Las tuberías tienen una vida de 15 o 20 años y transcurrido ese tiempo es frecuente la aparición de fugas y de agua turbia de color marrón. Aunque no estén a la vista, no hay que olvidar que los conductos con más de 15 años ya tienen en su interior corrosión y el agua que circula por ellos no suele pasar las analíticas para el consumo humano. "Los principales problemas en España son ocasionados por tuberías de hierro o caña que, por el paso del tiempo, acumulan corrosión severa que ocasiona los problemas de falta de caudal, poca presión, agua sucia y en la mayoría de los casos roturas. Luego hay muchas viviendas que disponen aún de tuberías de plomo y es un peligro para la salud", explican en la empresa Pipe Restoration Technologies.