Destacan el trabajo de la Policía Ambiental para frenar ecocidios

08 junio 2010

7 de junio de 2010

Por Rafael Guadarrama

Han sido poco valoradas pese a ocupar 60% del territorio de la Ciudad de México. Son las áreas naturales, que captan 70% del agua que se consume en la capital y que son hogar del 2% de los organismos vivos del mundo.

Tan poco aprecio se tiene por ellas que en esta zona del Parque Ecológico de la Ciudad de México una empresa clandestinamente comenzó a abrir caminos y a instalar algunas casetas con el fin de construir poco a poco un campo de golf. Acabó con 8 hectáreas aunque pretendía extenderse en 220 hectáreas.

El trabajo de la Policía Ambiental fue clave para frenar el ecocidio y aplicar sanciones.

“Comienzan con dos palitos, un techito y van barbechando, van terminando y destruyendo todas las áreas que son vitales para el oxígeno como para el agua”, comentó Miguel Ángel Vargas, jefe de Operaciones y Vigilancia de la Policía Ambiental.

Sin embargo, salvaguardar las áreas verdes significa un reto mayor. Tan sólo la mancha urbana cada año arrasa con 500 hectáreas de ellas. La recién creada Policía Ambiental tiene la misión de contener esas pérdidas.

“En el periodo que comprende de octubre de 2009 a mayo de 2010, hemos logrado recuperar 102 hectáreas, de las cuales 57 corresponden a suelo de conservación y 45.15 a áreas naturales”, señaló Martha Delgado Peralta, secretaria del Medio Ambiente de Distrito Federal.

Con 500 elementos, este cuerpo policiaco facilita la labor de los 11 inspectores ambientales de la ciudad, quienes llegan a ser agredidos por los infractores.

“Hay que actuar con mano firme, hay que actuar sancionando”, mencionó Manuel Mondragón y Kalb, secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal.

A la fecha, han realizado 574 inspecciones, 359 patrullajes y 40 operativos; se realizaron 141 denuncias penales y siete remisiones al Ministerio Público, algunos infractores ya han sido sancionados.

“Son de diferente índole, hemos tenido penas que van desde los 4, 5, los 6 años de prisión”, señaló Miguel Ángel Mancera, procurador de Justicia del Distrito Federal.

Estas labores se han enfocado en gran medida a clausuras de tiraderos clandestinos, así como remoción de nuevos asentamientos humanos.

Una vez que los sitios se recuperan, comienza un proceso de restauración ambiental con el fin de recobrar en el mediano plazo sus beneficios ambientales.