Usumacinta, Realidad Amenazada

24 mayo 2017

USUMACINTA, REALIDAD AMENAZADA

Es conocido por muchos que el Río Usumacinta localizado en el corazón de la civilización maya dentro del tesoro de la Lacandona, sufre de un deterioro que se acelera en gran medida. Una de las amenazas mas grandes y que están en puerta desde hace ya algunas décadas es el proyecto de  construcción de presas hidroeléctricas que en definitiva afectarán  al ecosistema, al patrimonio arqueológico y por supuesto a las comunidades de la región.
SOBRE LA IMPORTANCIA DEL USUMACINTA
El Río Usumacinta  es el más caudaloso de la zona maya nace desde  los Altos de Guatemala, en Huehuetenango e irriga  un área de 106, 000 km2 hasta el sureste de México,  lo que representa un 42\% de terreno para Guatemala y el mayor porcentaje de los estados mexicanos Chiapas, Tabasco y Campeche donde se estableció gran parte de las poblaciones mayas.
Está localizado en la Selva Lacandona, y resulta fundamental  su cauce puesto que  riega grandes zonas arbóreas las cuales son  hábitat, alimento y parte estructural de cadenas tróficas entre el sinnúmero de especies asociadas.  En Guatemala se le conoce como Chixoy, o Negro, y recibe el nombre de Usumacinta poco después de asimilar uno de sus brazos principales: el Río de la Pasión, que viene desde El Petén. Algunos kilómetros adelante, se une al Usumacinta el Río Lacantún, lo que incrementa de manera sustancial este torrente cuyo escurrimiento anual sobrepasa los 50 millones de m3.
En México, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) ha identificado en este río a tres regiones hidrológicas prioritarias por su valor de conservación: la Laguna de Términos – Pantanos de Centla, Balancán y el Río Lacantún y sus tributarios. Asimismo, la cuenca del río Usumacinta contiene tres regiones terrestres prioritarias por su valor de conservación: la Selva Lacandona, las Lagunas de Catazajá-Emiliano Zapata y los Pantanos de Centla.
El corredor de la Selva Lacandona se compone principalmente de bosques tropicales selvas de tierras bajas es un compuesto único de ecosistemas tropicales que reflejan el cuidadoso manejo de los Mayas durante cientos de años.
En el  sistema hidrológico de la cuenca del río Usumacinta, en la Selva Maya existen grandes zonas pantanosas en el Parque Nacional “Laguna del Tigre”, los acalchés en Calakmul y los Pantanos de Centla, uno de los humedales mas grandes de América. El gran número de ecosistemas existentes en la Selva Maya, está representado por un sinnúmero de especies en peligro de extinción, raras y amenazadas tales como el tapir mesoamericano (Tapirus bairdii), la guacamaya roja (Ara macao), dos especies de mono aullador (Allouata pigra y A. palliata), dos especies de cocodrilos (Crocodylus moreletti y C. acutus) y la mayor población al norte del continente de jaguar (Panthera onca) además de conservar 625 especies de mariposas, 114 especies de mamíferos, incluyendo a los más grandes del país.  Así mismo, la Selva Maya es hogar de una de las más diversas comunidades de murciélagos sobre la tierra, así como el 15\% de las especies de plantas en México, una amplia gama de plantas endémicas incluyendo a la lacandonia schismatica. A su vez  abastece a diversos grupos étnicos y comunidades sureñas que habitan cerca de el.  El río Usumacinta atraviesa la Selva Lacandona, conservando aún   una sublime integridad funcional, siendo en su mayoría selva alta perennifolia perturbada en un grado mínimo.
Los  humedales de esta zona,  resguardan importantes extensiones de vegetación acuática y subacuática, así como vertebrados en peligro de extinción a nivel mundial como el manatí (Trichechus manatus) y halcón aplomado (Falco femoralis). Estos humedales también son importantes como zona de reproducción para aves acuáticas migratorias.
