Por:Lino Sarmiento

Científicos y ambientalistas consideran que la intrusión de agua salobre a los mantos freáticos del territorio de Quintana Roo, con la consecuente disminución de agua dulce, es la principal amenaza que enfrentaría el estado como efecto del cambio climático.
Los humedales, manglares y corales ya han comenzado a sufrir esos efectos, que apenas hace poco se estimaba que ocurrieran dentro de 60 años.
El fenómeno impactaría la zona sur del estado, donde lagunas, pantanos, pastizales y tierras agrícolas, son las más vulnerables a ser contaminadas con la intrusión salina.
En la vida urbana las consecuencias tomarían un cariz paradójico: por un lado, el desabasto de agua por la reducción de las precipitaciones y por la disminución en la recarga de los mantos acuíferos y, por otro lado, las inundaciones ocasionadas por precipitaciones extremas.
Con la participación de 17 países, comienza hoy la Reunión Internacional de Coordinadores Nacionales de la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Parques Nacionales y Áreas Naturales Protegidas, Flora y Fauna Silvestre (Redparques), en Puerto Morelos.