Texcoco. A nueve años de la pretensión del gobierno federal para expropiar alrededor de 5 mil 400 hectáreas de cultivo y de uso de tierra común en los municipios mexiquenses de San Salvador Atenco, Texcoco y Chimalhuacán para la construcción del aeropuerto alterno de la ciudad de México, vecinos de dos poblados de Atenco han cedido a los constantes coqueteos y presiones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para la venta de sus tierras a 157 pesos por metro.

Ante presuntas intimidaciones y engaños de la dependencia federal, un grupo de campesinos de los poblados de Santa Isabel Ixtapa y Nexquipayac, en Atenco; vendieron sus tierras a precios diferenciados -hasta 157 pesos el metro cuadrado, cuando en el 2001 lo pagaban en 7.20 pesos-.

Con la venta de la tierra, hace más de un año para los de Santa Isabel Ixtapa y poco más de seis meses para los de Nexquipayac, muchos de ellos invirtieron su dinero en la compra de pequeños terrenos en provincia o para adquirir vehículos de trabajo, los cuales ya son considerados por sus mismos dueños como inservibles.

DEL AEROPUERTO AL PROYECTO ECOLÓGICO
El 22 de octubre de 2001 el entonces presidente de la República, Vicente Fox Quezada publicó 19 decretos para expropiar cerca de 5 mil 400 hectáreas en 12 poblados de los municipios de San Salvador Atenco, Texcoco y Chimalhuacán, toda vez que pretendía construir el aeropuerto alterno de la ciudad de México.

Tras numerosos actos de protesta, enfrentamientos con las autoridades federales y estatales, represiones, el surgimiento del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) -siendo el machete su símbolo de unidad- y movimientos de resistencia; heridos y la pérdida de dos vidas; encarcelamiento de miembros y dirigentes del FPDT, los de Atenco lograron defender su tierra.

Valiosas tierras. De nombre nahua, Atenco significa “En la orilla del agua”, llamada así por la cercanía a la hermosa laguna, lo cual para muchos lugareños es motivo de interés para la Conagua.

Desde hace más de un año, los miembros del FPDT y comisarios ejidales dicen que los campesinos han sido coqueteados por la dependencia federal para convencerlos de la venta de sus terrenos, “algunas veces de buena manera, otras mediante intimidaciones y muchas otras con base en mentiras y engaños”.

Los ejidatarios consideran que la dependencia federal tiene un interés propio sobre el suelo o porque en el fondo las autoridades buscan comprar sus terrenos para revivir la creación del aeropuerto alterno a la ciudad de México.

Es por ello que en marzo de 2010 rechazaron a la Conagua el proyecto “Zona de Mitigación y Rescate Ecológico en el Lago de Texcoco”. En esa fecha el presidente del comisariado ejidal, Javier del Valle manifestó que en la asamblea del poblado de Atenco, 180 campesinos votaron de manera unánime en contra del proyecto.

“Esta iniciativa es impulsada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), por medio de la cual quieren comprar más de 2 mil hectáreas de uso común y agrícola de al menos seis núcleos ejidales de las demarcaciones de San Salvador Atenco, Chimalhuacán y Texcoco… para hacer una zona de pastizal y de recarga de los mantos acuíferos, además de un parque ecológico.

“Precisamente hace un año y tres meses la Conagua inició negociaciones con los ejidatarios de Atenco, Santa Isabel Ixtapa, Ampliación San Bernardino, Nexquipayac, Huexotla y Chimalhuacán para manipularlos y lograr que vendieran sus tierras e iniciar el proyecto”.

Los labriegos expresaron que han sido amenazados por la dependencia federal con inundar las tierras que no les sean vendidas.

LA RENDICIÓN EN IXTAPA Y NEXQUIPAYAC
Quizás por ambición, por ver un beneficio al momento, por miedo, por engaño, traición, simplemente porque no valoraron lo que les costó a sus antepasados obtener la tierra o no les interesó responsabilizarse de ella la gente de Santa Isabel Ixtapa y Nexquipayac se rindieron y accedieron a la venta.

Para el campesino Lucrecio López, los ejidatarios de Ixtapa, Francisco Rodríguez y Romualdo Rojas pudieron haber sido burlados por el comisario ejidal Rubén Pacheco, quien autorizó la venta de las tierras sin aval de la asamblea.

“Pero todos sabemos que desde 2001, los de Santa Isabel Ixtapa decían que era mejor vender; sin embargo, quienes se deshicieron de sus tierras hace poco no les rindió el dinero y afectaron a sus vecinos ya que les impiden el paso con sus animales en aquellos lugares que fueron comprados”.

Se prevé que en esta comunidad fueron malbaratadas 650 hectáreas de las mil que pretenden ser adquiridas en la zona conocida como El Salado.

Los de Nexquipayac hace poco más de seis meses aceptaron la venta pero al momento no les han pagado. No hay precisión en el dato pero se estima que alrededor de 320 hectáreas también fueron vendidas.

“En el pueblo de Atenco nos opusimos y les recordamos que no queremos que nuevamente se metan en nuestro territorio”, apuntó María Trinidad Ramírez, dirigente del FPDT, tras afirmar que sigue la insistencia para convencer a la gente que venda su tierra, sobre todo mediante priistas de Atenco.

“Pero seguimos insistiendo en el valor, no del dinero, sino de lo que significa nuestra identidad, nuestras raíces, el no entregar nuestras tierras”.

Trinidad Ramírez aseguró que además de perder sus cultivos, habría afectaciones en el impacto ambiental y rompería con la tranquilidad y las costumbres del lugar.

“Como en el poblado de Tulantongo, en Texcoco, donde por ampliar las carreteras, están robando un espacio muy grande de terreno a las personas y desequilibraron la forma de vida de muchos de ellos”.

Actualmente la mayor parte de las tierras de Atenco que pretendían ser utilizadas para el proyecto del nuevo aeropuerto de la ciudad de México, siguen siendo cultivadas. La gente del lugar come de la tierra y le agradece. La temporada pluvial fue bien recibida por los sembradíos de maíz, frijol, calabaza y haba que persisten principalmente en la región.