Argentina reitera que Uruguay violó Derecho Internacional con planta Botnia

28 septiembre 2009

La delegación argentina alega que Uruguay violó el tratado de 1975 por instalar la planta de celulosa a la orilla del río sin previa consulta. Continuarán refutando los argumentos presentados por los montevideanos en las sesiones pasadas donde aseguraron que Argentina estuvo de acuerdo con la construcción de la planta y que la misma no contamina las aguas del río.

28 de septeimbre de 2009
Fuente: Telesur

Argentina reiteró este lunes ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que Uruguay sí violó el Derecho Internacional, y especialmente el Estatuto del río Uruguay del 1975, desde el mismo momento que permitió la construcción de la fábrica de celulosa Botnia en las riveras fronterizas.

Para la profesora de Derecho de la Universidad de Ginebra, Laurence Boisson, la violación se produjo cuando Uruguay concedió "en febrero de 2005" el permiso para construir la planta "basándose en estudios medioambientales incompletos", entre otros puntos.

El tratado de 1975 entre Argentina y Uruguay se realizó para contar con un sistema de comunicaciones e inspecciones frente a cualquier obra que afecte la calidad de las aguas expresado en los artículos 7 y 12 del estatuto; tener el compromiso de prevenir la contaminación de las aguas y establecer las responsabilidades por los daños que generen las actividades que se realice en el río, en su artículo 42, entre otros reglamentos.

La comitiva de Buenos Aires refutará este lunes o martes los argumentos que Uruguay ha presentado para defenderse luego que permitiera la instalación de la planta ubicada cerca de la ciudad de Gualemaychú, al sureste de la República Oriental de Uruguay, donde sus pobladores han quejado de los malos olores que produce esta fábrica.

En la tercera jornada consecutiva de intervenciones, el abogado estadounidense Lawrence Martin indicó el pasado 23 de septiembre que el acuerdo de la instalación de Botnia se llevó a cabo en una reunión de los ministros de Exteriores de ambos países que se celebró el 2 de marzo de 2004.

Martin negó que en esa reunión se remitió el proyecto a la Comisión de Administración del Río Uruguay (CARU), que era lo alegado por Argentina y además sostuvo que la única función de esa organización era el realizar los controles medioambientales.

El abogado aseguró que Uruguay no ha violado el Estatuto del Río Uruguay de 1975 por no informar primero a CARU. Este acuerdo, que tiene más de 30 años, se efectuó para reglar los usos, actividades y conservación del río frontera entre ambos países.

Afirmó Martin en el Estatuto del Río Uruguay "no hay nada que impida a las partes obviar la inicial revisión e iniciar consultas directas", que según Uruguay es lo que ocurrió.

"La necesidad de negociaciones directas era obvia y ambas partes acordaron proceder" con las mismas, expuso el asesor legal de la delegación de Montevideo ante los jueces.

También reprochó a Argentina haber construido en su ribera unas "170 plantas industriales desde 1976" sin haberlo informado en ninguna ocasión a CARU y de haber decidido "unilateralmente" que esos proyectos no afectarían al río.

Para Uruguay, la industria química ubicada en la ribera argentina -fábricas de plásticos o detergentes, entre otras- es más contaminante que la celulosa construida en su parte del río.

La delegación de Montevideo defendió la colocación de Botnia en su territorio pues no afecta la calidad del agua del río, ni perjudica el medio ambiente.

Por su parte, Argentina mantuvo la semana pasada que el olor a "huevos podridos" que desprende la celulosa ha afectado la salud de la población de los alrededores, además que perjudica a las actividades turísticas de Fray Bentos, donde está ubicada la planta.

Fray Bentos es una zona turística reconocida en todo el mundo, posee un gran número de visitantes provenientes principalmente de Europa. A sólo ocho kilómetros del puerto se encuentra el balneario turístico de Las Cañas, donde existe una gran variedad de árboles nativos, con playas de arena y aguas tranquilas sobre el Río Uruguay, precisamente donde Botnia mantiene sus operaciones.

Un factor que perjudica el turismo en la zona es el olor que produce la fabricación de la celulosa, que fue catalogado por el alcalde de la ciudad de Gualeguaychú (sudeste de Argentina), Juan José Bahillo, el pasado 26 de enero como "insoportable" y que provoca irritación en la nariz y en la garganta a varios vecinos.

 

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