Cambios en el lago Superior sorprenden a científicos

12 septiembre 2007

AP
2007-09-12 10:05 am

Con una profundidad suficiente para contener el agua combinada de los otros Grandes Lagos y un área tan grande como la del estado de Carolina del Sur, el tamaño del Lago Superior le ha dado una imagen de invulnerabilidad.

Sin embargo, está perdiendo agua y se está calentando, lo que ha despertado temores entre los habitantes que viven cerca de sus riberas, así como científicos y empresas que tienen al lago como fuente de sus negocios.

Los cambios que experimenta el lago podrían ser señales del cambio climático, aunque los científicos no están seguros de ello.

El nivel del Lago Superior se encuentra en su punto más bajo de las últimas ocho décadas y podría imponer una nueva marca en las próximas semanas si llega a bajar otros 7.6 centímetros (tres pulgadas), tal como se anticipa.

En tanto, la temperatura promedio del agua del lago ha aumentado en dos grados centígrados (4.5 Fahrenheit) desde 1979, una cifra significativamente superior a un poco más de un grado Celsius (2.7 Fahrenheit) de incremento en la temperatura del aire en la región durante el mismo periodo.

Esto no es un asunto normal para un mar de agua dulce que se creó al derretirse un glaciar al terminar la Era del Hielo y que permanece frío en todas las estaciones del año.

Un instrumento meteorológico instalado en el costado occidental del lago recientemente registró una temperatura "sorprendente" de 24 grados centígrados (75 Fahrenheit), "la superficie más cálida que jamás hayamos observado en este lago", indicó Jay Austin, un profesor adjunto de la Universidad de Minnesota que trabaja en el Observatorio de los Grandes Lagos en Duluth.

Los niveles de agua también han descendido en los otros Grandes Lagos desde finales de la década de 1990. Sin embargo, lo repentino y lo grave de los cambios en el Lago Superior despiertan los temores de muchas personas en la región.

Las costas son decenas de metros más amplias de lo que solían serlo, lo que les da a los bañistas playas más anchas, pero también los expone a fondos con mugre y vegetación en estado de putrefacción.

En un día reciente, Dan Arsenault, un hombre de 32 años que ha vivido toda su vida en Sault Ste. Marie, en la Península Superior de Michigan, observaba cómo sus dos hijas pequeñas jugaban en el lodo de la costa sudoriental donde hace apenas hace unos años el agua le llegaba a la cintura. Una cuerda de flotación que antes marcaba la zona de natación ahora descansa en terreno húmedo.

"Es (el nivel) más bajo que jamás haya visto" dijo Arsenault.

Sin embargo, el Lago Superior aún tiene mucha agua. Su profundidad promedio es 147 metros (483 pies) y llega hasta los 405 metros (1.332 pies) en su punto más profundo.

En tanto, el lago Erie, el menos hondo de los Grandes Lagos, tiene una profundidad máxima de 64 metros (210 pies) y sólo promedia 19 metros (62 pies).

Por su parte, el Lago Michigan promedia 85 metros (279 pies) de profundidad y en su sitio más hondo alcanza 282 metros (925 pies).

Sin embargo, en las costas del Lago Superior, las embarcaciones no pueden llegar a muchos muelles donde atracar y han pedido al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos que draguen las bahías poco profundas.

En tanto, el servicio de transbordadores entre Grand Portage, en Minnesota y el Parque Nacional Isle Royale ha perdido operaciones y clientela porque uno de sus barcos no puede atracar en el muelle.

Sally Zabelka ha despedido a dueños de embarcaciones que desean atracar en el embarcadero de Arribo Chippewa en la Península Superior, donde no hace mucho tiempo embarcaciones de hasta ocho metros (27 pies) de eslora podían entrar al canal desde la Bahía Brimley. "En esencia, nuestro muelle está inservible este año", agregó.

Otro problema lo representa la pesca, pues al calentarse las aguas, la perca y otras especies de peces que habían atraído a pescadores deportivos a las costas, ahora han migrado hacia aguas más frías en el lago abierto.

Los bajos niveles de agua le han costado a la industria marina millones de dólares. Los barcos ahora llevan cargas más ligeras de óxido de hierro y de carbón para evitar encallar en las aguas poco profundas.

Por su parte, el trabajador jubilado Ted Sietsema expresó una sospecha no poco común entre los pobladores de la costa sur del Lago Superior: que el gobierno está desviando el agua hacia lugares con más población e influencia política, como hacia los lagos Hurón y Michigan e incluso hacia otras regiones a través del río Misisipí.

"No me digan eso del calentamiento global. Esa agua la envían al oeste. Ese enorme acuífero está vacío, pero aun así puede regar el desierto y esa agua tiene que salir de algún lado", señaló Sietsema.

Sin embargo esa teoría no tiene fundamento, dijo Scott Thieme, un director de hidráulica y de hidrología de la oficina del Cuerpo de Ingenieros del distrito de Detroit.

El agua sale del Lago Superior a través de compuertas, plantas hidroeléctricas y esclusas hacia el río St. Marys, pero sus cantidades están estrictamente reguladas por un convenio suscrito en 1909 con Canadá.

Las fuerzas que están operando en estos fenómenos, aunque aún son un misterio, no son elementos para una novela de espionaje, explicó Thieme.

Las precipitaciones fueron de casi 15 centímetros (seis pulgadas) por debajo de lo normal en el Lago Superior el año pasado, y la evaporación ha aumentado porque los inviernos no tan fríos han disminuido la capa de hielo en invierno.

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