Costa Rica: Aguas residuales agravan estado de los grandes ríos en el país

28 febrero 2013

Altas concentraciones de grasas, materia fecal, sustancias farmacéuticas y de cuidado personal y hasta microorganismos peligrosos que favorecen la proliferación de enfermedades, surcan los ríos todos los días.

Lo anterior se debe a que el principal contaminante de los torrentes es el vertido de aguas domésticas. Es más, el 95% de las aguas residuales llegan a esas cuencas sin ser tratadas.

Así lo evidenció el informe DFOE-AE-IF-01-2013 de la Contraloría General de la República (CGR), publicado el pasado 15 de febrero.

Esa entidad señaló que el país enfrenta un escenario de “contaminación hídrica sin control”, que tiene altamente afectadas cuencas hidrográficas importantes como Grande de Tárcoles, Grande de Térraba, Tempisque y Reventazón.

Además, la Contraloría halló que los ríos Tempisque y Reventazón presentan microorganismos asociados a enfermedades. De acuerdo con el informe, 25 de las 34 cuencas del país tienen algún tipo de contaminación asociada a materia fecal, químicos y basura.

Según el ente contralor, el problema radica en que “no existe una política nacional en la materia y resulta débil el control y vigilancia del Ministerio de Salud y el Minae, así como el AyA, la ESPH, Asadas y municipalidades”.

Al cuestionar a René Castro, ministro de Ambiente y Energía, (Minae), sobre la falta de una política en la materia, aceptó que existe un rezago y que no corresponde solo a este Gobierno la responsabilidad sino a varios atrás.

“Esto es un rezago nacional y pasa porque nos quedamos con la idea de que el agua era inagotable, de la Ley de 1942”, dijo Castro.

El funcionario agregó que antes del 2014 ese despacho solo podría avanzar en la modernización de la ley de aguas, iniciativa popular que se tramita en el Congreso. En segundo lugar, agregó Castro, se concretaría una mejor organización en el Estado, donde el Minae tomaría una posición activa, sin ser el único, y apoyado por Salud y AyA.

Planta de tratamiento. Eduardo Lezama, gerente general de Acueductos y Alcantarillados (AyA) admitió la gravedad de la situación detectada por la Contraloría. No obstante, sostuvo que su representada actúa desde años atrás para frenar la contaminación en ríos.

Lezama dijo que en diciembre anterior se dio la orden para el inicio del diseño y construcción de la megaplanta de tratamiento de aguas residuales en La Carpio, al noroeste del centro de San José.

La obra entraría en funcionamiento en el 2015, y podría tratar 3.000 litros de agua por segundo, de las zonas de Curridabat, Montes de Oca, Desamparados, Vázquez de Coronado, Tibás y Moravia.

Sin embargo, esa planta solo permitiría pasar de un 5% de tratamiento de aguas del país, a un 27%.

El ente contralor fue claro en exigirles al AyA, Minae y Salud que hagan esfuerzos conjuntos para cumplir con los lineamientos de la Política Nacional de Saneamiento de Aguas Residuales.

Además, al Ministerio de Salud le exigió una revisión, mediante pruebas de laboratorio, de la calidad del agua que llega hasta los usuarios para consumo. También lo instó a estar vigilante, junto a otros entes, para evitar brotes producto de aguas sucias.


28 de febrero de 2013

Fuente: La Nación

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