Fuente: FMBolivia

Cada año, el Huayna Potosí, el Illampu y el Illimani pierden 40 centímetros de espesor por efectos del cambio climático. Expertos advierten que en 20 años podrían desaparecer los principales nevados de La Paz, entre ellos el Tuni Condoriri y el Huayna Potosí, cuyas aguas alimentan a las represas que dotan de este líquido vital a La Paz y El Alto.

El investigador del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) y miembro del Instituto de Hidráulica e Hidrología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Javier Mendoza, explicó que el Huayna Potosí, el Illampu y el Illimani pierden un espesor de 40 centímetros cada año.

El dato se desprende de un estudio que todavía se ejecuta en coordinación con organizaciones de Francia y Japón. Los investigadores monitorean desde el año pasado los nevados del Tuni Condoriri, Chacaltaya, Illampu, Mururata y Huayna Potosí.

Según el experto, la situación de los nevados Tuni Condoriri y Huayna Potosí cobra particular relevancia, pues ellos alimentan de agua a la represa Tuni Condoriri, que provee de este líquido vital a la población de El Alto y la ladera oeste de La Paz.

Además estos nevados suministran de agua a la represa hidroeléctrica de Zongo, ubicada al norte del municipio paceño.

Mendoza advirtió que si persisten las altas temperaturas y hay carencia de lluvias, en un período de 20 años estos glaciares podrían desaparecer, situación que repercutirá en la dotación de agua potable y luz eléctrica a La Paz y El Alto.

La Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) informó el lunes a este medio que las represas del departamento se alimentan en un 80% del agua de lluvias y el 20% restante proviene de los nevados Tuni Condoriri y Huayna Potosí.

En la misma línea, el coordinador de la Liga de Defensa de Medio Ambiente (Lidema), Edwin Alvarado, señaló que el ritmo del retroceso del Tuni Condoriri preocupa. Se prevé -afirmó- que dentro de 15 ó 20 años este nevado deje de proveer de agua a la represa del mismo nombre. Apuntó que ocho de cada diez vasos de agua que consumen hoy los alteños provienen de este embalse.

“El Huanya Potosí no tiene más el imponente nevado que podía apreciarse desde Sorata, y esto ha producido que cinco importantes vertientes de agua sequen, dejando sin este recurso a igual número de comunidades que los utilizaban para regar sus cultivos”, afirmó.
Las lluvias fuertes se hacen esperar

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) pronosticó que en estos días se tendrán chubascos aislados, pero que aún no se vislumbran tormentas fuertes que ayuden a llenar las represas de agua del Tuni Condoriri y Huayna Potosí.

Según el reporte de la entidad, luego de las altas temperaturas registradas en los últimos días en el departamento, éstas comenzarán a descender a menos de 20 grados.

La responsable de Pronósticos del Senamhi, Marisol Portugal, señaló que dentro del monitoreo meteorológico todavía se observa el déficit de lluvias, que no es normal en esta época húmeda.

“En estos momentos se observa chubascos (en el departamento). Lo que sucede es que con los efectos del cambio climático, lo que no llovió en un mes puede suceder en un día”, explicó la especialista.

En este marco, Portugal dijo que sólo resta esperar que pronto caigan las fuertes lluvias. Éstas se dejan esperar no sólo en La Paz -particularmente al norte del departamento-, sino también en los llanos orientales y en Potosí.