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Critica la Iglesia desinterés de gobiernos ante mal uso de agua

28 marzo 2011

28 de marzo de 2011

Fuente: La Crónica de Hoy

Por Brenda Téllez

La Iglesia católica criticó que al encuentro político que se llevó acabo la semana pasada, donde el tema  fue el agua, no asistieran los responsables de algunas entidades, que son las más afectadas por el mal uso de este recurso natural.

“Esta es la realidad de nuestro país. Si ni siquiera los principales responsables se ocupan del tema menos la población en general”, dijo  la jerarquía eclesiástica.

En el artículo titulado “El agua emergencia nacional”, del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (Siame), se señaló que la ciudad de México enfrenta graves problemas de deforestación, mientras que en el Estado de México, el río Lerma se transforma en un caudal de agua contaminada y pestilente como consecuencia del desague poblacional y de las industrias asentadas en Toluca.

“México necesita urgentemente una nueva cultura frente a sus recursos naturales y, especialmente, en lo que se refiere al cuidado y al uso del agua: recuperar ríos de la contaminación a la que están sometidos por haberlos convertido en drenajes”, agregó.

El Arzobispado, a cargo del cardenal Norberto Rivera Carrera, criticó  y afirmó  que es evidente que algunos personajes políticos sólo se ocupan de sus intereses y ambiciones de poder, dejando de lado los más grandes y urgentes problemas de nuestra sociedad.

Sin embargo, también comentó que se debe valorar los esfuerzos y las iniciativas que otros políticos y actores sociales están tratando de entender.

En tanto durante la homilía del tercer domingo de Cuaresma en la Catedral Metropolitana, el cardenal Norberto Rivera calificó como abominable la esterilización y el aborto, a veces programado, para las mujeres más pobres y marginadas.

“(La Iglesia) denuncia la discriminación, el abuso sexual y la prepotencia masculina como acciones contrarias al plan de Dios. En particular, deplora como abominables la esterilización y el aborto, a veces programados, para las mujeres más pobres y marginadas”, dijo.

El Cardenal afirmó que en varias regiones del continente americano este grupo de población todavía es excluido y rechazó la visión reduccionista sobre su naturaleza y los programas en los que se relaciona con la salud reproductiva.

“No se pueden aceptar las diversas propuestas reduccionistas sobre la naturaleza y la misión de la mujer, ni se pueden aceptar los programas en donde se le ve a la mujer sólo con el prisma falaz de salud reproductiva, ignorando una visión integral de la mujer.

“(…) El seguidor de Cristo no puede aceptar las nuevas formas de marginación que vive la mujer en una sociedad consumista y hedonista en donde se le transforma en objeto de consumo, disfrazando su explotación bajo el pretexto de evolución de los tiempos”, añadió.

Rivera Carrera añadió que la Iglesia trabaja para que la mujer no sea instrumento de muerte y de violencia en su misma familia.