LAS HIDROELÉCTRICAS EN EL USUMACINTA
RECUENTO HISTORICO.
No es nuevo ver amenazada la integridad del Usumacinta por la implementación de un megaproyecto, como una o varias presas hidroeléctricas.
Haciendo un recuento histórico de las amenazas al Usumacinta podemos  encontrar en inicio que:
  • En los años 60’s , fue propuesto para  una presa hidroeléctrica,  el Paraje Boca del Cerro (Tabasco).
  • Para 1980 hubo un acuerdo entre México y Guatemala de construcción de varias presas en la cuenca.
  • En  1985 se recomendó a Boca del Cerro como presa base con cuatro presas adicionales cubriendo un área de 1300 km2.
  • En 1987  denuncia el Grupo  de los Cien probable destrucción Yaxchilan y Piedras Negras.
  • En 1989 Se supende el plan hidroeléctrico por la SEDUE a petición del gobierno.
  • En 1990 la CFE contrato expertos que valoraran el terreno, donde se declaró como inestable para la construcción de una cortina de concreto.
  • Para 1992 Carlos Salinas de Gortari anunció la creación de una nueva reserva ecológica “Yaxbe” (Camino verde) sobre el Usumacinta para “mantener la continuidad entre selvas del Peten guatemalteco y la Lacandona” . En esos días se inició la construcción de una  presa en Boca del Cerro y otra sobre el río en manos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la Secretaria de Energía Minas e Industrias Paralelas (SEMIP), pero fue cancelado2.
  • En 1996, una década después que la CFE habló de la posibilidad de construir diez hidroeléctricas en el río Usumacinta y sus afluentes, los empresarios de la CEMAI revivieron la propuesta, pero ahora bajo su responsabilidad.
  •  En 1998, durante una de sus giras a Chiapas, el presidente Ernesto Zedillo se refirió a la “planeación regional para la conservación y desarrollo sustentable de la gran cuenca del río Usumacinta”, agrega el investigador. Y es que en el paraíso selvático se registra una abundante lluvia que escurre con gran fuerza por las pendientes de las Cañadas, que puede ser utilizada para esas hidroeléctricas.
  • En  2001  durante el marco de discusión del Plan Puebla Panamá (PPP)  se presento un programa de integración y desarrollo para México  y América Central en el cual se contempla algún megaproyecto para el Usumacinta. Las autoridades aseguran que la mega-represa  no es un proyecto que forme parte del PPP, pero la CFE admite  que se esta evaluando un proyecto menor de  “cortina baja”.
  • En  junio de 2002, en la denominada  Cumbre extraordinaria  de los Países Integrantes del Mecanismo de Dialogo  y Concertación de Tuxtla;  México firmó el memorando de cooperación eléctrica con Centroamérica Sistema de Interconexión  Eléctrica para los Países de América Central (SIEPAC) , con lo que se da formalmente inicio a la construcción de las Hidroeléctricas del Alto Usumacinta, consistente en cinco pequeñas presas que inician en la frontera Guatemalteca y terminan en territorio tabasqueño; convenio previsto dentro del PPP.
  • En la Expo Inversión 2002  el Banco Interamericano de Desarrollo anunció la aprobación de un esquema  de financiamiento por 240 millones de dólares para apoyar  de interconexiones eléctricas en América Central, que resulta ser el primer paso  hacia la integración  energética mesoamericana.3
  • En noviembre de 2002 la CFE afirmó que canceló el proyecto y el Ministerio de Energía y Minas (MEM) de Guatemala, negó la existencia de planes de alguna presa en territorio Guatemalteco.
LAS CONSECUENCIAS DEL MEGA- PROYECTO
