Ciudades en el oeste de EEUU enfrentan crisis por agua

30 marzo 2009

30 de marzo de 2009

LAS VEGAS/LOS ANGELES (Reuters) – Bill Rohret, superintendente de un campo de golf en el desierto, está haciendo algo que hace 20 años habría sido inaceptable, está sacando el brillante y verde césped y lo está reemplazando con piedras.

"Vinieron con retroexcavadoras y dinamita y convirtieron el desierto en un oasis", dijo Rohret, que contemplaba un camino de piedras con vista al valle de Las Vegas. "Ahora (…) es todo lo contrario", agregó.

El club de golf de Angel Park ha sacado el césped de 26 hectáreas en los últimos cinco años, y 6 más serán removidas antes del 2011, para ayudar a conservar las reservas locales de la materia prima más preciada en el oeste estadounidense: agua fresca.

Pero los esfuerzos de Rohret tienen sus límites. Su campo de golf y algunos otros se enorgullecían de sus prados verdes y senderos y fuentes de agua, que requerían una gran cantidad diaria de este preciado elemento.

Apuntando a reducir el uso per cápita en cerca de un tercio para enfrentar una sequía que podría empeorar con el calentamiento global, las autoridades en la materia en la ciudad más seca de Estados Unidos están pagando 1,5 dólares a los consumidores por reemplazar un metro cuadrado de césped con elementos desérticos.

Construida en el Desierto Mojave, Las Vegas lidera la lista de ciudades estadounidenses que trabaja por reducir el consumo de agua, aumentar el reciclaje y aprovechar más los recursos hídricos bajo tierra porque los que están en la superficie se están secando.

Desde entregar soluciones para las filtraciones hasta cobrar altos precios a los consumidores por usos excesivos del agua, las autoridades de la materia en el oeste estadounidense están preocupadas de fiscalizar el derroche de agua.

"Estamos en el ojo del huracán", dijo Pat Mulroy, gerente general de la Autoridad Hídrica de Nevada del Sur. "Cuando las realidades del cambio climático comenzaron a manifestarse al principio de este siglo, tuvimos que ponernos serios al respecto", indicó.

Por ahora, los legisladores han enfatizado la necesidad de reducir el uso del agua en vez del crecimiento urbano, aunque la recesión estadounidense ha puesto un freno sobre el desarrollo comercial e inmobiliario, que no podría ser de otra manera por la escasez de agua en el oeste del país.

MEDIDAS EN SERIO

El clima seco y cálido atrae a los visitantes al oeste estadounidense, pero las cañerías internas de agua han creado oasis artificiales, convenciendo a millones de personas a quedarse en la región. Las Vegas está registrada como una de las ciudades de mayor crecimiento.

Pero los científicos dicen que el cambio climático está derritiendo las reservas de nieve en la Sierra Nevada de California, la principal fuente en superficie de agua fresca en el estado, y en las Montañas Rocallosas que abastecen al río Colorado, cuyo caudal sustenta a siete estados.

La posible expansión rural y urbana está ejerciendo presión sobre los ductos de agua subterráneos, destacando el cuestionamiento sobre el futuro crecimiento de ciudades desde Los Angeles hasta Tucson, en Arizona.

"Habrá que hacer un gran ajuste en el sudeste estadounidense y en California (…) no sólo limitar el agua, sino también limitar el abastecimiento de agua", dijo James Powell, autor del libro "Dead Pool", que explora los desafíos que enfrentan las autoridades en el oeste.

Las reacciones difieren entre las autoridades locales sobre el tema del agua.

En Phoenix, la quinta ciudad más grande de Estados Unidos, las autoridades dicen que las aguas subterráneas y las fuentes en la superficie, desde los ríos Colorado y Salt, cubrirían las necesidades de la ciudad, incluso las manufactureras. La ciudad también está reciclando agua que planea guardar en la reserva como una base.

Tucson necesitará nuevos negocios para comenzar a recolectar agua de lluvia destinada al riego en el 2010.

California requiere que quienes diseñan grandes proyectos inmobiliarios prueben que tienen suficiente agua.

En Las Vegas, donde hay un nivel muy bajo de precipitaciones, están prohibidos los antejardines con césped en las construcciones nuevas.

La Autoridad Hídrica de Nevada del Sur también contrató "fiscalizadores de agua" para supervisar en los barrios y poder identificar las violaciones a los calendarios oficiales de riego y los desperdicios del preciado bien.

Estas medidas están comenzando a dar frutos, ya que disminuyó el uso diario de agua por persona en un 15 por ciento en la zona más grande de Las Vegas.

Ciudades como Los Angeles y San Diego están evaluando una idea, abandonada frente a la incondicional oposición política, de reciclar agua de la alcantarilla para abastecimiento bebestible.

Los especialistas hídricos ven la necesidad de recolectar más agua de lluvia y cambiar la operación de las represas, construidas originalmente para controlar las inundaciones, a fin de maximizar su capacidad de almacenamiento.

La preservación del agua ganará tiempo, dicen los expertos. Pero las medidas son necesarias con anticipación a las prolongadas sequías y a la renovada expansión urbana una vez que termine la recesión.