No obstante, el director del Sapas, José Antonio Garduño, se ha negado a firmar el documento en donde se especifica el incremento salarial, con el argumento de que el SUEM no es el sindicato mayoritario en el organismo operador.

Esta situación fue el principal motivo de conflicto entre el principal gremio del Ayuntamiento y el funcionario, mismo que estuvo a punto de desencadenar paros laborales y el emplazamiento a huelga.

Garduño argumenta que tiene un documento del Tribunal de Conciliación y Arbitraje que le indica que el Sesapas (Sindicado de Empleados del Sapas) es el que posee el contrato colectivo del organismo operador.

Sin embargo, el argumento de Rocío Vargas, dirigente del SUEM, es que este sindicato tiene la titularidad en el Ayuntamiento, que incluye el organismo descentralizado que es el Sapas.

Incluso, para mayor prueba, José Antonio Garduño, en calidad de director del sistema, firmó el año pasado el contrato colectivo suscrito entre la presidencia municipal y el Sindicato Único de Empleados Municipales.

No obstante que este reclamo quedó pendiente, el SUEM ha optado por desistir de su intención de tomar medidas de presión, como la de emplazar a huelga o realizar paros. Esto, dijo la líder, porque los trabajadores se mostraron conformes con recibir el incremento salarial pactado por el sindicato, que incluye el retroactivo al primero de enero.

“El que no se haya firmado el documento del incremento, en sí, no nos afecta”, consideró Rocío Vargas. Sin embargo, dijo que el SUEM sí acudirá al Tribunal de Conciliación y Arbitraje, a fin de que les reconozca también en el Sapas la titularidad que tienen ganada ante el Ayuntamiento.