Se han constatado datos alarmantes en torno a la construcción de presas Hidroeléctricas en el Usumacinta ya que alteran y desvían el cauce natural de los ríos, inundan, afectan y desplazan a las personas de sus comunidades en su área de influencia, destruyendo  lugares sagrados e históricos,   alterando el equilibrio ecológico, causando  la muerte de los ecosistemas, provocando una perdida de  biodiversidad. Además de alterar flujos hidrológicos fundamentales para la sobrevivencia de diversas especies acuáticas o la disminución del flujo de agua hacia regiones cuya diversidad depende del río; sin mencionar que se está violando además la autodeterminación de territorios, afectando el patrimonio y cosmovisión de los pueblos indígenas de la región.
Cualquiera de las presas contempladas por el gobierno mexicano para la generación de energía eléctrica (Boca del Cerro, la Línea, El Porvernir, Salvamento o San Fernando: ver mapa adjunto) impactarían a una o más de estas regiones Las lagunas de Catazajá-Emiliano Zapata también se verían impactadas por una presa en el Usumacinta.
Como se ha mencionado la diversidad de habitats en la región hidrológica prioritaria de Balancán es muy elevada ya que cuenta con humedales, ríos y pantanos donde existen diversas especies acuáticas importantes como la tortuga de río centroamericana (Dermatemys mawii). La modificación de la cabecera del Usumacinta, incluyendo las presas hidroéléctricas, son citadas por CONABIO como una preocupación para la conservación de esta región.  Dadas las elevadas precipitaciones en la región, esta cuenca actúa como zona de recarga de acuíferos subterráneos que alimentan al sistema fluvial. De inundarse esta región hidrológica, se pondrían en peligro extensiones aún considerables de selva alta perennifolia, selva mediana subcaducifolia, bosques de pinos y encinos, vegetación riparia y sabanas.
Con la construcción de una presa  se impide el flujo natural del Usumacinta, provocando un grave impacto al río Lacanjá.  El Usumacinta desemboca en uno de los deltas más grandes de mesoamérica,  la presencia de diversas especies animales y vegetales indican un grado de conservación plausible; por lo tanto el delta del Usumacinta, es una importante zona de refugio, crianza, alimentación y reproducción de diversos grupos de cheloneos, reptiles, aves, peces, crustáceos, mamíferos e invertebrados.
En general los megaproyectos han servido para beneficiar a instituciones financieras y grupos de poder económico internacionales y multilaterales vinculados al Plan Puebla Panamá, Plan Colombia y al Libre Comercio. Además  de intereses políticos claramente involucrados. Llevar a cabo la construcción de una mega-presa significaría inundar  700km2  de selva, provocando una perdida segura de vestigios arqueológicos mayas y afectando en gran medida  a mas de 23 comunidades que habitan a las orillas del Río Lacandona.  En caso de edificarse  una cortina de concreto,  hacia abajo el río se convertiría en río muerto, ocasionando proliferación de parásitos en peces (fuente de alimento de lugareños), desaparición de comunidades  y microclimas donde  existen flora y fauna endémicos, por consiguiente  un enorme daño en la biodiversidad y un claro desequilibrio ecológico.
Y LA OPINIÓN DE LAS ONG’S QUE TANTO CUENTA??.  .  .
        …”A pesar de la oposición de diversos Organismos no Gubernamentales y de que el proyecto había sido cancelado por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, en el 2002″ México firmó el memorandum de cooperación eléctrica con Centroamérica, con lo que se da formalmente inicio a la construcción de las Hidroeléctricas del Alto Usumacinta, consistente en cinco pequeñas presas que inician en la frontera Guatemalteca y terminan en territorio tabasqueño”
                                                                           -Miguel Avendaño Murillo-

