Defenderemos el agua hasta con la vida: agricultores del Oviachic

14 julio 2010

Invertimos, dejamos de sembrar para almacenarla y ahora el gobernador se la quiere llevar a Hermosillo, denuncia la señora Guadalupe Guerra Beltrán

13 de julio de 2010

Fuente: La Crónica
Por Alejandro Cedilo

Junto a un altar del Señor de los Milagros, en un rincón de la presa Álvaro Obregón, conocida como la Oviachic, Lupita exige justicia con un dejo de fatalismo en su voz: “El gobierno quiere dejar a nuestros hijos sin gota de agua, como sucedió en 2004. ¡Estábamos secos!”.
—Mi nieto Jesús nació en el 94 y no vio llover hasta cuando tenía 10 años. Ahora, que hicimos todo lo que está a nuestro alcance: invertimos y dejamos de sembrar para almacenarla, se la quieren llevar para Hermosillo. ¡Esa si es una chingadera!”, relata a Crónica.
Lupita, cuyo nombre es Guadalupe Guerra Beltrán, afirma que el gobernador Guillermo Padrés Elías pretende hacer negocio con el Acueducto Novillo-Hermosillo.
La molestia de la mujer y otras 200 más del grupo de defensa por el agua, es porque ella aún conserva el recuerdo de la última sequía, en 2004.
Cuenta que en ese tiempo, para calmar los nervios de los campesinos, ganaderos y agricultores de Sonora, porque en el estado había una terrible sed, el obispo ofreció misas especialmente para implorar por la lluvia.
Incluso, narra que para ese fin se mandó a construir un Señor de los Milagros a un costado del Oviachic.
—Acá la fe mueve montañas y Dios nos respondió, porque para él nada es imposible—, dice la señora mientras muestra el efigie de más de 10 metros de alto y que tiene una placa en la parte posterior que reza: “Señor de los Milagros bendícenos a nosotros y a nuestras familias y que nunca nos falte el agua en esta presa”.
Y es que Lupita asegura que en ese tiempo la sequía fue muy agresiva: “Ni pa´ mojar un maizal, menos para darle de comer a nuestros animalitos… Muchos negocios cerraron”.
Por tal motivo, advierte, defenderán el agua “hasta con la vida”.
COSA DE MUJERES. Dice Lupita que las mujeres son el pilar que soporta el Movimiento por el Agua.
Y sí, los agricultores de Cajeme, reconocen que han dado más lucha que ellos.
Por eso Guadalupe no se quita su playera blanca con la leyenda de “¡No al Novillo!” y mucho menos deja que quiten del medallón de su vehículo la calcomanía que manifiesta su oposición al proyecto de Padrés.
En la plática, Lupe advierte que como mujer y como madre, está acostumbrada a conseguir todo por sus hijos, por lo que asegura que no descansará hasta que el gobierno de marcha atrás en si intención de construir el acueducto.
Por lo pronto, la señora ha conformado un grupo de mujeres (más de 200) para seguir al gobernador y manifestarle “pacíficamente” su oposición a que se lleven el líquido a Hermosillo.
Cuenta que sus amigas mandaron hacer camisetas, 10 mil calcomanías y listones del “No al Novillo”; además de que tocan las puertas de empresas, escuelas y oficinas para tratar de crear conciencia sobre el tema.
Cometa que hay muchas de sus amigas “bien luchonas” dispuestas a continuar con la lucha…
Por ejemplo, manifiesta que hay compañeras que le han puesto empeño a los documental; otras han actualizado paginas de internet, quemado CDs y diseñado volantes.
—¿Y tienen tiempo?—se le pregunta a Lupe.
—Para todo hay tiempo… Hay muchas que son profesionistas: abogadas, maestras, doctoras… y se hacen un espacio para ayudarnos. Saben que nos jugamos el futuro de nuestros hijos.
“Pero también hay muchas amas de casa, como yo, que tenemos la obligación de defender el patrimonio de nuestra familia, por eso estamos acá, como soldadas, esperando ordenes y arremeter contra el enemigo; eso sí, anteponiendo el respeto”.