El modelo de gestión de los recursos hídricos en México antepone las consideraciones técnicas, sin preocuparse seriamente por la disponibilidad natural de agua superficial y subterránea, indicó María Perevochtchikova, investigadora del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México (Colmex).

“Este modelo sectorial, con una visión puramente técnica, se ha enfocado a lo largo de la historia sólo en construir nueva infraestructura hidráulica para atender la problemática de la creciente demanda de agua, sin preocuparse por buscar maneras de lograr un equilibrio mínimo”, señaló Perevochtchikova durante una consulta con especialistas realizada por la Comisión de Recursos Hidráulicos del Senado.

Advirtió que, de mantenerse las tendencias actuales de crecimiento de la población urbana y la actividad económica en México, para el año 2030 se registrarán afectaciones graves al ambiente que se ver´ån reflejadas a su vez en la disminución constante de la disponibilidad de agua.

La especialista urgió a empatar las necesidades socioeconómicas del desarrollo del país con las funciones ecológicas de los recursos hídricos.

“Se ha integrado a los planes nacionales el concepto de conservación de ecosistemas. Sin embargo, en muchos casos los lineamientos indicados se quedan en el plano discursivo y en realidad no se llevan a cabo”, apuntó.

Para enfrentar el reto que representará en materia hídrica el cambio climático, remarcó la especialista, haría falta un fuerte compromiso político en términos de la colaboración inter e intrainstitucional, mayores inversiones en la investigación científica, fortalecimiento del sistema de monitoreo y de educación ambiental, y mayor participación ciudadana en la toma de decisiones.

“Por la complejidad del problema, esto requiere un cambio total del pensamiento hacía una visión sistémica del mundo y los recursos naturales y, en particular, de los hídricos, dando valor social, económico y ecológico al agua, considerada desde ahora como un recurso no renovable que tiene límites de explotación”, dijo la investigadora de El Colegio de México.