Los pro ambientalistas insisten que los proyectos de presas dañan el medio ambiente y ponen en extinción la vida de los pueblos indígenas.
 
Guatemala niega estar de acuerdo con el megaproyecto de las presas en el Usumacinta, debido a los daños tan serios que su construcción propiciará, además de la importante  protesta que han dado los grupos ambientalistas de ambos lados del Río (mexicanos y guatemaltecos), en contra de esta obra.
No solo  los países directamente afectados han dado opinión sobre el asunto; el 27 de marzo de 2002 en el Foro Mesoamericano contra las represas en la Ciudad de Palenque ONG’s de 21 países acordaron reclamar información a sus gobiernos sobre el asunto de las represas hidroeléctricas y la explotación del agua, con el fin de evitarlas  con litigios internacionales ante la Comisión Interamericana  de los Derechos Humanos.
En Tabasco, la Asociación Civil Ecologista Santo Tomás a través de un comunicado dio a conocer que el proyecto de Boca del Cerro, pese a había sido cancelado en 1991 por el entonces Presidente Carlos Salinas, Vicente Fox lo contempla en el PPP, a pesar de que el entonces presidente de México reconoció que la obra afectaría zonas arqueológicas y ocasionaría daños ambientales. De hecho, los tremores que se han sentido en Tenosique se deben a las explosiones que se han realizado en el Alto Grijalva.

El Grupo de lo 100 logró que diversos organismos acordaran oponerse y protestar por todos los medios contra cualquier construcción sobre el Río Usumacinta; según los participantes las construcción de hidroeléctricas dañaría seriamente las comunidades indígenas de la zona, el ecosistemas y un sinnúmero de zonas arqueológicas.
GreenPeace menciona como afectara la construcción de este megaproyecto los sitios arqueológicos (600 km2) asi como el desplazamiento de flora y fauna.
La CONABIO ha identificado a la actividad hidroeléctrica sobre el Usumacinta como una de las principales amenazas al entorno de la Laguna de Términos y los Pantanos de Centla.
“Después de años de producción, depredación, exploración e investigación científica, los grandes inversionistas reconocen que las numerosas cadenas montañosas de la selva Lacandona son el punto estratégico donde se encuentran grandes brotes biológicos del subcontinente norteamericano”, y es uno de los sitios que, por la abundancia de agua, es idóneo para el nuevo patrón técnico de producción: el de la biogenética y de las plantaciones forestales comerciales.
Pero pese a la gran protesta surgida en torno a esta alarmante situación, en realidad que tanto caso hacen las autoridades sobre el evidente deterioro que la región Lacandona sufrirá a causa de la realización de los megaproyectos visualizados en la zona.  Nuestra voz es sumamente importante, debemos hacer notar cuanto antes lo alarmante de la situación.   Por eso resulta fundamental que no sean solo unos cuantos los que hagan sonar su voz en contra de este ecocidio, es necesario que unamos fuerzas para luchar junto con los Lacandones por la defensa del caudal del Río Usumacinta en la selva Lacandona  y todo lo que este de su brazo lleva.
REFERENCIAS
Aridjis, H. 2002. “Fox contra el Usumacinta”. Grupo de los Cien Internacional.
Arriaga, L., J.M. Espinoza, C. Aguilar, E. Martínez, L. Gómez y E. Loa (coordinadores). 2000. Regiones terrestres prioritarias de México. Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad. México. Regiones Terrestres Prioritarias 138, 143 y 144.

Arriaga,L., V. Aguilar, J. Alcocer, R. Jiménez, E. Muñoz y E. Vázquez (coordinadores). 2002. Regiones hidrológicas prioritarias. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México.  Regiones Hidrológicas Prioritarias 90, 91 y 92. www.conabio.gob.mx

Avendaño, M.  2002 “Autorizan presas en el Usumacinta” . En Tabasco HOY

Ramos Frnández , Gabriel Pronatura Península de Yucatán A.C.

Wilkerson, S. Jeffrey K. 1991 Damming the Usumacinta: The Archaeological Impact. In 6th Palenque Round Table, 1986. Virginia M. Fields, ed. pp. 118 – 134.


1 Ramos Fernández , Gabriel Pronatura Península de Yucatán A.C.
2 Aridjis, H. 2002. “Fox contra el Usumacinta”. Grupo de los Cien Internacional.
3 Avendaño, M.  2002 “Autorizan presas en el Usumacinta” . En Tabasco HOY
4 Ramos F., Gabriel  op cit.
5 Ramos F., Gabriel  op cit.

Autor(es): Lorena Gudiño Valdez

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