Científicos demandan abandonar los pozos

23 marzo 2010

Expertos consideran insostenible la extracción de agua del subsuelo y proponen tres alternativas para explotar fuentes de abasto a las que puede acceder la capital del país

22 de marzo de 2010
Fuente: Excélsior
Por Gerardo Jiménez

De la preservación y aprovechamiento del suelo de conservación del Valle de México depende la viabilidad hídrica de la ciudad en los próximos 20 años, a partir de la infiltración de las lluvias, propiciada técnicamente con presas, represas de muro de gavión, piedra acomodada, así como los llamados pozos indios y aljibes, consideró Daniel Salazar, presidente del Consejo Ciudadano para el Desarrollo Sustentable.

Estos puntos, informó el ex diputado perredista, son la Sierra de las Cruces, en el poniente; la Sierra del Chichinautzin, en el sur; y la Sierra Nevada en el caso del Popocatépetl y el Iztaccíhuatl.

“En marzo de 2007 –rememora– me acusaron de plantear un escenario catastrófico y exagerado, pero ya los acontecimientos han demostrado que el tema del agua es prioritario, de sustentabilidad.”

Pero, la recarga urgente de los mantos freáticos de la capital no es una medida que pueda tener éxito sola, aseguró. Además, debe frenarse la extracción de los pozos excavados en el Valle de México y fomentar el consumo racional.

Por ello, el ex legislador del PRD consideró que las nuevas tarifas impuestas al abasto del líquido afectarán la economía local, aunque ésta debe evitarse con la distribución de 600 mil medidores nuevos en hogares capitalinos, que ha sido anunciado por las autoridades.

“Si estas cosas no se hacen y si no se atienden con mayores inversiones, con políticas públicas sostenidas y contundentes, los síntomas de crisis que comenzamos a vivir desde el año pasado se van a agudizar. Estamos hablando de que la próxima generación quizá no tenga viabilidad hídrica en la ciudad”, vaticinó el ambientalista.

Agustín Breña Puyol, investigador del Departamento de Ingeniería de Procesos e Hidráulica de la UAM, consideró que las zonas más amenazadas de la ciudad por la explotación de los mantos freáticos son el Centro Histórico y sus alrededores.

“A lo largo del tiempo, donde se ha extraído más agua de tipo subterráneo se ha hundido más el suelo. Actualmente el punto más bajo de toda la cuenca del Valle de México es la zona del Aeropuerto, por eso ocurrió esa inundación en la colonia El Arenal. Ésa es la zona topográfica con mayor tipo de conflictos.”

El especialista advierte que este fenómeno va a ir en aumento: donde están ubicadas las baterías de pozos y de donde se extrae el mayor volumen de agua de tipo subterráneo son puntos amenazados por hundimientos diferenciales, los cuales “están ocurriendo en toda la zona metropolitana del Valle de México, en aquellos lugares en donde actualmente se extrae grandes volúmenes de agua, como en Xochimilco, donde también hay un número importante de pozos, así como la batería de puntos de extracción que viene desde Pachuca hasta Cuautitlán y Tepozotlán, ahí también e están extrayendo volúmenes muy importantes de agua”, detalla el académico.

Del subsuelo, refiere Breña Puyol, se extrae entre 60 y 70% del volumen del agua que se consume en el DF; sin embargo, para él la opción no está en captar el agua de lluvia, sino en una medida radical: abandonar los pozos y reducir las dotaciones hasta en 50%.

“Actualmente, consumimos más de 300 litros por habitante al día. Pero estudios internacionales dicen que con 150 litros se pueden satisfacer las necesidades hídricas de los ciudadanos”, afirmó.

Para Constantino Soto, investigador del Departamento de Producción Económica de la UAM, el desabasto, la explotación desmedida de los mantos subterráneos y el consiguiente hundimiento “es un fenómeno nada nuevo”, sino producto de un modelo de explotación aplicado ininterrumpidamente desde la época de la Colonia.

Eso es lo que, afirmó, ha vuelto insostenible, en la actualidad, la extracción por medio de pozos. “Históricamente se ha extraído agua de la zona lacustre de la ciudad, ése ha sido el modelo de los últimos cuatro siglos, a lo largo de los cuales el ciclo del agua ha sido solo uno: la desechamos en el drenaje, no se procesa y se potabiliza agua de reciente extracción.”

No son los pozos de extracción, sin embargo, el único medio al alcance para obtener agua con la que cuenta la ciudad, afirmó el investigador, aunque reconoció que las otras fuentes naturales “estúpidamente, las han entubado”.

Por ello, ante la insostenible situación hídrica de la ciudad, el académico propuso frenar la explotación a través de los 600 pozos y, en su lugar, recuperar algunos de los caudales de la ciudad, como los canales Nacional, de Chalco y de La Viga, los cuales, paradójicamente, fueron enviados al subsuelo de forma artificial y utilizados, exclusivamente, como desagüe.

Historia

El Día Mundial del Agua fue creado por la Organización de Naciones Unidas en 1992, tras los foros de Mar del Plata.

A correr

Hoy, a las 14:30, será presentada la carrera Live Earth Run For Water, que se realizará en 80 ciudades.

Al cumplir 17 años, casualmente visitó la ecoaldea de Huehuecóyotl, en Tepoztlán, Morelos, donde “viven la ecología, no la predican, no la promueven, no la fomentan, la viven”.

Ahí nació la inspiración que lo llevó a la lucha por la conservación de recursos naturales tan preciosos como el agua. Han pasado 18 años desde entonces.

Telefónicamente, desde Tajín, Veracruz, donde instala una carpa informativa para la difusión de la “ecotecnia” (métodos de aprovechamiento sustentable de los diversos recursos naturales), Arnold Ricalde evalúa los avances en materia de política hidráulica de la Ciudad de México.

Y es que él, como diputado local del Partido Verde, entre 2000 y 2003, fue el impulsor de la Ley de Aguas del Distrito Federal, la primera en elevar a ese rango las políticas hidráulicas locales que, hasta ese momento, sólo se cirunscribían a reglamentos.

No obstante, esta ley, “hasta la fecha, no se ha aplicado totalmente, sino sólo de forma gradual”, afirma quien emprendiera su actividad ambientalista levantando basura en la zona de los Dinamos y quien fuera uno de los primeros diputados locales con sello verde.

Ahora, Ricalde trabaja desde el lado ciudadano, en la agrupación civil Orgánica, promotora de ecotecnias, y se dice preocupado por la congruencia. “Nuestra principal intención es que la Ciudad de México sea autosuficiente en agua, pero esto debe hacerse sin extraer recursos de otras cuencas, en donde dejamos sin agua a comunidades como las Mazahuas, los cuales tienen que irse a los ojos de agua que están a una hora en burro, esto es injusto”, advierte este hombre de 35 años.

Los 600 pozos de la Ciudad de México ya no son suficientes, muchos se han agotado; para que otros continúen funcionando se han tenido que hacer excavaciones más profundas.”

Arnold Ricalde, ex diputado y líder del grupo civil Orgánica