivelar plataformas de construcción y hacer calles internas.

“Tampoco hay transparencia acerca de una concesión de terrenos supuestamente ganados al Rio Ameca y de una supuesta desincorporación del patrimonio inmobiliario federal hasta por 184 hectáreas, incluyendo la Isla de los Pájaros en medio de la desembocadura”.

Recuerdan que por años la Dirección de Desarrollo Urbano del Municipio Bahía de Banderas ha hecho caso omiso a su obligación de supervisar y controlar si la empresa cuenta con los permisos federales, requisito para expedir una licencia de construcción.

En abril del año pasado, ante la serie de denuncias realizadas por la ciudadanía sobre el impacto ecológico derivado del dragado, autoridades de las instancias de Sagarpa y Semarnat efectuaron un recorrido por los márgenes del río, acompañados por representantes de grupos ambientalistas, quienes les mostraron el flujo de camiones de volteo que diariamente circulaban por la zona.

Un representante de la constructora aseguró esa vez que el dragado en el río está autorizado y que contaban con todos los estudios de impacto ambiental correspondientes y que cada una de las acciones está establecida en el proyecto general y a través de la vía de transparencia.

En respuesta, los ambientalistas mostraron que la vía paralela a los márgenes del río no reunía el espacio necesario que establecen los lineamientos de la Semarnat y pidieron a las autoridades verificar si los permisos de impacto ambiental consideran la afectación a aves y cocodrilos, así como la modificación a los mantos freáticos y a la profundidad del río.

Al cabo, los trabajos continuaron, una vez más se dejaron de lado los señalamientos de los ambientalistas. Ahora, por primera vez se tiene el compromiso público del director general de la Conagua de que los tres procedimientos de verificación a los trabajos del Grupo Vidanta en el río Ameca se apegarán estrictamente a lo que señala la Ley de Aguas Nacionales.

Incluso el funcionario pidió al director del organismo de Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico, José Elías Chedid Abraham, sea abierto a proporcionar información de las investigaciones y que el próximo martes detalle lo que se está haciendo para investigar. Hasta ahora, dijo el director general, no se han encontrado irregularidades.


10 de agosto de 2014
Fuente: Milenio
Nota de Guillermo Gómez Pastén

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