Investigadores de la Universidad Veracruzana (UV) y del Instituto Tecnológico de Boca del Río (ITB) localizaron altas concentraciones de metales tóxicos como aluminio, plomo, zinc, cobre y cadmio en Alvarado y La Mancha, dos de los complejos lagunares más importantes de Veracruz.

Sus niveles rebasan los límites permisibles de las normatividades nacionales e internacionales (establecidas para acuíferos de producción pesquera), según señala el estudio especializado que presentaron los académicos en la XXI Reunión Científica-Tecnológica, Forestal y Agropecuaria de Veracruz, organizada por la UV en la Facultad de Ciencias Biológicas de Peñuela, Veracruz.

Patricia Aragón (Instituto de Ingeniería UV), Fabiola Lango y Refugio Castañeda (ITB), autoras del estudio, subrayan que los metales pesados son tóxicos en altas concentraciones y un factor de propagación de enfermedades tanto en los organismos acuáticos como en los humanos que los consumen, pues provocan problemas agudos o crónicos a la salud.

El cadmio, explican, se acumula en el cuerpo humano (especialmente en el riñón), su eliminación es lenta y provoca afecciones renales, alteraciones óseas y fallos del aparato reproductor.

El plomo inhibe el transporte de oxígeno y calcio, y altera la transmisión nerviosa en el cerebro, se concentra en los tejidos, el riñón, la médula ósea, el hígado y el cerebro; con el zinc, en casos extremos, la población puede quedar envenenada si hay alta concentración en los alimentos que consume.

El problema, señalan, es que los organismos (peces, moluscos, crustáceos, etc.) acumulan los contaminantes en su tejido graso y debido a las cadenas tróficas los hacen llegar hasta los seres humanos que los ingieren, que a su vez acumulan estos metales pesados con los consecuentes riesgos a la salud.

Para realizar el trabajo, las investigadoras estudiaron tanto los sedimentos de ambas lagunas como una especie de ostión de importancia comercial (Crassostrea virginica), para lo que muestrearon 35 estaciones en zonas alta, media y baja de Alvarado y 30 en La Mancha, así como tres bancos de ostión en ambos sitios.

Aluminio, el más abundante
De acuerdo con los estudios realizados, en ambos sitios el aluminio es el metal más abundante (pese a que presenta variaciones en cada época del año), pues su concentración promedio es de nueve mil 560.17 microgramos por gramo de sedimento y de 872.4 en ostión; le sigue el zinc, de ahí el plomo, luego el cobre y finalmente el cadmio.

Esta situación, señala el estudio, deriva de que Alvarado a pesar de tener alta productividad pesquera ha sido uno de los sitios más afectados por la contaminación, ya que recibe las descargas de los ríos Blanco y Papaloapan, los desechos de empresas cerveceras, textiles y papeleras, además de las descargas de los asentamientos humanos y los aportes por acarreo de las zonas de cultivo de piña, mango, sandía y tamarindo.

La Mancha, por su parte, presenta una alta productividad en moluscos que se explotan comercialmente, y aunque no presenta grandes asentamientos humanos a su alrededor sí tiene un canal que le aporta agua dulce al sistema y en él vierten sus desechos las comunidades circunvecinas.