En los últimos años, el consumo de agua embotellada ha crecido a un ritmo de doble dígito, impulsado por la baja calidad y la deficiente capacidad de potabilización de este líquido en el país, así como la migración de los consumidores a productos saludables.

Estadísticamente, México es considerado el segundo mayor consumidor de agua embotellada del mundo, después de Estados Unidos, con un consumo per cápita superior a 170 litros por año.

En contraste, México se ubica en el lugar 116 de 120 en cuanto a su calidad de agua potable, situación que ha sido aprovechada por empresas como Danone (Bonafont), Pepsico (Electropura) y Coca Cola (Ciel), así como por cientos de compañías regionales que producen y distribuyen agua embotellada.

Datos de la Asociación Nacional de Productores y Distribuidores de Agua Purificada (ANPDAPA) revelan que estas tres empresas detentan cerca de 50 por ciento del mercado formal, mientras que la otra mitad se reparte entre miles de pequeñas y medianas empresas.

El presidente de la ANPDAPA, Roberto Alencaster, explicó a MILENIO que en total hay casi 8 mil empresas dedicadas a la producción y distribución de agua embotellada en el país; sin embargo, se calcula que la mitad opera en la ilegalidad.

“Gran parte de la industria pertenece a la ilegalidad, y lo más preocupante es que está creciendo a niveles alarmantes debido al incremento de la demanda de agua embotellada”, señaló.

De acuerdo con el representante gremial, el año pasado el agua embotellada en presentaciones personales creció a un ritmo de 15 por ciento, mientras que el de garrafón lo hizo 8 por ciento.

Estimaciones de Euromonitor Internacional consideran que el valor de mercado del agua embotellada en México es de 6 mil millones de dólares.

Asimismo, se calcula que el mercado de agua purificada en México genera ingresos por 35 mil millones de pesos anuales y produce unos 100 mil empleos directos.

Aumentan costos

“No creo que logremos terminar el año con un crecimiento de doble dígito, si terminamos con 6 o 7 por ciento va a ser muy bueno”, dijo.

Detalló que las principales afectaciones están en el aumento del combustible y la energía eléctrica, así como en el costo del propio
líquido.

Empresas